Texas ejecuta a un preso latino por un asesinato que cometió hace más de 25 años

El estado de Texas ha ejecutado este martes a un ciudadano de origen latino condenado por el asesinato del dependiente de una tienda de licores, ocurrido durante un robo a las afueras de la ciudad estadounidense de Dallas en el año 1990.

Gustavo García, de 43 años, que ha pasado más de la mitad de su vida en el corredor de la muerte, ha sido ejecutado por inyección letal en la prisión estatal de Huntsville. El reo ha sido declarado muerto a las 18.26 horas (hora local), según ha informado un funcionario de prisiones. Se trata de la ejecución número 534 en Texas desde que el Tribunal Supremo de Estados Unidos restableciese la pena de muerte en 1976.

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"A mi familia, a mi madre, Os amo. Que Dios les bendiga. Manténganse fuertes", ha dicho García en su declaración final, según ha informado el Departamento de Justicia Criminal de Texas.

En diciembre de 1990, García –con 18 años– y su cómplice, Christopher Vargas, que tenía entonces 15 años, entraron en una tienda de licores en Plano, un suburbio de Dallas. García llevaba una escopeta, con la que disparó al empleado, Craig Turski, en el abdomen y en la cabeza.

García fue detenido unas semanas después, cuando mató a otro empleado, Gregory Martin, en un atraco a una gasolinera en Plano. García usó la misma escopeta con la que había asesinado previamente a Turski. Por este último suceso no llegó a ser condenado.