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El PP intenta evitar que la reforma de la Ley del Aborto desate una crisis interna

El PP impone su mayoría en la nueva ley hipotecaria y la oposición le acusa de aplicar “el rodillo”

"Cambiaremos el modelo de la actual legislación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores". Llevar esta promesa a la página 108 del programa electoral con el que el PP concurrió a las elecciones de 2011 costó cierto debate interno en el seno del partido. Se optó por esta fórmula poco concreta para evitar herir al electorado más conservador y, al mismo tiempo, no azuzar al enfrentamiento entre diferentes sectores de la formación. Ahora, la ley va tomando forma, la dirección del PP es consciente de lo "sensible" de la materia y pretende manejar el tema con sumo cuidado. 

"No nos podemos permitir ni fracturas internas ni más protestas en las calles. Es una promesa electoral y tenemos que ser responsables, llevarla a cabo y cumplir las leyes. La crisis económica debe ser nuestra preocupación. No valen debates estériles", asegura un dirigente conservador. Esta tesis es ampliamente compartida en las filas del PP. Como el hecho de que enzarzarse en una pelea dialéctica interna a cuenta de la mayor o menor amplitud de la reforma de la ley del aborto sólo beneficiaría a los socialistas.

En el PP apelan a la "responsabilidad" de sus miembros para augurar que, salvo casos puntuales, la ley del aborto no va a generar una fractura interna. "Habrá discrepancias, es posible. Pero no estamos para batallas internas porque el debate parlamentario de la ley se augura largo y complicado con el resto de grupos", señala un diputado.

Más temor les suscita la reacción de los sectores más conservadores de su electorado. Este martes, por ejemplo, representantes de las asociaciones 'Provida' insistieron en que "es posible llegar a una ley de aborto cero en España", informa Europa Press. Y hace unas semanas, un grupo de manifestantes provida, convocados por la plataforma Impulso Joven (IJ), se concentraron este sábado por la tarde frente al Ministerio de Justicia para pedir al ministro Alberto Ruiz Gallardón que no sea "gallina" y cumpla con su compromiso de derogar la Ley del Aborto. Portaban caretas con el rostro del titular de Justicia y algunas gallinas.

Rouco advierte

La reforma de la legislación sobre el aborto tiene puestos sobre sí todos los focos después de que este lunes el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, exigiera al Gobierno de Mariano Rajoy que cambiara ya la ley vigente, además de la que regula el matrimonio entre personas del mismo sexo. En el PP sostienen que fue casualidad, pero horas después de que Rouco apremiara al Ejecutivo a hacer estas reformas, Gallardón aseguraba que con la legislación que están elaborando el peligro en la vida de la madre deberá "acreditarse".

Pese a lo supuestamente "casual" de la sucesión de estos acontecimientos, el PP se esforzó este martes en pintar un escenario en el que los obispos no mandan. Empujó a ello la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, que en rueda de prensa en el Congreso de los Diputados advirtió a los conservadores de que no van a consentir que las normas las dicten los obispos.

"Si el Gobierno del PP va a ir de la mano con los obispos para modificar la ley del aborto, para volver a limitar la libertad de las mujeres, ya anuncio que el PSOE exigirá que se denuncien los acuerdos con la Santa Sede", sentenció Valenciano. 

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"Los obispos opinan, pero no hacen las leyes"

La respuesta a los socialistas –y quizá también a la Conferencia Episcopal– vino por parte de Alfonso Alonso, portavoz del PP en el Congreso y que representa las posiciones más moderadas dentro de la formación: "En España las leyes las hace el Parlamento. Los obispos opinan, pero no hacen las leyes. Y la Constitución la interpreta el Tribunal Constitucional", aseguró en la Cámara Baja después de reunirse a puerta cerrada con todos los diputados de su Grupo. Además, recordó que su formación "siempre" defendió que iba a modificar esta ley.

"Seguramente haremos una reforma que no guste mucho a los obispos, no lo sé. Y es la que viene con los términos de la interpretación de la doctrina de 1985 del Constitucional, que se adhiere también a los compromisos del programa del PP", señaló. Además, restó valor a las advertencias del PSOE relacionadas con la denuncia del Concordato. "Es lo que dice siempre cuando no gobierna", afeó a los socialistas, al tiempo que insitió en que "la relación con la Iglesia está  regulada en el Concordato y ese es su marco de actuación". Una respuesta a la propuesta de Valenciano de incluir a la Iglesia en la Ley de Transparencia.

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