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Cataluña

PSOE y PSC vuelven a fracturarse en el Congreso por el derecho a decidir

Rosa Díez, durante su intervención en el pleno del Congreso de este 29 de octubre.

En esta ocasión, la trampa la puso UPyD. Fue una moción de la formación de Rosa Díez contra "la falacia del derecho a decidir" la que acabó enredando otra vez al PSOE y al PSC y visualizando, de nuevo, la discrepancia de los dos partidos en torno a la cuestión sobre la que pivota toda la política catalana: la consulta soberanista. Por segunda vez en su historia, PSOE y PSC votaron de forma separada en el Congreso, reabriendo así el cisma interno. La iniciativa de UPyD, por descontado, prosperó: recibió 265 votos a favor (PSOE, PP, UPyD, UPN y Foro Asturias), 39 en contra (CiU, PNV, Izquierda Plural, ERC, Amaiur, BNG, Compromís y Geroa Bai) y 13 abstenciones, todas de los socialistas catalanes y de la portavoz de Coalición Canaria, Ana Oramas. Los 12 rebeldes previsiblemente serán sancionados. Sólo faltaron dos parlamentarias del PSC, Meritxell Batet e Isabel Lòpez i Chamosa. 

La primera vez en que cuajó la fractura fue en febrero, a instancias de unas resoluciones de CiU e ICV. Desde entonces, las cosas se habían calmado y se había llegado a un punto de unión: la defensa de la reforma constitucional, asentada con la Declaración de Granada, el pasado julio. Pero los nubarrones de posible tormenta comenzaron a asomar otra vez en los últimos días, cuando UPyD registró su moción consecuencia de la interpelación que Díez dirigió al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. En su texto, muy duro contra el debate soberanista impulsado por Artur Mas y ERC, la formación magenta instaba a la Cámara baja a proclamar que "bajo ningún concepto, una parte de la ciudadanía puede decidir sobre la organización territorial del Estado, ni sobre cualquier otro aspecto o precepto de la Constitución, excluyendo al resto de dicha eventual decisión". También afirmaba que "ninguna autoridad o poder público" podía "privar" a todos los ciudadanos españoles de sus derechos reconocidos en la Carta Magna, insistía que "nadie" puede "trocear el cuerpo de la ciudadanía ni redefinir el sujeto de la soberanía nacional que no es otro que el pueblo español" y reafirmaba la "vigencia" de los artículos 1. 1 y 1. 2 de la Ley Fundamental de 1978, que definen los valores del Estado de derecho y quién es el sujeto de soberanía. 

El PSOE ofreció una enmienda consensuada con el PSC [aquí en PDF] para intentar salvar el escollo, y la presentó en el registro a mediodía de este martes, horas antes de la votación de la iniciativa de UPyD. Su propuesta subrayaba que la Constitución fue "fruto del diálogo y del consenso mayoritario" de las formaciones representativas y ha sido un "marco de convivencia" clave en los últimos 30 años. Pero añadía que, "igual que sucede con otros elementos esenciales de nuestro sistema político, el Estado de las autonomías necesita hoy una revisión y una actualización mediante una reforma dialogada y acordada" de la Carta  Magna, "que tome como referencia el funcionamiento de los países federales de la Unión Europea". Es decir, los socialistas proponían, de forma bastante diluida, su pacto de Granada: la necesidad de federalizar el Estado, una cuestión en la que están completamente de acuerdo PSOE y PSC. 

"El PSOE lleva muchos meses diciendo que, ante el grave reto que tenemos que afrontar como país, deben plantearse soluciones viables, a través del diálogo, el consenso y el entendimiento –explicó por la mañana la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, antes los medios–. Hay mucha gente que se empeña en cerrar puertas entre Cataluña y el resto de España, pero nosotros queremos abrir todas las ventanas, que son el consenso, el diálogo y la reforma constitucional para avanzar en un modelo federal".

El PP, por su parte, presentó otra enmienda. Pedía que se reafirmase la "vigencia" no sólo de los artículos 1. 1 y 1. 2 de la Constitución, sino también del 2, el que habla de la "indisolubilidad de la nación española"

"Desviar la atención"

Pese a las negociaciones, UPyD no transigió. A media tarde, Díez comunicó que no aceptaba de los dos añadidos de socialistas y conservadores con el pretexto de que sería "desviar la atención" con la reforma de la Constitución y con la defensa de la unidad de España. Ofreció a cambio una enmienda transaccional [consúltala en PDF] que no aportaba demasiada novedad: enfatizaba que la Constitución es "el marco de convivencia entre los españoles" y reconocía la "importancia de la seguridad jurídica y la lealtad institucional" que los poderes públicos tienen la "obligación de preservar". 

La actitud de UPyD fue la detonante última de la división de los socialistas. El PSOE, que había dado señales en los últimas horas de que, si Díez se mantenía en sus trece, se inclinaría por la abstención como una solución de consenso, cambió de postura. Rodríguez anunció el voto a favor de la moción de UPyD con la incorporación de la transaccional. La portavoz, que volvió a tachar de "oportunista" la iniciativa de UPyD, alegó que como el texto final era una reafirmación de la Constitución, los socialistas no podían oponerse. La fractura se consumó minutos más tarde, cuando se produjo la votación, sobre las 22.30 horas. 

"No podíamos votar no o abstenernos"

El giro de última hora desconcertó al PSC, cuyos diputados se reunieron en el Congreso para dirimir qué hacer. Al tiempo, se mantuvieron en contacto con la sede de la calle de Nicaragua de Barcelona, el cuartel general del partido, y esta les dio la indicación: abstención. A fin de cuentas, el derecho a decidir es una promesa electoral del PSC. Pere Navarro, el primer secretario, siempre ha defendido que la consulta cabe y que es posible, aunque deba ser "legal y pactada" con el Estado. 

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Enmienda transaccional de UPyD a PSOE y PP contra el derecho a decidir (PDF)

Fuentes socialistas adujeron que se había intentado evitar el mal trago hasta el final, que por eso se presentó la enmienda a UPyD, y que no hubo manera. "No podíamos votar no o abstenernos. Estamos contra el derecho a decidir, y nuestra posición es clara. ¿Qué significa abstenernos?". Por su parte, el coordinador de los parlamentarios del PSC en las Cortes, Albert Soler, explicó a la salida del pleno que los diputados catalanes se abstuvieron por "coherencia" con su posición y para no caer en la "provocación" de UPyD, informa Europa Press. Soler no quiso calificar el apoyo conferido por el PSOE al texto de Díez, ni presumir qué puede ocurrir ahora que se ha vuelto a consumar la indisciplina de voto. Se verá si esta ruptura "tiene alguna consecuencia derivada", añadió. Lo que está claro es que "el 80% de los ciudadanos de Cataluña" está a favor de la consulta. El portavoz deslizó que había habido un cambio de última hora, porque la intervención del diputado socialista, Ignacio Sánchez Amor, "parecía que iba a la abstención". "No podíamos votar que el derecho a decidir es una falacia.

Es pronto para dilucidar consecuencias, pero a Alfredo Pérez Rubalcaba se le vuelve a abrir una vía de agua con el PSC. Un tema que nunca ha dejado del todo de estar encima de la mesa. Y que recuerda que PSOE y PSC siguen sin un protocolo de relaciones. En julio, las direcciones de los dos partidos intentaron consensuar un nuevo marco, pero la presión de los barones lo tumbó, precisamente por la renuencia de las federaciones a permitir que los socialistas catalanes pudieran votar de forma distinta en el Congreso. Para evitar la colisión se creó un Comité de Coordinación Política. Pero nada ha impedido que la historia de unidad de los dos partidos volviese a resquebrajarse este martes. 

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