Muy fan de...

Muy fan de... Mariano

Olé Mariano, qué subidón verte tan subidito, estás más feliz que un presidente con EPA nueva. Cuánto me alegra tu alegría, cuánto me satisface tu satisfacción, cuánto me anima tu ánimo. Te imagino por los pasillos de Moncloa, marcándote tu propia coreografía del Happy –como el Pharell Williams de Génova que eres–Happy – y, a punto de cerrar este chiringuito por vacaciones, tengo que decirte que soy muy fan.

“Llevo muchísimo tiempo, desde que llegué a la Moncloa, esperando poder dar una noticia como la de hoy”, dijiste al conocer el dato de la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre. Y remataste con ese: “Conseguimos frenar la sangría”. Que yo, al oír lo de la sangría, me pegué un susto que pa qué ¡Pensé que habíais decidido acabar con la bebida Marca España favorita de los guiris! En ese afán vuestro por recortar…

Luego me di cuenta de mi error –estoy lenta con tanto calor–.Todo lo contrario, lo de la sangría era una forma de decir ¡Viva el vino! pero en plan institucional.

Daba un gustirrinín escucharte tan pletórico, tan arriba del todo: “Este magnífico proyecto de futuro que es ‪España‬‬‬‬‬, solo saldrá adelante si cuenta con la participación de todos. Juntos lo vamos a conseguir”. Pensé que ibas a gritar: “¡Podemos!”. El calor otra vez…

Por cierto, ¿lo de “proyecto de futuro” se lo has comentado a Gallardón? Es que no sé si sabes que anda ahí el tío empeñado en pasar a la Prehistoria.

A mí me chifla tu estilo animoso y positivo, Mariano. Tú no eres como esas vecinas retorcidas que únicamente se dirigen a ti para tratar de bajarte la autoestima al sótano: “Hija, qué flaca, qué mala cara tienes, ¿estás bien?”.

No, no, tú solo sales al balcón a gritar las buenas noticias: “Como presidente vuestro que soy, os debo una explicación y esa explicación que os debo os la tengo que dar…”.  Así que cuando el dato del primer trimestre fue chungo dijiste que bah, que en fin, que bueno, que la EPA no era más que una encuesta, “encuestillas de plastilina”.

En cambio, cuando viste que te había salido bueno el último trimestre, te pusiste más orgulloso que un padre cuando sale bueno el melón que eligió en el mercado. Y entonces hablaste de cambio de tendencia y mejora estructural, refiriéndote a la EPA como si se tratara de la EPD, “Es Palabra de Dios”. Y no te sacaste la vuvuzela… porque seguro que la habías tirado al contenedor de los plásticos la noche fatídica en que Chile nos mandó pa casa.

Claro, un gobierno jamás deja pasar la oportunidad de ponerse chulito con un dato objetivamente positivo. Luego ya si los contratos –de los afortunados que consiguen curro, aleluya–, son bolsas de basura y los sueldos son la monda que va dentro de la bolsa… pasando. Esos son detallitos sin importancia.

Y si a algún pesimista amargamonos se le ocurre dar la brasa escéptica ante tal desmelenada euforia y le da por esbozar el argumento de que cada vez tenemos menos valor como ciudadanos en general y como curritos en particular, sacáis a pasear el mantra: “un momentito, ¿tenemos que recordaros que estuvimos al borde del desastre?”, le achucháis a la prima de riesgo de aquel verano –que acojona más que la nena del Exorcista– y chimpún.

Di que sí, Mariano, hay que resaltar lo bonito, que de cosas feas andamos saturados. Por ejemplo, cuando hablaste de Carlos Fabra –“Carlos el del bombo”– fue para decir lo bonito, que era un “ciudadano ejemplar”. Con un par de bolas… de lotería. Que luego el Supremo lo manda a chirona por fraude fiscal, eso es feo, así que chitón.

Cuando tocaba hablar de Jaume Matas, pusiste ojitos tiernos y también dijiste lo bonito: "Quiero para España lo mismo que Matas ha hecho en Baleares". (Ay, yo prefiero muerte) Que luego Jaume va caminito del trullo por corrupción, eso también es feo, así que chitón.

Y cuando el que estaba en entredicho –y hoy entre rejas– era Luis Bárcenas, te apresuraste a decir de él y de Gerardo Galeote –eurodiputado popular– lo bonito nada más: “Ellos afirman su inocencia y estoy seguro de que nadie probará que no son inocentes”. Que luego Bárcenas va y se convierte en una estrella rutilante del lado oscuro, feo, feo, así que te metes en el plasma y chitón… salvo alguna cosa.

Esa jovialidad tuya es pegadiza, tiene tono de “canción del verano”, que es lo que toca ahora. ¡No hay que amargar a la peña, hombre por Dios, justo en esta época de año en que uno solo tiene ganas de torrarse al sol y de que le dejen de penas! ¡Que perdemos 12.000 millones de euros en el rescate y posterior venta de Catalunya Banc, pues nos lo cantamos en plan Georgie Dann con Narcis Serra al piano!:

♬ “Yo me hago un rescatito

que cuesta mucha pasta

pero el españolito

con gusto se la gasta

El rescatito

El alcalde de Valladolid

El rescatito…” ♬

Di que sí, siempre hay que mirar el lado bueno de la vida, como los Monty Phyton, y si faltan camas en los hospitales, ¡nada que ver con los recortes en Sanidad! ¡Eso es que la gente se ha puesto buena, de repente! ¡son los famosos “síntomas de recuperación”! (RISAS ENLATADAS).

En fin, Mariano, gracias por las sonrisas que dibujas en nuestros caretos chuchurríos. Tú disfruta del verano y que la realidad no te estropee una buena EPA.

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