Wert anuncia más presupuesto para becas después de restringir su acceso y bajar su cuantía

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, ha defendido este miércoles en el Congreso de los Diputados su polémico nuevo reglamento de becas y ayudas al estudio. Wert ha señalado que el cambio en la política de becas responde a una "decidida voluntad del Gobierno de dar impulso a la mejora del rendimiento académico de los resultados". 

El titular de Educación ha respondido al informe del Consejo de Estado que, en un dictamen reciente, criticó el recorte de 200 millones de euros que, según el borrador de la memoria económica, se produciría en la partida asignada para ayudas al estudio en el curso 2013-2014 respecto al anterior. En este sentido, ha dicho que el órgano consultivo del Estado hizo esta observación "en torno a una premisa que desconocemos". Y ha asegurado que la convocatoria de becas del curso que está a punto de comenzar tendrá un presupuesto de 1.417,54 millones de euros procedentes de dos anualidades, de los que 1.314,72 millones de euros que corresponden al presupuesto de 2014. Según sus palabras, esto supone un aumento del 20% respecto a los presupuestos anteriores. 

La izquierda parlamentaria cree que este anuncio es una farsa, pues, aunque se mantienen los umbrales de renta, el endurecimiento de los requisitos académicos dejará sin las ayudas más cuantiosas a decenas de miles de estudiantes. De hecho, para recibir cualquier ayuda monetaria los alumnos universitarios tendrán que tener al menos un 6,5 de media. Y, para mantenerla, aprobar entre el 65 y el 100% de los créditos en función de la rama y la nota obtenida en las materias superada. 

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Esta nueva norma trae también –aunque el ministro no lo ha recordado– cambios en la cantidad de dinero a la que tienen derecho los becarios. Este montante se reducirá entre 500 y 2.000 euros para todos los alumnos, aunque se completará con una cuantía de dinero variable que dependerá de la renta, los resultados académicos y el presupuesto disponible. 

El nuevo reglamento, que cuenta con la oposición de alumnos, padres y docentes e incluso autonomías del PP, ha sido defendido por el ministro como una alternativa ante un sistema "ciego a los resultados y tendente a disminuir el nivel de exigencia". "El nuevo sistema pretende incentivar el esfuerzo y hacer valer el rendimiento", ha remachado. 

En sus turnos de réplica, la izquierda parlamentaria ha reprochado al ministro que las "barreras de entrada" a las ayudas –en la Universidad obtener una nota de 5,5 sólo valdrá para no pagar las tasas de la primera matrícula, pero no para tener las ayudas más cuantiosas– supone una exigencia de infalibilidad para los estudiantes con menos recursos. La diputada socialista Angelina Costa ha dicho que este decreto "es un paso más para que las becas dejen de ser consideradas un derecho, para convertirse en un premio graciable". Minutos antes, el ministro se había mostrado rotundo ante estas críticas: "Es perfectamente absurdo y contrafactual decir que [el decreto] perjudicará a los alumnos con menos recursos porque la consignación presupuestaria es mayor".