Crisis en la eurozona

El Eurogrupo presiona a Grecia para que apruebe en 72 horas reformas antes de sentarse a negociar un tercer rescate

El Eurogrupo sopesa incluir la posibilidad de un 'Grexit' temporal en su declaración

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El presidente del Consejo y de las cumbres del euro, Donald Tusk; la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, se reunirán de manera restringida en la tarde de este domingo con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, en los márgenes de la cumbre del euro, para tratar de acercar posiciones. Los líderes del euro quieren dar de plazo hasta el miércoles, 15 de julio, para que Atenas legisle las medidas inmediatas que se le exigen antes de negociar un nuevo rescate.

La reunión tiene lugar en un receso de la cumbre extraordinaria del euro, y el objetivo es tratar de superar las diferencias que han quedado patentes en una reunión previa del Eurogrupo, en donde una mayoría de ministros subrayó la pérdida de confianza en las autoridades griegas. El responsable de Finanzas heleno, Euclides Tsakalotos, también participa en el encuentro.

Los líderes del euro tienen sobre la mesa un documento de trabajo presentado por el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, que incluye entre corchetes –es decir, de manera provisional y sin contar con el consenso de todos los Estados miembros–, dos de las ideas más polémicas en las negociaciones: el alivio de la deuda griega y la posibilidad de una salida del euro del país si éste no cumple sus compromisos.

La última línea del texto, al que ha tenido acceso Europa Press, apunta la posibilidad de que si no se logra un acuerdo para negociar un tercer rescate, se debería ofrecer a Grecia negociar una "suspensión temporal de la eurozona, con una posible reestructuración de la deuda".

Antes, los países del euro plantean considerar medidas adicionales para "suavizar aún más, si fuera necesario", la deuda griega, para asegurar que el grueso de las necesidades financieras se mantienen en niveles "sostenibles".

En este sentido, subrayan que no será posible llevar a cabo una quita, pero no descartan una carencia más larga y vencimientos más largos para los pagos.

En cualquier caso, estas dos cuestiones no cuentan con el apoyo unánime de los líderes, por lo que no está claro si se mantendrá en el texto final. "Se trata de un texto con aspectos de todas las partes", advierten fuentes diplomáticas.

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloe, avisaba a su salida de la reunión de ministros previa a la cumbre que quedaban "un par de grandes asuntos" por cerrar, aunque había un consenso en una gran parte de elementos.

Una de las exigencias que se dan por seguras es el ultimátum a Atenas para que legisle "antes del 15 de julio", es decir en tres días, para asegurar la puesta en marcha inmediata de las reformas y ajustes que le exigen sus socios del euro como precondición para iniciar las negociaciones de un tercer rescate. En este paquete de medidas figura la reforma del sistema de pensiones y las subidas de IVA para aumentar los ingresos.

Sólo después de cumplir con la aplicación legal de estas medidas y la ratificación por el Parlamento heleno de los compromisos que cierren este domingo, los acreedores podrán tomar una decisión sobre la apertura de negociaciones del tercer rescate. Un programa de ayuda en el que la eurozona quiere que esté presente el Fondo Monetario Internacional (FMI), algo que intentó evitar Atenas.

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Según las estimaciones de la troika y que recoge el documento de trabajo de la eurozona, las necesidades financieras de Grecia ascienden a entre 82.000 y 86.000 millones de euros.

Entre los pagos urgentes que deben afrontar las autoridades helenas y que evidencian la necesidad de "avanzar muy rápidamente" en concretar la ayuda, destacan 7.000 millones de euros el 20 de julio y otros 5.000 millones a mediados de agosto.

También figura en el borrador la transferencia de activos por valor de 50.000 millones de euros a un fondo externo e independiente, que se irían vendiendo a lo largo del tiempo con el objetivo de reducir la deuda soberana del país. Este fondo, no obstante, estaría gestionado por las autoridades griegas, bajo la supervisión de las autoridades europeas.

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