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Las cuentas del PP

La Policía ofreció a Castro y Horrach contravigilancia tras detectar que se les espiaba

El juez Castro y el fiscal Horrach en la Jefatura de Policía de Palma, en 2009.

La Policía abrió en Palma una investigación para averiguar quiénes y por orden de quién habían investigado en 2010 al juez José Castro y al fiscal anticorrupción Pedro Horrach y les ofreció contravigilancia y protección, aseguraron ayer fuentes conocedoras de aquellos hechos. Ese año, Castro y Horrach, ahora en el primer plano informativo por el caso Urdangarin, ya instruían el sumario del Palma Arena, que costó al expresident balear Jaume Matas afrontar el pago de una fianza de tres millones para evitar la prisión.

Y fue también ese año cuando, como adelantó ayer infoLibre, el PP contrató a una conocida agencia de detectives de Palma. Según la primera versión oficial, el objetivo no era vigilar al juez y al fiscal sino  investigar si diputados socialistas habían sufragado con fondos públicos un viaje privado. La segunda versión, difundida ayer por la mañana, sostenía que se trataba de "cargos públicos" pero no diputados. La tercera y última de momento mantenía que esos cargos públicos no pertenecían al PSOE. La prensa balear ha bautizado ya el caso como el #baleargate

Las pesquisas policiales, y así lo confirmaron ayer directivos del sector de seguridad privada, incluyeron una inspección a la agencia palmesana Cabanach Detectives, aquella que precisamente en 2010 fue contratada por el PP para una investigación privada. La agencia, que negó y niega haber participado en una operación de ese signo, recibió 4.176 euros en 2010 mediante tres facturas.

Entonces, y tras la derrota de Jaume Matas en 2007, el PP permanecía en la oposición. Los socialistas gobernaban con una amplia coalición denominada Pacte de Progrés de la que inicialmente formó parte Uniò Mallorquina (UM), un pequeño y poderoso partido bisagra que acabó primero diezmado y luego extinguido tras un rosario de condenas por corrupción. En febrero de 2010, el PSOE (PSIB) expulsó a UM de todas las instituciones donde compartía gobierno.

Las fuentes consultadas relatan que tanto el juez como el fiscal rehusaron el ofrecimiento policial de desplegar un dispositivo de contravigilancia y de darles "algún tipo de protección" y decidieron seguir adelante con sus investigaciones, que asestaron un durísimo golpe al PP balear. Abierto para dirimir la legalidad del disparatado sobrecoste del velódromo palmesano –pasó de 40 millones a 110–, el sumario Palma Arena constituye el germen del caso Urdangarin caso Urdangarin y de otras 26 piezas separadas.

"A lo mejor lo hubiésemos hecho"

La Policía no alcanzó ninguna conclusión definitiva sobre los autores materiales del espionaje judicial ni sobre la identidad de quienes lo encargaron. Pero una idea quedó clara: Castro y Horrach habían estado en el punto de mira de investigadores privados.

En diciembre de ese año, el periódico La Gaceta, del grupo Intereconomía, lanzó una batería de informaciones que cuestionaban la honestidad de Castro y Horrach. El contenido de los artículos, alusivo a la compra de sus respectivas viviendas y que denotaba un largo, complejo, caro y profuso rastreo, no logró manchar la imagen del tándem jurídico más temido por los corruptos del archipiélago

Los detectives de Cabanach, a cuyo despacho acudieron agentes policiales cuando comenzaron a investigar el espionaje, negaron cualquier participación en seguimientos u otro tipo de vigilancia que tuviera por objeto a Castro y Horrach. “Jamás habríamos aceptado un encargo de esas características”, dijeron ayer personas próximas a Cabanach Detectives.

El martes por la noche, Miquel Ramis, que en 2010 era secretario general del PP balear, negó a infoLibre que los pagos a Cabanach guardasen relación con el espionaje a Castro y Horrach. Y adujo que los 4.176 euros constituían el precio de una investigación encargada por el partido a esos detectives para determinar si “dos o tres diputados socialistas” habían sufragado con fondos públicos un viaje privado a Andalucía.

Tras subrayar que de aquel encargo quedó como prueba una factura, este diario formuló a Ramis la siguiente pregunta: si el objeto real de la investigación hubiera sido la vigilancia o rastreo de datos sobre el juez y el fiscal, ¿aparecería ese concepto en la factura? Tras un recordatorio sobre sus críticas a “cierta gente de la carrera judicial”, el portavoz del PP balear y diputado en el Congreso respondió así: “Le digo que no es el caso. Y que si hubiéramos tenido que hacerlo pues a lo mejor lo hubiésemos hecho. Lo que pasa es que esta factura tiene que ver con la investigación de unos diputados socialistas, dos o tres, no me acuerdo”.

Ayer, en una nueva conversación con infoLibre, Ramis sostuvo que la referencia a hipotéticas vigilancias de jueces y fiscales sólo había sido una expresión jocosa. Y que, en resumen, jamás se le ocurriría al PP vigilar a un magistrado o a un representante del ministerio público.

Hablaba "de memoria"

Horas antes de esta segunda conversación con infoLibre, Ramis había vertido unas declaraciones que implicaban, o aparentaban implicarlo, un desmentido de la información publicada. En declaraciones a la Cadena Ser, el portavoz conservador negó “rotundamente” que hubiese hablado de diputados.

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Tras conocer esas declaraciones, este diario comunicó al PP y al propio Ramis que, por lo espinoso y delicado del asunto, la charla había sido grabada en evitación de errores. El diputado matizó su versión para afirmar que fue él quien cometió “un error” al hablar de parlamentarios. El origen de ese error, dijo, fue que hablaba “de memoria”. La noche antes, había dicho en cuatro ocasiones que la investigación giraba en torno a diputados socialistas.

También la noche antes, y al desgranar aquel “seguimiento de gastos” de "dos o tres diputados socialistas”, Ramis explicó así el porqué de su buena memoria: “Es verdad que hicimos una investigación y yo tengo tanto detalle de esto porque era secretario general del partido en aquel momento y evidentemente me acuerdo de que cuando era secretario general estuvimos viendo los gastos de unos diputados socialistas que estuvieron desplazados y tal pero al final decidimos que no tenía contenido político y no lo utilizamos. Y punto”.

Pero hubo un nuevo –el tercero- viraje de versión oficial. A primera hora de la tarde y antes de volver a hablar con este diario, Ramis pasó a relatar que los “cargos públicos” investigados por la agencia Cabanach a petición del PP ni siquiera eran del PSOE. “He podido mirar el informe y no eran socialistas”, anunció luego a infoLibre sin facilitar tampoco ahora la identidad de los verdaderamente espiados. ¿Es posible ver ese informe? “Lo estamos estudiando”, contestó. Eran las seis y media de la tarde. Anoche, todavía no había rastro del informe.

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