El futuro del PSOE

PSOE y PSC dan por zanjada su crisis interna

José Antonio Griñán conversa con Pere Navarro y Javier Fernández, en presencia del alcalde de Vigo, Abel Caballero, este sábado en Granada.

Juanma Romero (Granada)

Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario general del PSOE: "El problema de fondo era encontrar un modelo compartido, y eso es lo que hemos resuelto". Y Pere Navarro, primer secretario del PSC: "Es una mañana histórica para el conjunto de los socialistas y para el conjunto de España". 

Dos declaraciones sucesivas que vienen a constatar que el PSOE se quita un problema interno de en medio: la crisis con el PSC. Una tensión que estalló en febrero pasado cuando los diputados catalanes en el Congreso votaron a favor del derecho a decidir, mientras que sus compañeros del resto del Grupo Socialista votaron en contra. Se rompía así una larga historia de unidad de PSOE y PSC. La salida a una discrepancia difícil de manejar se decidió canalizar entonces en el marco del debate de construcción de una España federal. Deliberación que concluyó este sábado en Granada, en el Consejo Territorial, con la aprobación de un manifiesto –la Declaración de Granada– y un documento más completo que perfila más esa nueva Constitución a la que aspiran los socialistas. Todas las federaciones del PSOE, más la dirección federal, y también el PSC apoyaron los dos textos. 

Lo único que queda ya para rematar la renovación del matrimonio entre los dos partidos hermanos es la firma de un nuevo protocolo de relaciones. Pero esa tarea es la que queda pendiente para los próximos días, con la intención de que se llegue a tiempo para el Comité Federal del próximo 13 de julio. 

Pero, como dijo Rubalcaba, "el problema de fondo" no era la letra pequeño del protocolo, sino "encontrar un modelo compartido". "Hemos recuperado el modelo compartido. Tenemos la misma oferta política que hacer en el conjunto de España. Hemos dado un paso de gigante", verbalizó el secretario general en rueda de prensa en el hotel Saray de Granada, donde se celebró la cumbre socialista. "Lo que compartimos es un proyecto para Cataluña y para España. O mejor, un proyecto para seguir juntos, que sale al paso de la situación de Cataluña", que enfrenta a los que quieren "irse", como CiU y ERC, y a los que creen que "no hay que hacer nada". "Nosotros vamos a la raíz del problema. El problema es resolver las dificultades que tenemos para vivir juntos. Lo que queremos es sentarnos y aprovechar esta apertura federal de la Constitución para encontrar una resolución a estos poblemas. Queremos reformar la Constitución juntos para decidir juntos", enfatizó Rubalcaba. Lo dijo también de esta otra forma: se presenta un "pacto de convivencia, de respeto, para progresar, para la igualdad", para buscar el "acomodo" de todos los españoles bajo un mismo tejado, el de la España federal. 

Navarro coincidió en el diagnóstico: se ha consensuado una propuesta de "solución" frente a los partidos políticos que "crean problemas", explorando la vía del "diálogo" y del "gran pacto territorial". El primer secretario se dio por satisfecho porque el PSOE había hecho suyas las cuatro demandas –las cuatro R– que el PSC planteó en la pasada campaña autonómica: reconocimiento de las singularidades de Cataluña, recursos, representación y reglas claras.

Lo que no consiguen los socialistas catalanes es que el partido asuma las "consultas territorializadas", que ellos veían como un "principio democrático", pero que Ferraz rechazaba de plano por la simetría con la consulta soberanista de Cataluña. El PSC renunció a dar la batalla y, según subrayó Navarro, no había caso, porque su partido apostaba por un referéndum "legal y acordado" con el Estado. Y hasta ahora en ese terreno ni la Generalitat ni el Gobierno central habían siquiera acercado posiciones, "Artur Mas y Mariano Rajoy no han sido capaces de poder negociar". Navarro dejó meridianamente claro que el PSC seguirá defendiendo el derecho a decidir de Cataluña. Rubalcaba no negó que la discrepancia sobre el referéndum, la chispa que motivó el choque entre los dos partidos, "está ahí", aunque dio más importancia al proyecto "compartido" que este sábado se renovó en Granada. 

Andalucía: un "gran acuerdo"

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Respecto a los derechos históricos y al reconocimiento de las singularidades, Rubalcaba señaló que sí pueden llevar aparejadas competencias como la regulación de la lengua o la aplicación de un derecho divil propia. "Pero una cosa es el derecho a la diferencia y otra la diferencia de derechos".

En cuanto la definición de Cataluña como nación, afloró la discrepancia. El líder del PSOE respondió que "eso está fuera" de la Carta Magna porque el Tribunal Constitucional "lo dejó zanjado" en 2010, en su sentencia sobre el Estatut. En realidad, el TC avaló en su fallo que el Parlament, en el preámbulo del texto, calificara Cataluña como "nación", pero le negó cualquier tipo de "alcance jurídico". Navarro, a la contra, interpretó que el Alto Tribunal no anulaba el término, pues se ocupaba de la parte dispositiva (el articulado), de modo que con la reforma planteada por el partido, cabría recoger ese término. 

Quien también valoró el pacto fue Mario Jiménez, vicesecretario general del PSOE andaluz. Dijo que el de este sábado era "un gran acuerdo" que su federación aplaudía especialmente por consagrar la "igualdad" de los españoles, la apuesta por la solidaridad y la vertebración interterritorial,el refuerzo de los mecanismos de cohesión y la lealtad institucional entre el Estado y las comunidades, dado el grado de "ataque y agresión" del Ejecutivo de Mariano Rajoy a las "competencias, la política y el Gobierno" de las CCAA. El PSOE sale pues de su Consejo Territorial, señaló, "mucho más fuerte", porque ha dado "un paso de gigante" para hacer posible un Estado federal con el que presentarse a los ciudadanos, una "alternativa real" al PP. 

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