Muy fan del... rey

Querido rey majo, a estas horas tus homólogos de Oriente estarán derrengados después de visitar más hogares que el que viene a leer el contador del gas. ¿Y sabes qué te digo? Esos tres son unos flojos, ¡si sólo curran un día al año! Para cansancio el tuyo, ayer cumpliste setenta y seis y durante la mitad de tu trayectoria vital has tenido que cargar con la corona y eso debe de pesar más que el andamiaje que lleva puesto la reina del Carnaval en Tenerife. Soy muy fan.

Has pasado un añito complicado, esa es la verdad, cuando el destino se pone puñetero y le da por encadenar desventuras, no hay quien lo aguante. Menos mal que no tienes vecinos de arriba, sólo te hubiese faltado que perdiera agua su bañera provocando una gotera en palacio. Ya te imagino al teléfono como Marc Gasol: "Caser, tengo un problema. Bueno… tengo unos cuantos". 

Pide Rafael Spottorno, el jefe de la Casa, que se cierre de una vez la instrucción del caso Noos, porque "es un poco martirio para la Corona". Claro, ese goteo continuo de informaciones chungas del yerno y la hija, amargan a cualquier padre, te tiene que hervir la sangre azul cada vez que te cuentan la última y así no hay quien pegue ojo. Pepe Castro, ya te vale, cierra la instrucción, hombre ya, que estos señores de Zarzuela querrán acostarse.

Aunque, a pesar de todo, desmiente don Rafael que 2013 haya sido un año horribilis para ti. Dice que comenzaste moviéndote con dificultad por tus problemas de cadera, pero que tras la última operación estás niquelao. Me quedo mucho más tranquila y hasta te imagino bailando el Gangham Style con tu nieto Froilán para celebrar tu puesta a punto… "Eh, sexy lady, eh, eh, eh, eh, eh, Oppan Gangham style".

Pero en este país en el que tenemos pasión por amargar la fiesta ajena, van los de El Mundo y te regalan ayer –por tu cumple– una encuesta, según la cual, el apoyo a tu reinado ha bajado nueve puntos y sube un diecisiete el porcentaje de los que desean que abdiques. Además, entre los encuestados, un 69,4% piensa que no serás capaz de recuperar el prestigio perdido de la Corona. Tranquilo, no eres el único, últimamente en España todos hemos perdido cosas. San Cocufato debe de estar hasta los mismísimos de que estemos todo el día atándoselos…

En ese sondeo no sales bien, a cambio, en la portada del Hola sales reguapo. Con ese look de cuello de cisne y americana, tan Sean Connery, parece que, de un momento a otro, vas a decir: "Me llamo Bon-Borbón". La única diferencia es que tu monarquía está agitada y… revuelta.

Por cierto, muy comentada la enorme hebilla de tu cinturón en la foto de la revista, aunque a mí me interesa más saber si lo llevas tan ajustado como esa mayoría silenciosa de ciudadanos, que se hace agujeros hasta con las tijeras del pescado para apretárselo un poco más. Como siga la crisis por aquí mucho más tiempo, se nos va a quedar a todos la cintura de Jessica Rabbit. Pobres pero ideales.

El rey lee sin dificultad su discurso ante el cuerpo diplomático

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En cualquier caso y encuestas aparte, yo te intuyo aliviado sabiendo que llega a su fin este empacho navideño que llevamos todos, no tanto de turrón como de roce familiar, porque esa cenita tuya con yerno imputado a la mesa, la imagino más tensa que el bañador de Falete cuando saltó en Splash. Qué tiempos aquellos.

Tranqui, ya sólo nos queda la última etapa de esta maratón gastronómica. La plebeyada la culmina hoy matándose a engullir roscón –con la esperanza de encontrar una sorpresa que endulce el amargor general– a ti, en cambio, te toca comerte la Pascua militar y poner cara de que te lo estás pasando pirata. Digan lo que digan, lo tuyo no está pagao. pagao. 

El nuevo año comienza de verdad mañana. Hay que olvidarse de los malos rollos, de Botsuanas y Corinnas y ponerse en forma para subir con fuerza la cuesta de enero. Menos mal que estrenas cadera nueva, porque empiezas fuertecito, esta semana se decide si imputan o no a tu hija Cristina. ¿Noos sorprenderemos?