Primero de Mayo: el símbolo más universal del movimiento obrero y sindical

El Primero de Mayo sigue teniendo un doble significado. De una parte representa una jornada festiva, de afirmación del trabajo y, de otra, continúa siendo un día de lucha por los derechos de trabajadores y trabajadoras. El Primero de Mayo representa asimismo la renovación de un ideal: la causa de los trabajadores.

En 2014, el movimiento sindical reitera su compromiso con el sindicalismo internacional, con los pueblos que luchan por su libertad, los derechos humanos, la libertad sindical, el empleo con derechos, la dignidad…

Solidaridad y compromiso con los trabajadores y trabajadoras españoles en situación de desempleo, con quienes están inmersos en luchas en defensa del empleo frente a despidos individuales o colectivos y a ERE injustificados, con quienes día a día en su centro de trabajo actúan, sin cámaras ni fotos, pero de manera continua en defensa de los intereses y derechos de los trabajadores y trabajadoras. El Primero de Mayo es un ritual, que no un acto rutinario.

Más de ochenta manifestaciones en todo el país, convocadas por CCOO y UGT, desde las que el movimiento sindical va a demandar una vez más el fin de las políticas de austeridad y va a afirmar igualmente que sin empleo de calidad no hay recuperación.

Un Primero de Mayo en el que se va a reivindicar más Europa, pero otra Europa. Una Europa social que cree empleo y haga frente al desempleo creciente en el seno de la Unión, que venza la brecha social y las desigualdades que se incrementan a la par que las políticas neoliberales se consolidan en el viejo continente.

Un cambio es lo que reclama el sindicalismo europeo, un profundo cambio, en las políticas y en las instituciones europeas, un cambio que vaya acompañado de políticas socialmente avanzadas, que acometa un vasto plan de inversiones, que desarrolle y no mutile el Estado Social y de Bienestar, que recupere las señas de identidad de la UE, en las que Estado de Bienestar y Democracia son las dos cara de una misma moneda.

Un Primero de Mayo en el que, junto a la creación de empleo con derechos, la demanda de más cohesión social para más democracia, esta en el centro de las demandas sindicales.

El movimiento sindical viene reclamando el fin de las políticas de austeridad, base de los recortes sociales, tan negativas para la economía y que son un factor decisivo también, junto a la reforma laboral, para el dramático crecimiento del desempleo, y denunciando lo perniciosas que han sido sus consecuencias para las personas.

Junto a ello, mas empleo, reducir la desigualdad social y la pobreza, haciendo especial hincapié en la pobreza infantil, proteger a quienes no tienen ningún tipo de ingreso a través de una Renta Mínima Garantizada, la recuperación del poder adquisitivo de los salarios, combatir la precariedad laboral, sanidad y educación públicas... son los objetivos para el corto plazo sobre los que se esta trabajando desde los sindicatos, con iniciativas y propuestas, con emplazamientos a la negociación sin renunciar a nuevos procesos de movilización.

Y la reforma fiscal, clave y estratégica. Una reforma fiscal justa es lo que reclama CCOO, que priorice la lucha contra el fraude fiscal, progresiva –o lo que es lo mismo, que quien más tiene más aporta–, que produzca una reducción del IVA para productos básicos y que garantice ingresos suficientes para el Estado, es decir, para el desarrollo económico y el Estado Social.

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Primero de Mayo. El símbolo más universal de trabajadores y trabajadoras.

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Rodolfo Benito Valenciano es secretario confederal de estudios de CCOO y presidente de la Fundación 1º de Mayo.