Caso Bárcenas

Rubalcaba condiciona una moción de censura a que la situación se siga deteriorando

Alfredo Pérez Rubalcaba, entre José Antonio Griñán y Elena Valenciano, este sábado antes del comienzo del Comité Federal del PSOE, en Madrid.

Ya es oficial. Tras varios días de intenso debate acerca de cuál debía ser la respuesta del PSOE al mutismo de Mariano Rajoy por el caso Bárcenas, tras varios días en los que la eventualidad de la moción de censura no ha dejado de estar en boca de todos, Alfredo Pérez Rubalcaba, por primera vez, amenazó al Gobierno con presentársela, aunque sólo si la situación sigue empeorando. Lo proclamó en la mañana de este sábado ante el Comité Federal, el máximo órgano entre congresos de su partido. No citó explícitamente esas tres palabras –moción de censura–, pero no hacía falta. 

"Si la situación se sigue deteriorando y el Gobierno continúa eludiendo su responsabilidad, nosotros asumiremos las nuestras. Adoptaremos cuantas iniciativas consideremos oportunas, para buscar a una salida a esta crisis que pacede nuestro país. Cuantas iniciativas consideremos oportunas, sin descartar ninguna. Con un solo límite, uno solo: los intereses generales de España y de los españoles, y sin olvidar nunca que nuestra obligación es con el conjunto de los ciudadanos y a esa obligación los socialistas nunca vamos a faltar", advirtió Rubalcaba justo al final de su intervención inicial ante sus compañeros del Comité Federal, la primera difundida en abierto a los medios desde que asumió las riendas del liderazgo del PSOE, en 2012. 

Rubalcaba puso el acento en que España está al límite, en que el caso Bárcenas está gangrenando al Gobierno de forma irreversiblecaso Bárcenas, y avisó al jefe del Ejecutivo de que no le servirá ya su clásica estrategia de esperar a que escampe, sin hacer nada, sin decir nada. "A Rajoy, ganar tiempo esta vez no sirve. No sirve a su partido, a su Gobierno, a España ni tampoco a los problemas del señor Rajoy. Esta vez el tiempo que gana el señor Rajoy es exactamente el mismo que pierde España". Aún más: "El ciudadano Rajoy puede permitirse explicar o no, pero el presidente Rajoy no tiene más remedio que explicar, y nuestra tarea como oposición es pedirle una y otra vez que se explique".

El líder de los socialistas articuló su discurso, de media hora, a modo de encabezamiento, nudo y desenlace. O si se quiere, diagnóstico, justificación de la acción del PSOE y pronóstico. Sobre lo primero, el análisis de la situación, señaló que se están cumpliendo los "negros augurios", con una crisis económica que no ha remitido, una crisis territorial que "no se ha amortiguado", pues ahí siguen las tensiones recentralizadoras y rupturistas a las que Rajoy responde con la "inacción" y una furiosa crisis política. Según elaboró el secretario general, el escándalo de corrupción política que afecta al partido del Gobierno es una hidra de siete cabezas que se ha ido transformando en el tiempo: de caso Gürtel se convirtió en caso Bárcenas y de ahí "en caso PPcaso PP", de tal modo que el presidente "ha ligado su suerte" a la del extesorero.

Pactar, discrepar y confrontar

Se refirió asimismo a la bronquísima sesión de la Diputación Permanente del jueves, donde los conservadores cerraron a cal y canto la posibilidad de que el jefe del Ejecutivo se explique, como demandaron todos los grupos. El PP pasa a "insultar", pasa de aplicar el "rodillo parlamentario" a dar un "rodillazo a los parlamentarios", lo que demuestra, dijo, no sólo que está "nervioso", sino que no sabe "qué hacer" con la formidable crisis política que se le ha abierto en sus propias filas. 

Examen al PSOE. Rubalcaba reivindicó su estilo de "oposición útil", que implica varias vertientes. Pactar cuando permite "aliviar" el sufrimiento de los ciudadanos –razón por la que decidió acordar una moción de cara al Consejo Europeo de finales de junio–. Discrepar cuando no se resuelven los problemas de los ciudadanos. Y "confrontar" en cuestiones clave, como el recorte de derechos propiciado por el Gobierno. "Las tres cosas son útiles y las tres son las que hemos hecho", proclamó.

La explicación de los temas de "confrontación" total del PSOE con el Gobierno –reforma laboral, política sanitaria y social, becas, regresión de la Ley del Aborto, ley Wert ("una auténtica maldición para el sistema público de educación en España"), pensiones...– le llevó a justificar el recurso repetido a los tribunales, a los ordinarios y al Tribunal Constitucional. También a emitir un juicio absoluto sobre el Ejecutivo: "El Gobierno parece decidido a no dejar títere sin cabeza, a no dejar ningún derecho sin cabeza", haciendo verdad una "ecuación funesta": crisis económica + mayoría absoluta = "involución social", "involución conservadora disfrazada de reformismo", una "contrarreforma".

La realización, abundó, del "sueño de la derecha más derecha", de su "programa de máximos", el que desea "derechos, los justos y de pago", y la libertad "para aquel que se la pueda pagar". Rubalcaba intentó igualmente desmontar el diccionario de Rajoy: cuando habla de "eficiencia", lo que subyace son "negocios privados", cuando alude la "modernidad", sus referentes son "antiguos", cuando insiste en las "reformas", quiere decir "contrarreformas". 

Sin referencias a las primarias

Rubalcaba cerró esa segunda parte de su discurso recordando el camino de "reconstrucción del proyecto político" del PSOE para España, agotado en la pasada legislatura y castigado por las urnas. Recordó los diálogos temáticos que el partido ha ido celebrando en estos meses y que culminarán, en noviembre, en la Conferencia Política. Con ello, el PSOE, sostuvo, acabará ofreciendo a los ciudadanos un proyecto "radicalmente reformista" y "honesto". De primarias no dijo una sola palabra

Intervención de Alfredo Pérez Rubalcaba ante el Comité Federal del PSOE del 13/07/2013 (PDF)

Pronóstico. Peores augurios aún, anticipó. El paro "puede repuntar" y con él "la pobreza". Las tensiones territoriales "no van a aflojar" y el caso Bárcenas "no va a parar". "El Gobierno o no sabe o no puede hacer nada con el caso PP. O lo que es peor, sabe que no puede hacer nada, y eso incrementará indefectiblemente la crisis política. Trato de deciros que el Gobierno está sentado sobre tres volcanes en erupción, tres: el paro, Bárcenas y Cataluña, y en ninguno de los tres tiene la más mínima idea de qué hacer". 

Frente a la cierta pasividad que el secretario general atribuyó al jefe del Ejecutivo, opuso el trabajo de "alternativa" que está desplegando su partido en varios ámbitos: un pacto de rentas para salir de forma "más justa de la crisis" y repartir los "esfuerzos", un cambio de la Ley de Partidos y de su financiación y una modificación de la normativa electoral para luchar contra la corrupción y un nuevo modelo territorial, pactado la semana pasada en Granada. Fue en ese momento cuando el líder amagó con la presentación de la moción de censura

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