Plaza Pública

El Podemos que me ilusiona

E. Rodríguez | P. Sastre | E. Neila

El proceso que se abrió con la II Asamblea Ciudadana Autonómica de Madrid ha sido muy valioso para muchos y muchas militantes de base de Podemos en Madrid, tanto por el camino recorrido como porque a algunos nos ha demostrado que hay en nuestra organización un Podemos que nos sigue ilusionando como el primer día. Cuando supimos del inicio de este proceso, fieles y obedientes, y atendiendo las instrucciones de nuestro Secretario General que había pedido nuestra participación y un debate de ideas, nos pusimos manos a la obra, aunque con cierto escepticismo.

Todos compartíamos un gran desánimo y la sensación de que ese proyecto que tanto nos había hecho vibrar en el pasado se presentaba en todos los medios como un proyecto herido. Eso, contra todo pronóstico, consiguió finalmente darnos fuerzas para seguir construyendo una organización que, pensamos, debe ser la herramienta fundamental del cambio político en nuestro país y en la Comunidad de Madrid. Decidimos no resignarnos a dejar a la deriva el proyecto político democrático con más potencial de las últimas décadas sin pelear por ello. Por eso desde Anima Podemos, el equipo del que yo formaba parte, nos autoproclamamos como emisores de la voz y perspectiva de la militancia de base, compartiendo con la organización nuestros anhelos insatisfechos y nuestras necesidades.

Sabiendo de las difíciles circunstancias en las que este proceso se producía, nos bautizamos con ese nombre, Anima Podemos, y nos impusimos la tarea de cohesionar y levantar el ánimo de nuestros compañeros y compañeras. Queríamos revitalizar una organización que necesita estar viva si quiere ser útil para la mayoría de nuestro país en general, y para la Comunidad de Madrid en particular. Cada uno se hizo cargo de aquello que le apetecía hacer y, de manera espontánea, entre todos, a pesar de ser pocos, conseguimos repartir el trabajo. Incluso tuvimos una especialista en redes y prensa, que consiguió darnos visibilidad como equipo.

El objetivo inicial era tan solo redactar los documentos organizativos para la primera fase del proceso, pues no nos atrevíamos a redactar los políticos dado que nos sentíamos poco preparados para dicha tarea. Temerosos de que fuera requisito presentar documentos en todas las categorías enviamos una comisión a la Universidad de Podemos con el objetivo de recabar información para esbozar unos documentos políticos. Fue allí donde nos dimos cuenta de que nuestro análisis era igual de legítimo que el resto, que bastaba con describir y compartir nuestras sensaciones para tener un buen documento y hacernos escuchar.

Una vez redactadas nuestras impresiones y nuestro análisis nos tocó salir del anonimato. Nosotros y nosotras, militantes de base que no estamos acostumbrados a hacer este tipo de cosas, decidimos dar el salto y visitar a los Círculos, presentar nuestras ideas y defenderlas. No nos veíamos capaces, pero allá fuimos. En los primeros debates pudimos observar la excelente acogida que tenía nuestro mensaje de ánimo y esperanza, nuestra valoración positiva del camino andado y los éxitos logrados. Interpelamos a la unión, la colaboración y la asertividad.

A nuestro alrededor, claro, estaban los compañeros que habían redactado los demás documentos con un discurso notablemente más técnico que el nuestro que era, sin duda, el más amateur de todos. Pero enseguida vimos que nuestro mensaje calaba en los compañeros, y que poco a poco iban interiorizando un discurso ilusionante. La primera en dar este giro fue precisamente Rita Maestre. Desde su posición fue capaz de dar un viraje al proceso de esta II Asamblea Ciudadana: personas que nos autopercibíamos como intranscendentes nos veíamos de nuevo en el meollo del debate de Podemos e influyendo en el resto de compañeros.

De hecho, llegando ya al final de nuestras exposiciones, casi todas las candidaturas se aproximaron a valorar transaccionar con nosotros, pero percibimos que la mayoría de estas negociaciones eran intentos de absorción. Hubo sin embargo una candidatura, la de Rita, que se avino a discutir nuestros contenidos de tú a tú, con humildad y honestidad. Lo cierto es que no lo esperábamos y nos vimos muy gratamente sorprendidos. Teníamos el propósito de mantenernos como militancia de base sin abandonar nuestra esencia y unirnos con ellos generó un cierto debate en el grupo original, pero la oferta era irresistible: parte de nuestras propuestas se integraban con un equipo fuerte y de pronto tenían la oportunidad de ser una realidad para Podemos en Madrid.

Pensando Vistalegre

Hemos aprendido durante el camino recorrido lo que nos hubiera gustado saber desde el primer día y nos hemos cultivado políticamente de manera exponencial. Nos hemos llenado de ilusión y hemos encontrado el ánimo que algunos medios no nos dejaban ver, y que siempre ha estado ahí. Viendo ahora con perspectiva la decisión tomada, ahora que ya estamos en la fase de elegir a las personas, es decir, a la Secretaría General y al Consejo Ciudadano, en la que no participamos como protagonistas, sino que hemos recuperado nuestro rol de militantes de base, nos sentimos muy dichosos de haber tenido la oportunidad de conocer y tratar a Rita, Tania, José Manuel, Hugo, Clara, Rodrigo, ... a quienes reconocemos como nuestros iguales y de los que sin duda podemos afirmar que sí nos representan. Adelante.

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Ernesto Rodríguez, Pablo Sastre y Eva Neila son miembros de Anima Podemos, el proyecto integrado en la candidatura de Rita Maestre

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