Muy fan de... Alfonso Rus

Cómo no venerar a un número uno. ¡Cómo no admirar al Messi de la política regional, al Nadal de la gestión municipal, al Contador –presunto– de dos millones de peles que brinda al llegar al podio con champán y mujeres…! Alfonso Rus, suspendido de militancia por el Partido Popular pero aferrado a tus cargos en la alcaldía de Xátiva y en la Diputación de Valencia, como el arroz que se pega al fondo de la paella y que muchos aseguran, es el más rico… Déjame que te cuente yo esta vez, Alfonso, soy muy fan.

Ya me había fijado en ti cuando hablaste de tu Ferrari, ese con el que llegaste a toda pastilla a la política, el que prometiste a cada uno de tus votantes, como si fueras “El conseguidor” de aquel programa “Fantástico” que presentaba José María Iñigo a finales de los setenta: "Yo tenía un Ferrari y no querían que lo tuviera. Me lo compré antes de entrar en política y después, me lo cambié. Y por eso me tienen malicia, pero yo digo: si me votáis, tendréis uno".

No sé si sería por el anhelo vecinal de conducir una máquina italiana como la tuya, o porque el maquinón de sacar votos eres tú, has contado durante largo tiempo con el apoyo de tus votantes y con el de tu partido, que ahora te da la espalda y tilda de bochornoso y vergonzoso el recuento de billetes que, supuestamente, llevas a cabo dentro un coche, en plan Soprano –Sopranet, en este caso– junto a Marcos Benavent, el que fuera tu hombre fuerte.

Cómo es la vida, Benavent está hoy tan “en paradero desconocido” como la confianza de los que fueran tus compañeros de partido…

Y no te cansas de repetir un estribillo propio de Mari Trini, ♪Yo no soy esa que tú te imaginas♪, dices que no es tu voz, que ese no eres tú, que como valenciano que eres dices “u” y no “uno”, que jamás has participado en el cobro de comisiones, que van a por ti porque eres el number one, solo te falta añadir que te tienen envidia porque eres guapo, rico y un gran jugador, como Cristiano Ronaldo… en edición de bolsillo.

No te falta razón, eres el número “u” en seguridad en ti mismo, muy líder tiene que sentirse alguien para afirmar: "Dije: traeré la playa a Xàtiva y se lo creyeron. ¡Si yo mando, traigo la playa! Y van y se lo creen todos. ¡Serán burros!".

Es propio de un number “u” mostrar confianza ciega en la ciega confianza de sus seguidores, tus futuros votantes, esos seres capaces, según tú, de comprarte la promesa de una playa en el interior, lo mismo que podrían comprarte un adosado en la luna o el láser disc como el invento tecnológico del siglo, porque eres un seductor irresistible…

Y a tus futuros votantes les puedes llamar “burros” sin que se molesten, seguro de que te seguirán como a la zanahoria que cuelga del palo hasta las urnas, sin mirar a los lados.

El momentazo contante y sonante de esas grabaciones llega justo en tiempo electoral, con nubarrones de sospechas en torno a la política Popular valenciana –una vez más– y en el epicentro del Big One, tú, estando y sin estar.

Sin confirmar, a estas alturas, si serás candidato o no, sin aparecer en la pegada oficial de carteles. Que por cierto, vaya lío, he visto carteles en los que aparece el PP y tú no y otros en los que apareces tú sin las siglas del PP. Ni la marcha de uno de los componentes de One Direction, ha provocado tanto revuelo…

Pero no dudas de tu tirón electoral, dices estar seguro de que si pisas el acelerador, ganarás la mayoría absoluta de largo porque la gente te adora y te llaman “fenómeno” en la tienda de regalos de tu hermana, aunque en el PP nacional no te quieran ni regalao…

Tienes, en fin, la seguridad de un líder supremo. ¡Qué grande, Alfonso, y eso que una vez dijiste: “como soy bajito tengo que gritar más”!

Xàtiva amanece con los carteles de Rus, que se mantiene como candidato

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Si te sirve de algo, los que tratamos de observar la política desde el balcón del humor –único modo a veces de rebajar el veneno ante tanto despropósito– también pensamos que eres el número “u”. Un personaje redondo: tu puesta en escena, tus maneras y tus argumentos no se pueden superar por mucho oficio que uno tenga. Ni el maestro Azcona podría haberte perfilado mejor, qué bien hecho estás para esta comedia marca España que nos tiene desgastada la mandíbula de tanto reírnos de nuestra desgracia y de tanto comérnoslas dobladas…

Así que aquí seguimos, atentos a la jugada, ya nos avanzan que la información que nos llega a través de esas escuchas no será la única ni la última. Ná’, nosotros siempre vamos a por la penúltima, como con las cañas, ¡que para eso somos españoles, qué coño!

O sea, en nuestra línea, disfrutando del esperpento un día más y haciendo recuento de tomaduras de pelo y de pelas, o de peles… ¿cuántas de éstas llevamos ya ? Mil, dos mil, tres mil, cuatro mil…