Muy fan de...

Floriano

Carlos Floriano Corrales, ese eres tú y yo soy muy fan. Lo reconozco, tienes el poder de atrapar mi atención cada vez que compareces y dejas en el aire una de tus frases que, como dice una amiga mía, piden mármol. Qué maravilloso sería reunir todas tus máximas y grabarlas en azulejos para decorar los bares de España y competir con esas otras sentencias con fundamento: “En mi casa mando yo... con permiso de mi mujer”.

Mira que hay quien se esfuerza una y otra vez en pensar una frase brillante para pasar a la posteridad, en encontrar las palabras precisas, el pensamiento original, la idea fuerza. Tú, sin embargo, lo haces con una naturalidad asombrosa, sin tener que buscar frases célebres en Internet o entre la sabiduría infinita de las galletas de la suerte. Se diría que te salen solas, que tienes un talento natural, un don extraordinario, una erudición innata para impresionar al auditorio.

La última me ha dejado al borde de la hiperventilación. Después de conocer el dato que nos da a todos vueltas en la cabeza y en el estómago, como un calcetín en una centrifugadora --6.202.700 parados en España según la EPA--, vas y te arrancas con esta perla: “Que no nos ciegue el dato”. Y, claro, dan ganas de hacerte la ola y de limpiarnos los ojos con un algodón impregnado de manzanilla --como hacía mi abuela--, para dejar nuestra mirada como la patena y poder ver la vida con tus ojos, Floriano.

Soy muy fan de ti y de tu jovialidad, nosotros a punto de hacernos el harakiri porque más de un 27% de la población está en paro y tú, visionario, ya atisbas los buenos resultados de la política económica del gobierno. Ni las amazing gafas de Google podrán hacer una foto de la realidad tan luminosa como la que tú has hecho.

Mira que te pusiste el listón alto cuando dijiste que Jesús Sepúlveda --el hombre que, pese a su apellido, no viaja en La Sepulvedana, que para eso tiene un Jaguar invisible en su garaje-- era un “funcionario” del PP, creando un nuevo concepto laboral desconocido hasta el momento. Sí, sí, tú llamas a información y te dicen: “Lo siento, por funcionario de partido político no me viene nada”.

O cuando explicaste cargado de convicción: “La relación con Bárcenas se extinguió y luego se pactó con él pagarle los gastos de la Seguridad Social... es algo que se viene haciendo”. Estuviste genial, lástima que, a los pocos días, tu compañera, María Dolores de Cospedal, te restara protagonismo rematando la faena con la mítica “indemnización en diferido”.

Muy fan también del día en que anunciaste querellas contra todos los que hubieran o hubiesen atribuido conductas irregulares al PP, y repetiste enérgico sin concretar: “¡Contra todos, contra todos!” Claro, algunos imaginamos los alrededores de los Juzgados de Plaza de Castilla más abarrotados que la entrada de un concierto de Justin Bieber, con “todos” los querellados esperando turno para ir al banquillo.

Y cuando afirmaste sin despeinarte: “La libertad de prensa tiene límites”, ahí se nos pusieron los pelos como escarpias, francamente. Y cómo olvidar aquella entrevista en la radio en la que dibujaste una imagen tan de Jesús Calleja en Desafío extremo, mientras Mariano, tu jefe, se esforzaba por convencernos de que no estábamos tan mal, ¿recuerdas? : “No estamos en el precipicio, estamos agarrados a la cornisa del precipicio".

Ay, Floriano, ya estoy esperando tu próxima intervención con más deseo que la última temporada de Breaking Bad. No decepciones a tus fans, que somos legión, y sigue como hasta ahora, prolífico en frases proverbiales y sin dejarte cegar por el dato. Por cierto, hazte así, que tienes 6.202.700 parados en el ojo.

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