El nuevo curso político

Rajoy proclama que se siente orgulloso de “todos y cada uno” de sus ministros

Mariano Rajoy en Soutomaior, junto a Alberto Núñez Feijoó.

Fue cuando repasaba la fortaleza política del PP, con una amplia mayoría absoluta en el Congreso y, según él, aún con el respaldo mayoritario que los ciudadanos le dieron en las elecciones de 2011. Mariano Rajoy no quiso dejar lugar a dudas sobre la fortaleza del Gobierno y, sobre todo, acerca de su continuidad. “Tenemos un Gobierno estable y estoy muy orgulloso de todos y cada uno de sus miembros”, proclamó sin rodeos ante los dirigentes del PP congregados en Soutomaior (Pontevedra) para arropar el primero discurso del presidente después de las vacaciones de verano.

Las palabras del presidente salen al paso de las especualaciones de las últimas semanas acerca de la posibilidad de una remodelación del Gobierno con la que Rajoy querría tomar impulso en el inicio de un curso político que se prevé agitado, tanto por el caso Bárcenas, que desde hace varios meses le salpica directamente, como por las protestas sociales consecuencia de su política. Ministros como José Ignacio Wert, titular de Educación, y Ana Mato, responsable de Sanidad, son dos de los que habían sido señalados como principales candidatos a ser sustituidos.

No habrá tal cosa, sino más de lo mismo. Aunque Rajoy no mencionó a Bárcenas, todos los dirigentes del PP congregados en Soutomaior sabían que el presidente del Gobierno se estaba refiriendo a él cuando proclamó, hasta en cinco ocasiones, que nada va a apartarle de su principal preocupación: la salida de la crisis. 

Él mismo se ocupó de subrayar que ese era, precisamente, el mensaje “más importante” de su discurso: “Nada nos vas a distraer de nuestra tarea esencial para la legislatura, la salida de crisis y la recuperación económica”. Ese era y va a seguir siendo el objetivo”, insistió. “Y no podemos distraernos por más que algunos se empeñen”, una estrategia que hizo extensiva al PSOE, que ha hecho del caso Bárcenas el eje del debate político. El Gobierno debe centrarse en “superar la situación en la que los socialistas dejaron a España hace ahora más de año y medio, por más que se empeñen en que no la superemos”. 

No entrar al trapo del 'caso Bárcenas'

“No nos podemos distraer”, repitió a modo de conclusión al final de su discurso, y “no me preocupa lo que digan otros”. La oposición no ha colaborado “en nada” pero “es igual”. “De lo que no vamos a abdicar es de responsabilidad, porque nos la han dado los españoles”. Es necesario “tener muy claro el rumbo y posponer cualquier otra cosa a la consecución” del objetivo de salir de la crisis. “En esa tarea estamos. Contra viento y marea la vamos a culminar con éxito; no tengáis ni la más mínima duda".

El presidente trazó un futuro claramente optimista a corto plazo, hasta el punto de comprometerse a que, dentro de un año, y después de aprobar la reforma tributaria que el Gobierno se propone culminar en los primeros meses de 2014, anunciará una rebaja de impuestos, una de la muchas promesas del programa del PP que Rajoy incumplió cuando llegó a la Moncloa.

Las cosas, aseguró, “están mejor que hace un año. Cuando volvamos aquí el año que viene, las cosas estarán mucho mejor que en el día de hoy”. Y para conseguirlo el Gobierno prepara nuevas reformas, de las que sólo concretó la reforma tributaria que prevé culminar en el primer trimestre del próximo año, gracias a la cual prometió volver a Soutomaior, a finales de agosto de 2014, a “anunciar una bajada de los impuestos”.

Rajoy, que en todo momento se refirió a la localidad en la que se encontraba como Sotomayor, a pesar de que su único nombre oficial es Soutomaior, consumió casi toda su intervención en anunciar una supuestamente inminente salida de la crisis después de un año en el que “nada ha sido fácil”. “Hemos tomado muchas decisiones que sé que no han sido del agrado de mucha gente”, admitió, “pero me presento aquí con la convicción de que he cumplido con mi deber”.

Lo que Rajoy no dijo es que esa recuperación ya la había anunciado el año pasado en el mismo lugar, pero para el mes de julio. Igual que este sábado, el 1 de septiembre de 2012 el presidente dio por sentados "los pilares de la recuperación". Su compromiso de entonces, que "en julio al final del periodo de sesiones las cosas estarán mucho mejor", no se cumplió. El paro ha seguido creciendo y la economía aún no ha saluido del coma.

Para los "próximos 20 años"

El Gobierno trabaja no sólo para esta legislatura, argumentó, sino para “los próximos 20 años”. Y eso le ha obligado a llevar a cabo las reformas estructurales que, en su opinión, harán posible “que no se repita la triste historia de que España sea siempre el país donde las cosas van peor cuando se produce una crisis a nivel mundial”. “Eso da sentido a lo que hemos hecho. Y a todo lo que tenemos que seguir haciendo en el futuro”, advirtió. “Los grandes retos se alcanzan con decisiones difíciles pero con esfuerzos continuados en el tiempo. Si se hace así, los frutos acaban llegando. Y eso tendrán ocasión de comprobarlo y pronto todos los españoles”.

Para tratar de dar verosimilitud a su diagnóstico optimista, Rajoy comparó la situación actual de España con la de hace doce meses. “Hace un año también os dije que íbamos a terminar el curso mucho mejor de lo que lo empezábamos” y “así ha sido”. “En sólo doce meses España ha levantado cabeza y está dispuesta a conquistar su futuro”.

Hace un año, recordó el presidente, sólo se hablaba del rescate inminente de la economía española. “Hoy ya nadie habla del rescate de España”, celebró. “Las grandes empresas tenían cortado el acceso a la financiación; hoy hemos echado abajo esas barreras, aunque sé que sigue habiendo problemas en la pymes”. Todo gracias a que “hemos recuperado nuestra credibilidad de país solvente”, argumentó.

También hace un año “se decía que el euro podía tener marcha atrás y que el proyecto europeo hacia aguas: hoy podemos decir que España ha tenido un papel muy importante al asegurar la viabilidad del euro y del proyecto europeo”. Y “se hablaba de la escalada de la prima de riesgo”. “Hoy ya no. Hace un año España tenía que pedir dinero al 7,62%, un interés escandaloso, con la prima en 640 puntos; estos días está a 270 y podemos financiarnos al 4,5 a 10 años”. Este cambio de tendencia significa, subrayó, que “este año nos vamos a ahorrar al menos 5.000 millones de euros”. Y “ha servido para que este año podamos gastar 18.500 millones más de lo que podríamos si no hubiese pasado”.

De lo que se habla ahora, por el contrario, es de que “pronto saldremos de la recesión. Podemos hablar de resultados tangibles”, celebró. En su particular repaso de brotes verdes, Rajoy enumeró la situación del déficit público, la deuda externa, el déficit exterior, la inflación y el sistema financiero, sin cuya evolución positiva no es “posible hacer nada”. Ahora “las cosas han cambiado, no tenemos las manos vacías. Ya hay resultados. El defícit se ha reducido, la deuda externa está bajando y el sistema financiero está en reestructuración”. Y habrá crédito”, volvió a prometer.

El prólogo del crecimiento

La inflación está al nivel de la UE y “este año vamos a tener por primera vez superávit frente al exterior, no tenemos que pedir prestado de fuera. Las exportaciones están mejor que nunca en la historia”, prosiguió. “La balanza comercial está en positivo. Y esto es muy importante, porque es el prólogo del crecimiento económico para el futuro”. Además también ha habido récord de turistas y la inversión extranejra “ha vuelto a nuestro país”.

“Ahora lo que queda es crecer y crear empleo”. “La economía, prometió, “está a las puertas de crecer. Os aseguro que en los próximos meses estos datos van a mejorar y en España saldremos de la recesión que es el prólogo para la recuperación”. Aunque no fue tan concreto en materia de empleo. De hecho, la fórmula que utilizó no pudo ser menos comprometedora: “Falta muchísimo para terminar con esta lacra, pero por primera vez las cifras dan motivos para pensar que comienza a dibujarse

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un nuevo escenario de esperanza”.

En cualquier caso, Rajoy se mostró convencido de que esta estrategia acabará dando frutos en las urnas, a pesar de las encuestas. Y puso como ejemplo de ello al presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que hace menos de un año renovó su mayoría absoluta en plena crisis “porque las cosas se hicieron bien”. “Y esa”, subrayó con la vista puesta en las próximas elecciones, “es una gran lección de cara al futuro. Lo único serio, y rentable en cualquier faceta de la vida es hacer las cosas bien, como se hacen aquí”.

“Galicia”, prosiguió el presidente con gran énfasis, “se ha convertido en referencia de buena gestión a los ojos de muchos españoles. Se han tomado decisiones pioneras. Y Galicia es cada vez más una comunidad con los mejores datos económicos. Alberto [Núñez Feijóo], has hecho las cosas como hay que hacerlas. Dije que eras el mejor presidente que podía tener Galicia en la peor crisis que cabía imaginar y eres el que va a inaugurar un nuevo ciclo de crecimiento económico y creación de empleo”, pronosticó.

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