Los ministros del Interior europeos exploran reforzar las fronteras y apoyar más las deportaciones ante la presión migratoria

Los ministros de Interior de la Unión Europea exploran "alternativas" a las cuotas de reubicación de refugiados como "respuesta solidaria" a la presión migratoria que sufren principalmente los Estados miembros en la primera línea de la frontera exterior, como Italia y Grecia.

La primera discusión "franca" y "abierta", tuvo lugar la pasada noche, en una cena informal organizada en Bruselas por la presidencia de turno de la UE, que este semestre ocupa Eslovaquia. El objetivo era explorar "otras vías" de "solidaridad efectiva", según explicó el ministro de Interior eslovaco, Robert Kalinak, a su llegada este viernes al consejo formal de los ministros de Interior de la UE, declaraciones recogidas por Europa Press.

La propuesta eslovaca que fue distribuida a las delegaciones plantea "tres escenarios" migratorios, desde una situación de normalidad hasta una grave presión, con distintas respuestas para cada uno de ellos, según han explicado fuentes europeos.

Si el flujo migratorio se considera normal, la respuesta de la Unión Europea se limitaría a lo que establecen las normas actuales, aunque "actualizadas", por las que cada Estado miembro asume la responsabilidad de tramitar las demandas de asilo de todos los que han llegado a su territorio.

Ante una "degradación" de la situación, el segundo escenario ofrece "vías alternativas" a la reubicación de refugiados en otros Estados miembros, tal y como se ha acordado hacer para aliviar la actual presión sobre Grecia.

Entre las alternativas figuran, por ejemplo, un mayor apoyo a las agencias europeas de asilo (EASO) y de control de fronteras (Frontex) o asumir un papel más activo en los programas de retorno, con los que se deporta a los inmigrantes irregulares a sus países de origen o tránsito.

Para el tercer escenario, el más pesimista, el documento informal que discutieron los ministros no plantea medidas concretas, sino que aboga porque la situación fuera elevada a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE para que tomaran una decisión.

Falta de resultados

Preguntado por ello, Kalinak no quiso dar detalles del texto ante la prensa, pero recalcó que la estrategia diseñada durante el último año "no ha sido tan efectiva como se esperaba", por lo que es necesario "plantear otras vías" para lograr un mismo objetivo.

El ministro eslovaco admitió que sigue habiendo diferencias destacadas entre los Estados miembros para encarar la crisis de refugiados, por lo que "no será fácil" pactar una solución. Con todo, consideró que los Veintiocho comparten el "mismo objetivo" de hallar una solución, aunque difieran en las propuestas.

La idea de una "solidaridad efectiva" es la respuesta a otro principio, el de "solidaridad flexible", que se ha discutido en los últimos meses para esquivar la obligación para los gobiernos nacionales de aceptar cuotas de reparto de las plazas de acogida.

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A este respecto, el comisario de Interior, Dimitris Avramopoulos, advirtió de que la palabra solidaridad "sólo puede tener un único significado", por lo que no se ha mostrado partidario de seguir debatiendo sobre el "concepto", sino de responder con hechos.

"Se puede hacer más, pero es el momento de que todos entiendan que tenemos que hacer lo que decimos cuando hablamos de solidaridad", pidió Avramopoulos, quien en el último año señaló varias veces a los países de la UE por no asumir sus compromisos en materia de reubicación.

Por su parte, el ministro de Interior de Malta, Carmelo Abela, cuyo país asumirá el relevo de Eslovaquia en diciembre como presidencia de turno de la UE, advirtió de que sea cual sea el mecanismo que diseñe la UE, deberá tener un carácter "permanente". "No puede ser que debamos discutir (sobre una solución) cada vez que hay una crisis", zanjó.