Las cuentas del PP

El PP cree que terminará “desacreditando” a Rubalcaba

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El PP y el Gobierno van a insistir en los próximos días en la idea de que no cunde el pánico. De que el anuncio de Alfredo Pérez Rubalcaba de que presentará una moción de censura si la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados vuelve a rechazar la comparecencia de Mariano Rajoy –algo que tiene altas posibilidades– no les altera en absoluto. "No nos preocupa demasiado", verbalizó este martes el portavoz del PP en la Cámara Baja, Alfonso Alonso

La estrategia va a ser la de intentar desviar el foco hacia el líder de los socialistas, el más que probable candidato si la moción es finalmente presentada. En este sentido, todos los dardos que los conservadores lanzarán serán contra él y contra quienes se sumen a esta estrategia que consideran "irresponsable" y que terminará por "desacreditarle". No obstante, puertas adentro de la formación, el debate está abierto. Fuentes consultadas por infoLibre coinciden en que el presidente del Gobierno está ante un escenario en el que tiene más ventajas que inconvenientes. Pero que no hay que perder de vista los inconvenientes en un momento en el que la imagen del PP que llega a los ciudadanos es la de un partido "secuestrado" por un tesorero encarcelado que ha acusado a la cúpula de la formación de cobrar sobresueldos y que amenaza con tener muy bien atadas las pruebas que apuntan a la financiación ilegal del PP.

Ventajas

Entre las ventajas, en el PP apuntan al hecho de que Alfredo Pérez Rubalcaba vaya a ser el candidato. Cuentan que no tiene ningún tipo de autoridad moral para presentarse después de los ocho años de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, de los que formó parte. "Llevamos ya dos años intentando arreglar lo que heredamos. No es muy lógica su actitud de ahora", dice un miembro del Grupo Parlamentario Popular.

Otro de los comentarios más extendidos en el partido es que Rubalcaba está en "un callejón sin salida". Y que este episodio supondrá su "entierro político". ¿Por qué? En el PP interpretan que el líder de los socialistas se ha visto arrastrado a anunciar la presentación de la moción de censura por la presión interna de su propio partido y por ganar terreno y adelantarse a las iniciativas que pudiesen emprender UPyD e IU. Además, mantienen que ha cometido un error de estrategia en tanto en cuanto el foco se ha puesto sobre él, "en las dudas sobre su liderazgo" y no sobre el presidente del Gobierno. 

Dentro del error de estrategia, y por tanto de las ventajas para el Gobierno, incluyen también el momento elegido. "Estamos en una fase inicial del proceso. En un momento muy mediático. Rubalcaba desconoce cómo avanzará el caso en los juzgados y está asumiento un riesgo innecesario", señala un senador.

En un sentido similar, un dirigente regional considera que la moción de censura es "un último recurso", "una oportunidad para mostrar los ases que llevan en la manga". Y, en este caso, considera que "quien tiene todos los ases es Luis Bárcenas, no Alfredo Pérez Rubalcaba".

Asimismo, creen que el líder de los socialistas va a tener muy difícil lograr atraer al resto de fuerzas del arco parlamentario. "No está en una posición de superioridad y todos van a poner precio a su apoyo", analiza un veterano.

Hay en el Gobierno quien sostiene que el presidente lleva varios días contando con la posibilidad de la moción de censura y que se estaba haciendo a la idea. "Es mucho peor para él verse día a día señalado desde la portada de El Mundo que esta herramienta del Parlamento", comenta un dirigente conservador.

Inconvenientes

El principal de los inconvenientes, según señalan, estriba en que de la moción de censura pueda trasladarse a los ciudadanos la imagen de un Gobierno y de un PP aislado pese a su mayoría absoluta. Esto ocurriría si todos los grupos parlamentarios votan la propuesta de Pérez Rubalcaba. "La foto sería muy perjudicial en España. Y fuera de España", reflexiona un veterano. 

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Hay voces en el PP que consideran que el presidente del Gobierno tiene que reflexionar mucho sobre esta posibilidad. Si comparece, señalan, Rubalcaba lograría de modo indirecto lo que el PP ha estado votando en contra en sucesivas ocasiones en el Congreso de los Diputados: que hable Rajoy. Si no comparece, el resto de partidos se le echarían encima.

En este escenario, la opinión mayoritaria es que el presidente del Gobierno debería hablar. "Es un buen parlamentario. Salvo catástrofe está preparado para ganar de calle a Alfredo Pérez Rubalcaba". El problema, no ocultan, es que ejerce como presidente del Gobierno y no puede hacer un discurso tan duro como el que desplegó la semana pasada Alfonso Alonso, portavoz del PP, en la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados.

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