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Lo que les conviene a Podemos y PSOE. Respuesta a Luis Arroyo

Ignacio Sánchez-Cuenca

En su artículo del pasado viernes, Luis Arroyo tuvo la amabilidad de continuar un debate, que creo es importante, acerca de qué es lo que realmente les conviene a PSOE y Podemos en esta situación política tan incierta que estamos viviendo. En un artículo mío anterior, yo había defendido que lo mejor para el PSOE es gobernar con Podemos y lo mejor para Podemos es dejar gobernar al PSOE con Ciudadanos y quedarse en la oposición.

En condiciones normales, no debería ser tan difícil llegar a un acuerdo acerca de qué es lo que pretenden los partidos y qué deben hacer para conseguir sus objetivos. Sin embargo, el resultado de las elecciones es tan complicado y los partidos se mueven con tanto tacticismo que resulta difícil saber verdaderamente qué quieren y qué es lo mejor para ellos.

Me gustaría subrayar que en este caso no se trata de promover una opción personal. Yo he abusado de la paciencia de los lectores de infoLibre ofreciendo durante bastantes semanas argumentos para defender un gobierno de coalición de izquierdas. Pero ahora, como digo, me propongo dejar mis preferencias personales al margen y oficiar de analista frío de la realidad.

En este sentido, los argumentos de Luis Arroyo me parecen certeros y corrigen algunas de las cosas que yo escribí, pero creo que no van al meollo de la cuestión. Incluso si todo lo que señala Arroyo fuera cierto, seguiría habiendo buenas razones para defender la tesis de que lo mejor para el PSOE es gobernar con Podemos y lo mejor para Podemos encabezar la oposición de izquierdas.

Para no perdernos en minucias y asuntos laterales, dividiré este artículo en dos partes, presentando en cada una de ellas una especie de “memo de estrategia” que, humildemente, me gustaría hacer llegar a los dos partidos.

1. Podemos

Lo mejor para Podemos es que gobiernen PSOE y Ciudadanos con la abstención del PP y el voto en contra de Podemos. Si ello no es posible, lo segundo mejor es que Podemos se abstenga y deje gobernar a PSOE y Ciudadanos. Las razones son las siguientes:

PRIMERA. Si Podemos quiere llegar a superar electoralmente al PSOE, lo mejor que puede hacer es dejar que el PSOE gobierne con Ciudadanos. Durante el tiempo que durase la legislatura, Podemos insistiría en su crítica principal a los socialistas: estos dicen una cosa en la oposición y hacen otra distinta en el poder. La crítica continuaría así: habiendo tenido la oportunidad de pactar con Podemos, los socialistas habrían preferido irse con Ciudadanos, un partido que el propio PSOE calificó de derechas durante la campaña electoral del 20D. Podemos tendría de este modo un margen muy amplio para presentarse a la ciudadanía como el único partido realmente de izquierdas y fustigaría al PSOE cada vez que este tuviera que hacer alguna renuncia. Con ello aceleraría el desgaste del PSOE y tendría una oportunidad razonable de quedar como primer partido de la izquierda en las próximas elecciones generales.

SEGUNDA. Podemos es un partido en crecimiento. Nació hace muy poco tiempo, tiene apenas dos años de vida y en la actualidad suma alrededor de un 20% del voto. Es un partido que encarna una esperanza frente a los dos grandes partidos tradicionales con experiencia de gobierno, PSOE y PP. A un partido tan joven y en crecimiento no le conviene gobernar y, menos aún, en una posición subalterna. Si gobernara, muchas de las esperanzas depositadas en Iglesias y los suyos se vendrían abajo. Podemos descubriría la resistencia que opone la realidad política (recortes impuestos por la Comisión y el Eurogrupo, fuerte endeudamiento de España, oposición frontal de las élites económicas y mediáticas del país, escaso margen de maniobra, Gobierno dividido, etc.). Muchos de sus votantes pensarían que los logros de un Gobierno con Podemos son escasos, generándose una decepción que podría tener un elevado coste electoral en futuras elecciones.

TERCERA. Si Podemos gobernara con el PSOE, mucha gente podría llegar a preguntarse por su capacidad para poner en práctica políticas. Al fin y al cabo, Podemos no tiene apenas experiencia de gobierno ni dispone todavía de cuadros técnicos con los que hacerse cargo de la administración del Estado. El PSOE, en cambio, si algo tiene, es experiencia de gestión y un sinfín de expertos con conocimiento directo de las políticas. Por eso, al PSOE le resultaría relativamente fácil responsabilizar a Podemos de los fracasos y meteduras de pata que pudiera cometer un gobierno de coalición de izquierdas.

CONCLUSIÓN: llegado el momento de la verdad, lo que más le conviene a Podemos es dejar que gobierne el PSOE con Ciudadanos.

2. PSOE

El PSOE ha perdido a la mitad de sus votantes con respecto a 2008. Muchos de ellos, como es evidente, se han ido a Podemos. Las fugas a Ciudadanos, en cambio, han sido pequeñas. El principal reto del PSOE es doble: recuperar a esos votantes decepcionados que dejaron de apoyar al partido y atraer a votantes jóvenes que hoy ven al PSOE como una organización gastada, demasiado dependiente de las élites económicas y mediáticas del país. En esas condiciones, las razones del PSOE para gobernar con Podemos son las siguientes.

PRIMERA. Pactando con Podemos, lanzaría un mensaje nítido a todos sus antiguos votantes de izquierdas: el PSOE se compromete con un cambio de progreso en España, igual que ha hecho el Partido Socialista en Portugal. Pudiendo elegir entre el liberalismo de Ciudadanos y el izquierdismo de Podemos, pierde el miedo y opta por este último, reconciliándose con quienes piden políticas más decididas a favor de la igualdad y la justicia social.

El pretexto de la España rota

SEGUNDA. En un Gobierno con Podemos, es probable que los gestos y medidas más estridentes correspondieran a este partido. El PSOE podría entonces presentarse como víctima del amateurismo y del dogmatismo ideológicoamateurismo del equipo de Pablo Iglesias, demostrando que el partido realmente capaz de poner en marcha reformas políticas es el PSOE. Lo más seguro es que a lo largo de la legislatura hubiera desencuentros y malentendidos que podrían erosionar la imagen de ambos partidos, pero el desgaste, creo, sería más grande para Podemos.

TERCERA. Al formar Ejecutivo con Podemos, el PSOE lograría que el nuevo partido perdiese su virginidad política, “manchándose” en la tarea de gobierno. Las expectativas sobre Podemos se desinflarían en buena medida y pasaría a ser un partido más, voluntarioso, pero con tantas dificultades para cambiar las cosas como el resto de partidos. Una vez “normalizado”, Podemos perdería una parte importante de su atractivo. No podría presentarse como una fuerza excluida por las élites y los poderes fácticos, habría tenido su oportunidad igual que los otros.

CONCLUSIÓN: Si el PSOE gobierna con Podemos, tendrá más fácil recuperar a sus votantes de izquierda y conseguirá neutralizar muchas de las ventajas que en estos momentos Podemos tiene frente al PSOE.

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