Dos eurodiputadas del PSOE se abstienen en la votación sobre el tribunal de arbitraje en el TTIP

En el Congreso de los Diputados, es muy extraño que los parlamentarios se salgan de la disciplina de voto que les marcan sus partidos. Los que lo hacen, incluso, son sancionados por ello. Pero en el Parlamento Europeo, las diferencias en el voto son más comunes, y este mismo miércoles se produjo una cuando dos eurodiputadas del PSOE se abstuvieron en contra de su partido en la votación de una enmienda sobre el polémico tribunal de arbitraje entre inversores y empresas (ISDS, en sus siglas en inglés), un texto que fue finalmente incluido en el informe del Parlamento Europeo sobre el TTIP.

La votación de este miércoles sirvió para que la Eurocámara fijase su posición –no vinculante– acerca de las negociaciones que están manteniendo la Comisión Europea y EEUU para la firma de un tratado de libre comercio, y expresase sus propuestas al respecto. Entre las enmiendas al texto que se debatieron y aprobaron se encontraba una relativa al ISDS, que los socialdemócratas europeos pactaron con el PP europeo hace unos días y que plantea sustituir este mecanismo  por un tribunal formado por jueces profesionales y que cuente con un mecanismo de apelación. En un inicio, el ISDS se había planteado como una corte privada en la que las empresas podrían denunciar a los Estados por los potenciales beneficios perdidos a causa de cambios en la legislación.

La enmienda no excluye la existencia de un tribunal específico para estas disputas, y además tampoco pide a la Comisión Europea con una frase expresa que rechace el ISDS, la misma cuestión que hace unas semanas provocó que el grupo socialdemócrata tratase de echar atrás su propuesta inicial –también pactada con los populares europeos– para intentar endurecer formalmente su rechazo al órgano, después del revuelo que provocó la iniviativa. No obstante, la corrección satisfizo al PSOE, que este miércoles votó a favor de la propuesta, al igual que la mayor parte del resto de socialistas europeos.

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Hubo, no obstante, dos excepciones dentro de la delegación española: las de Inés Ayala y Soledad Cabezón, que decidieron abstenerse, como hicieron otros cuatro de sus compañeros socialdemócratas de otros países. Algunos diputados del Partido Laborista británico y los partidos socialistas belga, austriaco y francés integraron el colectivo de 229 diputados que votaron en contra, en el que también se encontraban el grupo de la izquierda (GUE/NGL) y Los Verdes/Alianza Libre Europea, así como tres eurodiputados del PP europeo, cuatro del grupo liberal (ALDE) y varios euroescépticos.

Cabezón explica a infoLibre que su abstención no refleja un desacuerdo de fondo con la enmienda aprobada, sino más bien a que aspira a que en un futuro las diferencias entre las empresas y los Estados se diriman en una corte internacional creada al efecto, y no "en un tribunal establecido en cada Estado miembro" para ello, como según su interpretación plantea la propuesta aprobada. En este sentido, la enmienda es bastante inconcreta y sólo señala que el órgano que propone deberá estar "sujeto a los principios y el control democráticos, en el que los posibles asuntos sean tratados de forma transparente por jueces profesionales, independientes y designados públicamente en audiencias públicas".

"No tenemos las competencias en Europa" para crear una corte de los 28 que se ocupe de estas cuestiones, lamenta Cabezón, que señala que esta es la aspiración de los socialdemócratas pero admite que "no es factible" de momento. "Una cosa es lo que queremos y otra lo que podemos hacer", señala la eurodiputada, que no obstante asegura que la enmienda aprobada "garantiza que no va a haber un ISDS y establece un sistema más garantista". Este diario trató sin éxito de ponerse en contacto con Inés Ayala para conocer los motivos de su abstención.