Víctimas del tren: ¿Homenaje civil o funeral católico?

Las 79 víctimas del accidente ferroviario de Angrois han recibido esta semana dos homenajes por parte de los representantes del Estado y de la ciudadanía. Este miércoles se ha celebrado un acto civil con el consenso de todas las fuerzas políticas organizado por el Ayuntamiento de Santiago en el antiguo cementerio de Bonaval, reconvertido ahora en un parque público.Dos días antes, la catedral compostelana acogió un funeral católico

El BNG no acudió al funeral de las víctimas del tren para evitar que “lo público se someta a lo religioso”

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, una celebración a la que acudió el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los príncipes, en representación del jefe del Estado. Pero allí no estaban formaciones como el BNG o Alternativa Galega de Esquerdas (AGE). El BNG dejó claro el martes que no comparte "ceremonias de sometimiento de lo público a lo religioso", según su portavoz parlamentario, Francisco Jorquera, quien defendió que en "un Estado aconfesional" como España hay que "establecer una separación estricta entre los poderes públicos y el ámbito religioso, que pertenece a lo privado". Este miércoles, el líder de AGE, Xosé Manuel Beiras, se preguntó respecto al funeral en la catedral: "¿Qué rayos hace la Iglesia católica en un Estado aconfesional?".

El Ministerio de la Presidencia emitió el lunes un comunicado aclarando que el acto celebrado en la catedral de Santiago era un funeral oficial y no de Estado, debido a que estos últimos están reservados a la “memoria de ex-Jefes de Estado o de Gobierno u otras personalidades de relevancia histórica para el país, y en algunos casos de fallecidos en atentados terroristas”. La organización de la ceremonia religiosa, encabezada por la Xunta de Galicia con la colaboración del Departamento de Protocolo de Presidencia del Gobierno, se rigió por lo establecido en la Ley de Precedencias del Estado de 1983, en la que se detallan, entre otros aspectos, las personalidades que deben acudir.

Asociaciones como Europa Laica han mostrado su rechazo a la confesionalidad del acto de la catedral. Su presidente, Francisco Delgado, lamenta que no se haya celebrado un funeral civil y  define la ceremonia como una iniciativa que el Gobierno organiza "conjuntamente con la jerarquía católica” y "que no respeta la Constitución". Respecto al carácter religioso de la ceremonia, Europa Laica subraya que se apoya “una determinada confesión” mientras “en algunos países se hacen funerales multiconfesionales” y recuerda también que la Ley de Libertad Religiosa que el Gobierno de Zapatero no llegó a aprobar habría establecido el carácter civil de estos funerales.