La portada de mañana
Ver
La red infinita del lobby de la vivienda: fondos, expolíticos, un alud de 'expertos' y hasta un pie en la universidad

Plaza Pública

La exigencia de renuncia a Rajoy

Odón Elorza | Manuel Escudero

No sabemos si Rajoy es consciente del paso que ha dado al aceptar el encargo del rey porque ya no puede interpretarlo a su conveniencia. De modo que si persiste en no fijar una fecha ante el Congreso en un plazo razonable o si rechazara someterse a la sesión de investidura, no tendrá otra salida que renunciar a ser candidato en esta legislatura y ceder el testigo a otra persona.

Si pasan las semanas y seguimos en este impasse inédito, debieran ser muchas las voces que se vayan sumando a esta petición para que Rajoy deje paso a otra candidatura diferente. Y si el PP no asumiera esta exigencia de ética democrática, Pedro Sánchez tendría que dar de nuevo el paso para responder a semejante escándalo, tomando la iniciativa y liderando una solución alternativa.

Las fuerzas políticas, los medios de comunicación –perdón por la ingenuidad– y la movilización de la ciudadanía tendrían que reclamar la renuncia de Rajoy, un personaje que ha hecho méritos sobrados para ser considerado como un presidente indigno de una democracia en España, por más que incrementara sus votos el 26J.

El sistema democrático no podría permitir otra burla de Rajoy a lo establecido en la Constitución. Pedro Sánchez actuó con responsabilidad y en defensa del proceso democrático en marzo, cuando abrió el debate hacia su investidura y, además, permitió que empezara a correr el plazo de disolución de las Cortes.

Sin embargo, la gran mayoría de los medios de comunicación están estrechando el cerco de la presión sobre Pedro Sánchez, siguiendo el discurso de conveniencia partidista que marca la derecha política y económica en favor de una abstención del PSOE para investir a Rajoy. Es un ejercicio vergonzoso alejado de la objetividad y de la defensa del interés general de la ciudadanía.

Hay que recordar que el mayor responsable del impasse o de la lentitud con que avanza el proceso de investidura es el propio Rajoy. Porque, Don Mariano, se ha convertido en el auténtico factor de bloqueo al imposibilitar el entendimiento del PP con los demás partidos, incluso con aquellos que resultan afines ideológicamente.

La razón de su aislamiento es innegable. Rajoy personifica el cáncer de corrupción que ha inundado al PP y la condición de enemigo de la regeneración institucional. Por eso tenía que haberse apartado ya de la política y cedido la candidatura a la Presidencia a una persona "limpia" en su partido. Si la hay.

Pero conscientes de la imposibilidad de que Rajoy realice un gesto de moral pública, llena de indignación su capacidad para enmarañar más el proceso de investidura con su arrogancia, incapacidad negociadora y con sus habituales indecisiones. En este caso porque no ve las cosas claras y, por tanto, no quiere arriesgarse a salir derrotado en las votaciones del Congreso.

Este dejar pasar el tiempo de don Tancredo, como si fuera el dueño del destino del país, provoca de nuevo una grave situación que no es culpa del PSOE. Ni siquiera de Ciudadanos que, siendo la fuerza más afín al PP, sigue dudando sobre el alcance y contenidos de los acuerdos con el PP. Quieren acertar a la hora de defender mejor su espacio electoral para no verse arrastrados y anulados por su casa matriz.

De manera que Rivera debería dejar de despistar metiendo presión a los socialistas para que cambiemos el no a la investidura de Rajoy. El problema y la indecisión radican en Ciudadanos y tendrán que definirse pronto.

Rubalcaba urge a un pacto de Estado que dé “autoestima” y “cohesión”

Podemos y el plato de lentejas

_______________________

Odón Elorza es diputado socialista por Gipuzkoa en el Congreso de los Diputados y Manuel Escudero es economista. 

Odón ElorzaManuel Escudero

Más sobre este tema
stats