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Los 'papeles de Bárcenas' agravan la mala relación entre Aznar y Rajoy

El 'caso Bárcenas' agrava la mala relación entre Aznar y Rajoy

Hay hemeroteca de sobra, fotos, vídeos, gestos y palabras para concluir que no es ningún secreto que la relación entre Mariano Rajoy y José María Aznar en los últimos años ha sido fría. Hablaban por teléfono cuando hacía falta, coincidían cuando el protocolo o los actos de partido lo requerían y hasta ahí. Poco más. Así ha ocurrido desde que el ahora líder del Ejecutivo ocupa la presidencia del PP. Una relación dominada por la tensa calma: Rajoy, acostumbrado a que su antecesor le marque el paso, ha optado siempre por escuchar sus críticas, responder con respeto y esperar a que la enésima polémica se cerrase por sí sola. Ya hizo gala de esta actitud en el XVI Congreso Nacional del PP (junio de 2008), en uno de los discursos más duros contra Rajoy que se le recuerdan a Aznar, quizá por el momento elegido, cuando el candidato acudía tras una etapa precongresual en la que fue fuertemente cuestionado.

Esta semana sus gestos volverán a estar en punto de mira. Ambos tienen una cita el domingo en la clausura de la escuela de verano de la Fundación para el Estudio y los Análisis Sociales (FAES), el laboratorio de ideas del PP que lidera su presidente de honor. A nadie se le escapa que la cita llega en un momento delicado para la formación que ambos han liderado, con uno de los hombres más importantes en la estructura del partido, Luis Bárcenas, encarcelado.

Cuentan en el PP que son precisamente este hombre –el extesorero– y todo lo que la investigación sobre el caso Gürtel ha aflorado los elementos aglutinadores del "enfado" que Aznar ha exhibido en las últimas semanas. Pese a que los roces vienen de lejos,nadie oculta en el partido que este escándalo y la publicación de los papeles de Bárcenas ha supuesto un punto de inflexión en una relación que ya venía "tocada" de lejos. En las últimas semanas, los aznaristas –un grupo con cada vez menos poder orgánico en el PP– se lamentaban de que el partido no estaba siendo lo suficientemente contundente a la hora de defender a Aznar ante informaciones, publicadas por El País, que apuntaban a que la trama corrupta liderada por Francisco Correa había corrido con algunos de los gastos de la boda de su hija.

Es en este contexto en el que el PP entiende la dura entrevista contra Rajoy y contra el PP que Aznar ofreció el 21 de mayo en Antena 3 en la que llegó a amagar con volver a la política. Tras atacar a Prisa, el grupo mediático que ha publicado estas informaciones –y al que ha denunciado– el presidente de FAES mantuvo que se trata de "una mala información, cuyo origen está localizado". ¿A qué "origen" se refería? La versión que circula en el partido es que el expresidente del Ejecutivo está convencido de que esas informaciones tienen su "origen" en filtraciones que parten de la dirección nacional del partido, concretamente de la secretaría general, en manos de María Dolores de Cospedal. Quienes se abonan a esta teoría recuerdan cómo, a mediados del pasado enero, cuando se publicó que la cúpula del PP había estado recibiendo cobros en negro su respuesta fue: "En el PP quien la hace la paga, y que cada uno aguante su vela".

Hay también quien apunta más alto que a Cospedal a la hora de atribuir la revelación de datos sobre el expresidente y su familia, a Rajoy directamente. "Aznar no aparece en los papeles de Bárcenas; Rajoy, sí. Sin embargo el expresidente ya se ha llevado más portadas en la prensa que Rajoy"papeles de Bárcenas, observa un dirigente regional.

¿Contraprogramación?

Precisamente este lunes, Cospedal y Aznar coincidirán en Guadarrama (Madrid) durante la presentación de los cursos de FAES. La número dos de Rajoy acude al acto inaugural el mismo día que el partido ha convocado a su Comité Ejecutivo Nacional, el primero después de que el extesorero de la formación, Luis Bárcenas, ingresase en prisión. Los fieles a Aznar no ocultan su malestar por el hecho de que la dirección nacional del partido haya decidido convocar a su órgano de dirección el mismo día en el que arranca la tradicional escuela de verano. E insisten en que esta fecha ya se conocía "desde hace semanas".

Por el contrario, en el PP alegan cuestiones de agenda y de la dificultad de cuadrar una cita a la que, presidida por el presidente del Gobierno y del PP, acuden barones, algunos alcaldes y dirigentes de todo el territorio nacional. Sólo un día después, el martes 2, Aznar volverá a la carga presentando un documento en el que su fundación propone una reforma fiscal. Tanto en Antena 3, como semanas después, el 10 de junio, en el Club Siglo XXI, el presidente de honor de los conservadores abogada por una baja de impuestos. Una petición que, a tenor de lo visto en el último Consejo de Ministros, tendrá que esperar hasta, al menos, 2015.

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Si los aznaristas y el propio Aznar están molestos con la dirección nacional del PP, en el equipo de Rajoy el enfado es simétrico. Sus fieles apuntan a que la trama Gürtel se hizo fuerte en los años de Gobierno del expresidente. Y que las fotos del cabecilla de la trama, Francisco Correa, paseándose como invitado en la boda de su hija Ana con Alejandro Agag son prueba de ello. Dicen sentirse molestos y cansados de que su presidente de honor se pase "la vida" recordándoles cuáles son los "principios y valores del partido". Y dando lecciones de lo que hay que hacer. "Cuando él llegó a la Moncloa la situación era diferente a la que se encontró Mariano. No se pueden extrapolar etapas porque él habría hecho lo mismo con esta crisis", admite un veterano, que insiste en que ni él ni Rajoy pueden desvincularse de Bárcenas porque el extesorero estuvo "toda una vida en el partido". El día después de su entrevista televisada, la práctica totalidad del PP se abrazaba a una idea: el expresidente había pecado de deslealtad. "Si no le gusta Rajoy, que se lo hubiese pensado antes. Fue él el que le eligió para sucederle", se queja un miembro de la dirección del partido.

El enfado del PP y del Gobierno con Aznar se hizo patente una semana después de la entrevista que concedió en horario de máxima audiencia, durante la presentación de una colección de libros de FAES en al Congreso de los Diputados. No asistió ningún ministro. Semanas después, el Ejecutivo intentó firmar un armisticio para cerrar un debate que llevaba días en los medios de comunicación. El expresidente ofrecía una conferencia en el Club Siglo XXI presentada por Eduardo Zaplana, uno de los hombres fuertes de su etapa en Moncloa y nuevo presidente de la asociación cultural. A última hora, sin previo aviso a los medios de comunicación, Rajoy decidía enviar a su número dos, Soraya Sáenz de Santamaría en representación del Gobierno.

Todas las miradas están puestas en el próximo domingo, cuando el presidente del Gobierno y el líder de FAES coincidan en la clausura de los cursos de verano. Será su primer encuentro desde que Bárcenas ingresase en prisión. Y también su primer encuentro desde la polémica entrevista en la que sacudió con fuerza contra la gestión del Ejecutivo.

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