Concentración de víctimas del terrorismo

Rajoy recibe ahora las acusaciones que el PP agitó contra Zapatero

Miles de personas se han congregado en la concentración que la AVT ha convocado en Madrid.

El presidente del Gobierno, Gobierno,Mariano Rajoy, fue el protagonista ausente de la concentración de víctimas del terrorismo contra la sentencia de Estrasburgo que anula la doctrina Parot celebrada este domingo en la plaza de Colón de Madrid. La cúpula del PP, que sí estuvo presente tras un intenso debate interno, fue testigo de cómo parte de los asistentes les acusaban de "traidores" y de "ceder" ante la banda. Las mismas críticas que la formación conservadora agitó contra el PSOE cuando gobernaba Zapatero.

No se trata de un escenario improvisado o impredecible. Desde el minuto uno en el que los conservadores empezaron a debatir cuál debía ser su respuesta a la convocatoria de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), sabían que estaban ante una encrucijada: la de no estar presentes y ser el foco de todas las críticas y la de estar presentes y tener que escuchar cómo se ponía en duda su política antiterrorista o cómo se ponía en duda la sentencia de un tribunal ante la que no cabe ningún tipo de insumisión. Tampoco pasaba inadvertido que una de las imágenes que iba a quedar de esta concentración iba a ser la de miembros del partido que Gobierna España presentes en un acto en el que se cuestiona un fallo judicial.

En el transcurso de la concentración, a la que acudieron miles de personas –200.000 según los organizadores–, pudieron leerse pancartas con lemas como "No más mentiras, no más treguas trampa", "PP traidor", "ZP traicionó, Rajoy consumó" o el "El PP se ha rendido". Unos eslóganes que, cambiando las siglas del PP por las de los socialistas, también estaban presentes en las últimas manifestaciones de las víctimas del terrorismo secundadas por el Partido Popular, por entonces en la oposición.

Lo mismo ocurrió con los cánticos coreados por gran parte de los asistentes. Sobre todo a la llegada y a la salida de los representantes de la dirección nacional del PP y de los conservadores vascos. Los vicesecretarios Esteban González Pons, Carlos Floriano, Javier Arenas –junto a otros miembros de la cúpula– y la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, y su secretario general, Iñaki Oyarzábal, pudieron escuchar cómo se les acusaba de haber "vendido a España". Quiroga y Oyarzábal forman parte del sector más joven del PP vasco. Desde muy jóvenes han vivido pegados a un escolta y han enterrado a decenas de compañeros o amigos.

"¿Dónde está la Justicia? Basura", pudo escucharse a un grupo de manifestantes al paso de los dirigentes del PP de Euskadi. "No os merecéis el pueblo que tenéis" o "El Gobierno es una panda de farsantes", fueron otros de los gritos que les acompañaron a medida que intentaban acceder a la zona de autoridades. Algunos miembros de la organización intentaban, sin éxito, hacer una llamada a la calma pidiendo "respeto".

Mientras, el ala dura del PP, representada en esta cita por dirigentes como la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, o el portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, eran jaleados por los mismos que criticaban a Pons, Floriano, Arenas, Oyarzábal, Quiroga o al propio Rajoy.

"Apesta a negociación con ETA"

A las 12.00, una hora antes de que comenzara el acto, las inmediaciones de la plaza de Colón ya estaban plagadas de banderas de España. Desde el escenario, se animaba a los asistentes a gritar "¡Justicia!" y se les agradecía su presencia. En una ocasión, sonó el himno de España. Lo mismo que ocurrió al cierre del acto.

En los corrillos, los asistentes ponían en duda que el Gobierno hubiese hecho todo lo posible por defender la doctrina Parot. O mostraban su decepción con las políticas de Mariano Rajoy. "Yo les he votado. Por eso estoy legitimado más que nadie para criticarles", presumía Sergio, uno de los asistentes.

Pasadas las 13.00 horas, la periodista Isabel San Sebastián, que actuó como maestra de ceremonias, dio la bienvenida a los asistentes y tomó la palabra. Su discurso estuvo trufado de críticas al Gobierno de Mariano Rajoy. "Todo lo que está ocurriendo apesta a negociación con ETA", se le escuchó decir mientras algunos de los asistentes aprovechaban para preguntar por qué Rajoy estaba ausente.

Otro de los dardos más contundentes de su intervención llegó cuando abordó el fallo judicial de Estrasburgo: "Tampoco es Justicia que este Gobierno tarde 24 horas en ejecutar esta sentencia. Eso es ignominia".

Ocho testimonios de víctimas de ETA tomaron el relevo a San Sebastián en el escenario. El rechazo al fallo del TEDH sobre la doctrina Parot fue el hilo conductor de todas las intervenciones. En algunas de ellas también se escucharon críticas veladas al Gobierno: "Ahora los jueces y algunos políticos que no están hoy aquí, que no están con nosotros, nos han traicionado", señaló uno de los asistentes.

La última en tomar la palabra fue la presidenta de la asociación convocante, la AVT, Ángeles Pedraza. La representante de la asociación de víctimas del terrorismo más numerosa en España exigió Justicia para los terroristas. Sostuvo que no admitía que se acusase a las víctimas de "rencorosas". Y recalcó que su principal demanda es que los asesinos paguen por lo que han hecho. "Ni un día más, pero ni un día menos".

Sin citar expresamente a Rajoy, Pedraza criticó que en los últimos años los poderes públicos no hayan hecho "nada" para que se aplique la ley o para evitar el fallo de Estrasburgo. "Muchas veces, no hacer nada de lo que se debe hacer tiene efectos tan perniciosos como no hacer nada", sentenció.

Durante su discurso, en dos ocasiones, pidió "respeto" para aquellos asistentes que cargaban, a voces, contra Rajoy.

"PP traidor. Rajoy, no llueve son nuestras lágrimas"

La marcha de esta concentración tampoco fue fácil para la cúpula del PP. A medida que avanzaban por el lado izquierdo del escenario –hacia las calles de Serrano y Juan Bravo–las consignas siguieron repitiéndose. Al final de su recorrido les esperaba una pancarta: "PP traidor. Rajoy, no llueve son nuestras lágrimas". Un eslogan alusivo a la primera reacción del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, nada más hacerse pública la sentencia de Estrasburgo la semana pasada.

El martes, 24 horas después de conocerse el fallo, los periodistas intentaron en cinco ocasiones obtener unas declaraciones de Rajoy a la decisión del Alto Tribunal. Lo único que consiguieron del líder del Ejecutivo y del PP fue un comentario meteorológico: "Llueve". Efectivamente, en Madrid llovía.

Una cuestión delicada

Que Rajoy tiene entre manos un asunto muy delicado en el que es muy difícil mantener los equilibrios no es un secreto. Desde diferentes partidos y sectores de la sociedad vasca se le traslada el mensaje de que Euskadi ya ha pasado página y debe empezar a dar pasos para asentar un nuevo marco de convivencia. Pero desde el ala más conservadora de su propio partido y desde gran parte de las asociaciones de víctimas del terrorismo –uno de los referentes históricos de la formación– también le llegan presiones. Lo que ocurrió este domingo en Madrid es un ejemplo de esto último. Y es que ha podido verse cómo el PP, el partido que gobierna España, se ha sumado a un acto en el que los asistentes han cuestionado el fallo de TEDH y han llamado a su incumplimiento.

La presidenta de esta organización, Ángeles Pedraza, llegó a pedir el pasado miércoles a Rajoy en una reunión en la Moncloa que el Gobierno no acatase la sentencia. Una petición que, según fuentes de la Presidencia del Gobierno, fue rechazada con el argumento de que, pese a que a ningún miembro del Gobierno le gusta el mazazo a la doctrina Parot, no cabe dar la espalda a los tribunales.

Rajoy recibía a Pedraza justo un día después de que esta anunciase la convocatoria de concentración en Madrid. Y en un momento en el que, pese a que el PP no había fijado postura oficial, dirigentes del partido como Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid; Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, o Ana Botella, alcaldesa de la capital, ya habían anunciado que se sumaban a la marcha.

Tras un importante debate interno centrado sobre todo en cómo desvincular al Gobierno de una marcha secundada por su propio partido, el jueves a primera hora los conservadores emitían un comunicado en el que respaldaban la convocatoria, enviaban a un representante oficial –Esteban González Pons, vicesecretario de Estudios y Programas– y animaban a sus cargos públicos y militantes a sumarse a la convocatoria de la AVT a la que también se han sumado otras asociaciones de víctimas.

Ningún miembro del Gobierno de Rajoy, integrado mayoritariamente por militantes del PP, acudió a Colón este domingo. Y las críticas no se pudieron silenciar: "¡Queremos otra derecha! ¿Dónde está Rajoy?", gritaban algunos de los asistentes.

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Es la forma que escogió la Moncloa de minimizar los riesgos que supone la foto del presidente del Gobierno o integrantes de su gabinete en un acto en el que los mensajes y las consignas no estaban controladas. El lema oficial fue "Justicia para un final con vencedores y vencidos". Pero tanto en el Ejecutivo como en el PP eran conscientes de que lo que ocurra se les podía escapar de las manos. "Podía haber sido peor. Teníamos que estar", admitía resignado uno de los dirigentes conservadores asistentes.

Polémica en Twitter entre JJSS y NNGG

Un tuit de una militante de Irene Ramos, dirigente de JJSS en San Blas (Madrid), motivó un cruce de acusaciones entre jóvenes socialistas y de NNGG. El tuit decía: "Fascistas: os merecéis una buena paliza y luego un tiro en los huevos". Aunque más tarde pidió disculpas, el mensaje derivó en una guerra de mensajes, con intervención de Herman Tertsch incluida, que fue reproducida en parte en la cuenta oficial del PP nacional. La presidenta de NNGG, Beatriz Jurado, exigió a JJSS, vía Twitter, medidas contra Ramos. Esta protegió su cuenta a primera hora de la noche.

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