Desde la tramoya

A un concejal del PP: cómo hacer el discurso del momento en cinco pasos

Primero: habla solo de economía. Porque aunque no dependa básicamente de ti ni del Gobierno, si la cosa va bien la gente creerá que es gracias a Rajoy y al PP, igual que atribuyó la crisis de manera simplista a Zapatero. Tienes además la enorme suerte de que el momento de recuperación de la crisis de principios de los 90 le pilló a Aznar en el Gobierno, con lo que la memoria colectiva guarda ese axioma fantástico (por ventajoso y por irreal): PP es crecimiento, PSOE es crisis. De manera que no dejes de hablar de economía. El personal creerá que la mejora es gracias al PP. Si desde la izquierda te desmienten, diles que fueron unos ingenuos negando la crisis y ahora son unos cenizos negando la recuperación.

Segundo: pero sin elevar las expectativas. Al contrario: redúcelas. Si dices que el empleo mejorará en dos puntos y mejora solo en uno, eres un ingenuo. Pero si dices que mejorará en 0,5 y lo hace en ese mismo punto, pasarás por ser un genio. Fue probablemente el peor de los errores del equipo de Zapatero: elevar las expectativas (lo de los “brotes verdes” y todo aquello).

Tercero: di que tu partido es el único que garantiza la unidad de España. Seamos francos, concejal: el PP tiene el país hecho una mierda. Mira el incremento de la desigualdad, el riesgo de ruptura territorial –ahora sí que “España se rompe”–, el brutal desprestigio de la política… Pero entre Podemos pidiendo un proceso constituyente y el PSOE recomponiéndose, parece que nosotros somos lo único seguro. Dedícale un buen párrafo en tu texto a la desunión de la izquierda, a sus broncas… (Por cierto, si discute alguien del PSOE con otro de Podemos en la tele, tú mejor calla y déjales hablar. Lo mejor que puedes hacer es callar y dejar que se peleen entre ellos).

Cuarto: olvídate durante el año que viene de los principios. Sí, es duro, pero más duro sería perder las elecciones por defender unos principios determinados. Así que, te lo digo fríamente: sé que sientes mucho la muerte de miles de inocentes en el vientre de sus madres y el derecho a la vida del nasciturus, pero olvídate de eso… Tú como Rajoy, que después de recibir de su mano unos sobrecillos con billetes de 50, deja que el tesorero Bárcenas se pudra en la cárcel… Y después de decirle al bueno de Camps que quería una España como la Valencia que él presidía, luego le deja caer sin compasión. Vaya con Mariano, je je, ¡y algunos lo tomaban por flojo…! En fin, concejal, que te olvides de los principios: se trata de ganar las elecciones.

Quinto: no dejes de recordar la herencia recibida. Aún funciona. Llevamos ya tres años de Gobierno, los mismos que tuvo el PSOE, más o menos, para responder a su parte de la crisis, pero tú sigue insistiendo. Como los socialistas se han pasado esos mismos tres años últimos reconociendo implícitamente esa herencia, aún funciona cada vez que apelamos a ella.

En resumen: no hagas nada. No te metas en líos. Aprende de nuestro presidente. Ya sabes: piensa en un flotador, en un corcho, en un percebe agarrado a la roca. La ola que viene es buena para dejarte arrastrar por ella. No es muy inspirador, pero ¿quién te dijo que estuvieras aquí para inspirar a la gente?

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