Los papeles de Bárcenas

Bárcenas lanza al PP un mensaje de dureza al nombrar abogado a Gómez de Liaño

Gómez de Liaño junto a su mujer la letrada Márquez de Prado, ayer en la cárcel de Soto del Real.

Horas después de que el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, ampliara ayer ante el juez del caso Gürtel el relato sobre el encuentro con Luis Bárcenas, que ha colocado a Mariano Rajoy en el ojo del huracán, el extesorero del PP eligió desde la cárcel  nuevo abogado: el  exjuez Javier Gómez de Liaño. Inhabilitado para la carrera judicial en 1999 por el caso Sogecable -en el que tuvo como defensor a Jorge Trias, el exdiputado sobre el que recayeron las sospechas de haber filtrado a El País una copia de los papeles de Bárcenas- y luego indultado por el Gobierno de José María Aznar, Liaño colabora actualmente como columnista en el diario El Mundo.

Su sola irrupción como defensor de Bárcenas en un caso donde hasta ahora representaba a un imputado de menor enjundia –Ricardo Galeote, hermano del exeurodiputado Gerardo Galeote– ofrece todos los visos de constituir un mensaje para Mariano Rajoy: el de que no aceptará en silencio la penitencia de la prisión provisional sin fianza. La Audiencia Nacional tiene pendiente resolver el recurso contra el auto de encarcelamiento planteado por el anterior abogado de Bárcenas.

Gómez de Liaño tuvo como abogado defensor en el caso Sogecable a Jorge Trias Sagnier, exdiputado del PP, colaborador de Aznar en FAES y señalado por amplios sectores en las filas conservadoras como la persona que en enero filtró al diario El País las fotocopias de los papeles de Bárcenas.

La designación de Gómez de Liaño como nuevo letrado tras la renuncia del bufete de Miguel Bajo a proseguir con la defensa de Bárcenas precisamente por sus “charla” con el director de El Mundo plantea algunos interrogantes. El más inmediato, si accederá a declarar el lunes ante el juez Pablo Ruz o esgrimirá su derecho a guardar silencio bajo el argumento de que su letrado no ha tenido tiempo material para estudiar la causa. La mujer de Gómez de Liaño, la exfiscal Dolores Márquez de Prado, asumirá la defensa de la esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias.

La del lunes será la décima comparecencia de Bárcenas como imputado en el caso Gürtel. Y, si acepta declarar, sus palabras marcarán un punto de inflexión en el desarrollo del sumario, tanto si ratifica como si niega el relato que le atribuye el director de El Mundo sobre donaciones ilegales, pagos en negro a dirigentes del PP incluido Mariano Rajoy mientras era ministro y comisiones pagadas por empresarios a cambio de contratos públicos.

Pedro J. Ramírez solo mencionó en su artículo del domingo pasado una de esas operaciones de amaño con contrapartida para el PP, 200.000 euros en este caso: una adjudicación en Toledo en los meses previos a la campaña autonómica de 2007, tras la que María Dolores de Cospedal pasó a la oposición en Castilla-La Mancha. Unidos por una enemistad manifiesta, Bárcenas y su entorno culpan a Cospedal de las desgracias procesales del extesorero del PP. Ayer, Anticorrupción pidió a Ruz que cite a Cospedal como testigo.

Punto de inflexión

Por la mañana, Miguel Durán, letrado de Pablo Crespo, supuesto número dos de la trama Gürtel, intentó que la comparecencia de Pedro J. Ramírez quedase suspendida a la vista de que la declaración iba a celebrarse sin que ningún representante legal de Bárcenas pudiera seguirla ni, sobre todo, hacer preguntas al testigo.

Por qué Bárcenas esperó a que terminase el interrogatorio del director de El Mundo antes de hacer oficial la elección de Gómez Liaño es un factor para el que, de momento, tampoco hay respuesta. Salvo que el extesorero confiase en que, por garantismo procesal, Ruz suspendiera la toma de testimonio en la convicción de que, como en un tablero de dominó, también la suya quedaría luego aplazada.

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