Desahucios

Cospedal tacha los escraches a políticos de “nazismo puro”

INFOLIBRE

La escalada de críticas del PP hacia la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) por promover los señalamientos públicos en las casas de dirigentes conservadores parece no tener fin. De llamarles "filoetarras" pasa ahora a denominarles, directamente, nazis.

Ahí las palabras que dejó hoy sábado María Dolores de Cospedal. La secretaria general del PP calificóde "nazismo puro" los escraches que están sufriendo diversos miembros de su partido y aseguró que responden a un "espíritu totalitario y sectario" que recuerda a la España de los años 1930. En un acto de su partido celebrado en Madrid para reivindicar el valor de la política, Cospedal afirmó que en aquellos años previos la Guerra Civil y en otros momentos de la historia española "se iba a señalar a las casas a ciertas personas por pertenecer a determinados grupos". "Y decían: 'Están ahí y tenéis que ir a atacar'. ¿Pero esto qué es? ¿Qué es esto de tratar de violentar el voto?", se preguntó, para responderse enseguida: "Esto es nazismo puro".

La presidenta manchega añadió que "por muy loable" que pueda ser la causa de quienes acuden a estos actos, "pierde todo el sentido cuando se ejerce la violencia". "No refleja más que un espíritu totalitario y sectario y es lo más contrario a la democracia".

Cospedal explicó que el PP tiene la responsabilidad de devolver la confianza a los españoles en las instituciones y en la política. "No es fácil, porque algunos están empeñados en que esa confianza no vuelva", señaló. "Y no se consigue nada acosando", añadió, para aclarar que se niega a emplear la palabra escrache cuando se quiere decir acoso. A su juicio, es además injusto que se produzcan contra un partido "que por primera vez" se preocupa de los desahucios y que tramita una ley hipotecaria con medidas para evitarlos. "Y hoy se está persiguiendo a aquellos que están tratando de ayudar a los desahuciados por aquellos que antes no hicieron nada", agregó.

La secretaria general indicó que el PP quiere "hablar de lo que habla la sociedad", en este caso, la política y la corrupción. Citando a Margaret Thatcher, fallecida el pasado lunes, 8 de abril, aseveró  que el objetivo de un partido político es llevar "armonía donde hay disturbios, la verdad donde hay errores, fe donde hay dudas y esperanza donde hay desesperación". Reivindicó estas organizaciones como instrumentos imprescindibles para la democracia y advirtió del peligro de ponerlos "en la diana".

Las culpas, al PSOE

El vicesecretario general de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons moderó el acto, organizado como un intercambio de opiniones bajo el título de Los políticos no son el problema y que es el segundo de los debates organizados dentro de la campaña Juntos podemos. Pons también se refirió a los escraches. Dijo ser "consciente" de la desazón hacia la política y de que esta debe ser ejemplar. "No somos vecinos incómodos, somos vecinos elegidos, no somos vecinos señalados", añadió.

A su juicio, parte de lo que pasa es culpa de un PSOE "huérfano de ideas, seco de ideas, que está permitiendo que la calle lidere lo que [Alfredo Pérez] Rubalcaba no es capaz de liderar en el Parlamento", dijo. Y aprovechó para rechazar la reforma fiscal que está presentado el Partido Socialista. "No se trata de que los que trabajan paguen más, sino que de que trabajen más para que paguen menos", sentenció, para acusar a los socialistas de presentar como nuevos proyectos que ya habían planteado en el pasado.

La hoja de ruta "diseñada por la izquierda"

El diputado Antonio Gallego tomó también la palabra para pedir "parar más pronto que tarde" los escraches, actos de "lapidación" que requieren "mano de hierro y guante de seda" por parte de las autoridades, a las que urgió a intervenir. "Hace un mes que vivo en el escrache, vivo en Cataluña, y lo estamos pasando muy mal en las últimas semanas. Quiero pedir que el partido esté más firme que nunca. Algunos quieren que no haya políticos, pero no se sale de esta sin políticos", ha dicho.

Su compañero de filas Pablo Casado, presidente de Nuevas Generaciones de Madrid y uno de los cachorros de Esperanza Aguirre y José María Aznar, añadió que los escraches forman parte de una "hoja de ruta" contra el PP diseñada por la izquierda y los nacionalistas. "Lo hacen con métodos violentos. No es nuevo –afirmó–. Es pura ingeniería social. Lo hacen con un fin, recuerdan demasiado a la España o la Alemania de los 30. Lo primero que hay que hacer es cumplir la ley, empezando por la propiedad privada".

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