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Carta abierta a nuestros presidentes y alcaldes

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En la madrugada de hoy, 4 de abril, dos buques han zarpado desde la isla griega de Lesbos y otro desde la de Quíos, con las primeras PERSONAS –los llamamos inmigrantes y solicitantes de asilo–que serán devueltas a Turquía. Previsiblemente, poco después, muchos de ellos serán trasladados a sus países de origen. A cambio, un pequeño grupo de 60 ciudadanos sirios llegará a Alemania escenificando este mercado de personas (one in, one out) con un tope máximo de 72.000, al que los europeos consideramos “solución a la crisis de los refugiados”.

La falta de coherencia con los principios de la propia UE y el respeto a las obligaciones legales internacionales e internas hace posible que los europeos nos apuntemos hoy, 4 de abril, el triste mérito de protagonizar lo que, se disfrace como se quiera, no son otra cosa que deportaciones masivas que privan a seres humanos de los más elementales derechos de los que son titulares. Hace posible que refugiados, desplazados e inmigrantes sean considerados cifras de un trueque que tiene como objetivo dejar de ver el problema en tierra europea, la nuestra, como si de esa manera dejaran de ser nuestro problema.

No pensamos sólo en la negación de la protección internacional efectiva y vinculante (porque es derecho interno en todos los Estados miembros de la UE) que ponemos en marcha hoy, al negar a refugiados y desplazados aquello que estamos obligados a proporcionarles, conforme a la normativa jurídica vigente relativa al derecho de asilo.

Pensamos también en cómo desproveemos de derechos a quienes cínicamente consideramos “culpables” de ser inmigrantes económicos, convirtiendo así en un mal, un ilícito administrativo e incluso penal, lo que no es sino la expresión del derecho básico de autonomía individual, el derecho a buscar una vida mejor. Y eso cuando no se trata pura y simplemente de la respuesta forzosa a la que se ven obligados millones de seres humanos, impuesta por una situación de estado de necesidad que no es fruto del azar.

Nosotros, ciudadanos europeos, vecinos de ciudades y pueblos de Europa, ciudadanos de regiones europeas, no queremos someternos a la ignominia de que en nuestro nombre se revivan las más indignas realidades de las que tenemos memoria, entre alambradas, trenes, ferrys y campos de detención.

Nosotros exigimos a nuestros alcaldes y presidentes regionales, nuestros representantes políticos más cercanos, que se rebelen contra esta “solución”. Precisamente porque queremos que respeten nuestros derechos y libertades, exigimos que sean garantizados los derechos y libertades de esos niños, mujeres y hombres que siguen soñando ingenuamente en Europa como espacio de justicia, libertad y seguridad. Si no se respetan los suyos, los nuestros no valen como derechos, serán privilegios mantenidos con un coste inaceptable.

Otra política migratoria y de asilo tiene que ser posible, debe ser posible, que no manche irreparablemente nuestra condición de europeos. Sabemos que eso exige, con toda seguridad, una transformación del sistema de protección internacional de refugiados y un nuevo marco normativo para los inmigrantes. Ese es un objetivo necesario, urgente, inaplazable, que debe concitar los esfuerzos de intelectuales, políticos, medios de comunicación, pero esa tarea requiere un plazo previsiblemente no inmediato.

Amnistía Internacional señala que Turquía, el “país seguro” de la UE, detiene y expulsa a refugiados a diario

Amnistía Internacional señala que Turquía, el “país seguro” de la UE, detiene y expulsa a refugiados a diario

Mientras tanto, les pedimos a ustedes, a quienes elegimos como nuestros representantes más cercanos, que se alcen contra la aplicación de este acuerdo entre la UE y Turquía, que sólo va a prolongar el sufrimiento de tantos seres humanos, desplazar sus rutas de huida y esperanza, favorecer a quienes se lucran con esta situación. No basta ya con decir basta. Les exigimos otras políticas. ¡Actúen!

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Los firmantes de este texto son Javier de Lucas, Fernando Flores, Belén Cardona, Pepe Reig, Ana Valero, Joaquín Urías y Almudena Bernabeu, colaboradores del blog de derechos humanos Al Revés y Al Derecho, que se publica en infoLibre.

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