Un nuevo testigo en el caso de los jesuitas asesinados en El Salvador apunta al expresidente Cristiani

Hace casi 27 años –en noviembre se cumplirán– que la historia de El Salvador quedaba teñida por la sangre de seis religiosos y dos mujeres asesinados por las fuerzas de seguridad del país bajo el Gobierno del derechista Alfredo Cristiani y en el marco de nueve años de guerra civil. Seis jesuitas, cinco de ellos españoles, y dos mujeres que les daban cobijo. Seis hombres acusados de subversivos, sospechosos de poner en cuestión al poder y, por tanto, de simpatizar con la guerrilla comunista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, hoy partido legalizado y en el Gobierno). Tres años después, en 1992, la guerra civil de El Salvador llegaba a su fin, pero la impunidad de los crímenes cometidos entonces continuaría intacta durante los años siguientes.

Así ha sido, al menos, hasta que en 2009 la justicia española comienza a poner en marcha su engranaje y a revisar los acontecimientos para resarcir a las víctimas y señalar a los responsables. El proceso ha alcanzado este lunes una nueva etapa gracia al testimonio de un nuevo testigo: Jorge Galán. 

El escritor de origen salvadoreño publicó su novela Noviembre a finales del pasado año, donde recuerda los acontecimientos que rodearon a los asesinatos de los religiosos y homenajea sus figuras. A la publicación del libro le precede toda una labor de documentación por parte del autor. Precisamente, en esta etapa previa se encuentra la clave que explica la importancia de Jorge Galán como parte del caso.

Galán entrevistó al expresidente salvadoreño Alfredo Cristiani, cuyas palabras no sólo aparecen plasmadas en el libro, sino que además fueron registradas por el escritor en una grabación. En ella, queda patente cómo Jorge Galán le pregunta a Cristiani quién perpetró los asesinatos de los jesuitas, a lo que el expresidente responde, sin titubear, que fue el Ejército. A la cuestión de si él tenía conocimiento de la organización de estos sucesos, Cristiani asegura que se enteró después, aunque no niega su pertenencia por aquel entonces a la alta cúpula de los militares.

Tras la publicación del libro –que vio la luz en México, y no en El Salvador– Galán comenzó a recibir amenazas anónimas, que llegaron al punto más álgido cuando un hombre le esperó a la salida de su domicilio, apuntándole con un arma. Después de este acontecimiento, Jorge Galán se puso en contacto con la abogada española Almudena Bernabeu, acusación particular en el caso de los asesinatos. Ambos viajaron a España esta semana con el fin de que el autor pudiera testificar el lunes en la Audiencia Nacional.

La implicación de Cristiani

Las llamadas amenazantes que comenzó a recibir Jorge Galán tras la publicación de su libro respondían a "personas que no se identificaban, pero por el lenguaje, por la forma de insultar, posiblemente fueran militares, o exsoldados, o gente relacionada con ellos", explica en conversación con infoLibre la abogada Almudena Bernabeu. "Comunista de mierda, vendepatrias, no lo dice alguien que no esté asociado a esos sectores", continúa.

"Él me busca y veo que esto es relevante para la causa. En ese contexto le pregunto qué tiene el libro para que reciba esas amenazas, y entonces me cuenta que grabó una de las entrevistas inéditas con el expresidente Alfredo Cristiani, a quien intentamos imputar por encubrimiento dos veces", explica Bernabeu. Estos intentos, no obstante, se vieron frustrados por la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que denegó las peticiones. "Él siempre ha negado que supiera nada del asesinato, que estuviera de ninguna manera presente en el alto mando del Ejército mientras se tomaban decisiones". La prueba aportada por Galán, sin embargo, demuestra lo contrario.

La autoría del crimen, tal y como explica la abogada especializada en derechos humanos, es una evidencia de conocimiento general, pero es al mismo tiempo algo que los presuntos autores nunca han reconocido. Ahora, el expresidente afirma en una grabación autorizada que el principal responsable fue el alto mando del Ejército, algo que puede dar un giro completo a los acontecimientos. "Ellos se reúnen, lo organizan, traen al batallón, y los matan", subraya Bernabeu.

La entrevista entre Jorge Galán y Alfredo Cristiano cuenta con una segunda cuestión fundamental: ¿conocía Cristiani los planes del Ejército? La respuesta del expresidente es que lo supo posteriormente, aunque sí estaba en el alto mando cuando se organiza el asesinato. "Uno puede inferir lo que quiera de eso, pero en mi opinión es absurdo y un insulto a la inteligencia que un presidente de un país que está en el alto mando diga que no sabe que se va a asesinar a los jesuitas", sostiene Bernabeu.

Siete años de proceso

A lo largo de la guerra salvadoreña (1980-1992), fueron asesinadas más de 70.000 personas, sumadas a las 8.000 desapariciones y más de un millón de refugiados. La Ley de Amnistía general de 1993 protege a los brazos ejecutores de las atrocidades cometidas durante los doce años del enfrentamiento bélico. Con el objetivo de intentar esquivar este blindaje legal, la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE), respaldada por el Centro de Justicia y Responsabilidad (CJA), presentaron en España una denuncia contra el expresidente Alfredo Cristiani y 16 militares salvadoreños, querella basada en el principio de justicia universal y que se pone en marcha en el año 2009.

De los militares que se encuentran en el país latinoamericano, cuatro han sido arrestados y ocho localizados, incluyendo todo el alto mando. "Creo que la policía no ha tenido coraje de arrestarlos porque son los más intocables", señala Bernabeu, quien sin embargo se muestra optimista al reconocer haber llegado "más lejos de lo que pensamos que íbamos a llegar jamás". La Corte Suprema de El Salvador deberá tomar una decisión ahora sobre la extradición a España de los cuatro militares detenidos.

Por otro lado, uno de los principales responsables, el excoronel Inocente Orlando Montano, fue arrestado en EEUU, donde reside, y en la actualidad se espera que sea extraditado a España para poder continuar con la causa. "Hemos pasado cada una de las fases, hasta que la jueza aprueba la extradición", explica la abogada. Sin embargo, el excoronel Montano aún puede recurrir, "y lo hará, porque no tiene nada que perder", valora Bernabeu. "Pero no lo va a ganar", argumenta, porque únicamente lo haría en caso de existir "un supuesto fáctico por el que sea incorrecta la decisión de la jueza al aprobar la extradición, y la sentencia es muy cuidadosa precisamente para evitar esto".

Montano ha presentado un habeas corpus alegando que en España podría recibir malos tratos al entrar en prisión. En caso de no ganar, el exmilitar cuenta con un último recurso. "Pero no existen precedentes de que se gane, sólo ocurriría en casos excepcionales, por ejemplo si España declarara una guerra mañana", señala Bernabeu, de modo que "esperamos que eso se resuelva". En cualquier caso, afirma, "va a haber juicio de un modo u otro, sea con Montano, con los otros, o con una combinación ambos, pero vamos a tener juicio". Según la reforma de la justicia universal, sólo podrá iniciarse una instrucción si la víctima del delito investigado tiene nacionalidad española y alguno de los agresores se encuentre en suelo español.

Tras siete años de investigación, el balance para la abogada es positivo, "pese a los detractores y a esta estúpida reforma que ha atentado contra la justicia universal". La experta aplaude al conjunto de profesionales que han participado en el proceso, y entiende que "lo que hemos hecho ha propiciado mejoras" en el país latinoamericano. A juicio de Bernabeu, de hecho, "El Salvador tiene ahora la oportunidad de cambiar para siempre. O se cambia la Ley de Amnistía o la modulan, pero esto va a tener una repercusión a largo plazo en el país", remata.