Derecho a decidir

Diputados críticos del PSC barajan dimitir o no votar con la mayoría

Pere Navarro, primer secretario del PSC, durante su intervención en el Consell Nacional del pasado 17 de noviembre.

Nada hay decidido. Nada está sentenciado del todo. Pero las corrientes críticas del PSC barajan, como posibles respuestas al órdago lanzado (y ganado) por la dirección del partido en torno a la futura hoja de ruta de la consulta soberanista, que los diputados rebeldes puedan dejar su escaño o no votar como la mayoría del grupo parlamentario, rompiendo la disciplina de voto. Todo está por ver porque, como advierten varios dirigentes, "aún es prematuro". Pere Navarro y su equipo, en cambio, ni se plantea esa posibilidad, por el peso que recabaron sus tesis y el órgano que las avaló, el Consell Nacional. El núcleo duro cree que al final los 20 parlamentarios socialistas votarán en el mismo sentido. 

La jugada que consumó Navarro el pasado domingo ha alterado sustancialmente el mapa político catalán. En síntesis, significa que los socialistas se alejan del viaje emprendido por los nacionalistas. Que se descuelgan. Hasta CiU, por boca de su secretario general y portavoz en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, reconoció que el desmarque del PSC "debilita" el proceso soberanista impulsado por Artur Mas y su socio parlamentario, ERC, y "fortalece" la de Mariano Rajoy. CiU da "por perdido" al PSC, de hecho, en la reivindicación del referéndum. El president de la Generalitat acusó el golpe: afeó a los socialistas que se "bajen del tren" cuando "más se les necesita". 

Al Consell Nacional del PSC, su máximo órgano de poder entre congresos y compuesto por más de 400 miembros, llegaron finalmente dos resoluciones en su reunión extraordinaria del pasado domingo. Una, promovida por la dirección que lidera Navarro, que establece que, de ahora en adelante, votará en contra de "cualquier propuesta o iniciativa legislativa relacionada con la consulta que no haya estado previamente negociada y acordada con el Gobierno de España". El texto [consúltalo aquí en PDF] ganó por indiscutible mayoría, por 258 votos a favor (83,5%) y ya predispone el voto no a la transferencia a la Generalitat de la competencia para convocar un referéndum por la vía del artículo 150. 2 de la Constitución. Una solicitud que en principio aprobará el Parlament el próximo 4 de diciembre y que abanderan CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP.

El otro documento que abordó el Consell Nacional, impulsado por los dos sectores críticos –Avancem y Agrupament–, pedía al PSC que no se descolgase de la petición de transferencia en base al 150. 2, y tampoco de la Ley de Consultas que se aprobará en las próximas semanas. La resolución alternativa requería, de hecho, que se exploren "todas las vías legales de acuerdo". El texto fue apoyado únicamente por 41 dirigentes (13,27%), pese a que los críticos habían demandado voto secreto. El Consell daba así un espaldarazo a la posición de Navarro y los suyos (y a su mayor conexión con el PSOE), a la par que evidenciaba la flaqueza de los catalanistas de Avancem –el ala más a la izquierda, liderada por Joan Ignasi Elena, exalcalde de Vilanova i la Geltrú (Barcelona)– y Agrupament –el sector que capitanean Àngel Ros, regidor de Lleida, y Marina Geli, exconsellera de Salud del tripartito–. 

Más preocupación por la "diáspora"

La pregunta siguiente, tras la votación del domingo, es qué pasará en el Parlament cuando aterrice el nuevo escalón de la hoja de ruta soberanista, la petición de transferencia de la potestad para celebrar referendos, sin un pacto previo con el Estado. ¿Se repetirá lo que ocurrió el pasado 23 de enero? Ese día la Cámara aprobó una declaración soberanista que consensuaron CiU, Iniciativa y Esquerra. 15 diputados del PSC la rechazaron, y los otros cinco rompieron la disciplina de voto. Fueron Ros, Geli y Elena, además de Núria Ventura –parlamentaria por Tarragona, de Avancem– y Rocío Martínez-Sampere, no adscrita a ninguna corriente. El más explícito ayer fue el exalcalde de Vilanova i la Geltrú. "Sí, se nos pasa por la cabeza [votar diferente al PSC]. A nadie se le olvida que ya lo hicimos", respondió Elena en Rac1. Y añadió: "Seremos coherentes y veremos el texto que finalmente se presenta en el Parlament y en relación a esto tomaremos la decisión [...]. En el PSC hay demasiada gente que ha encontrado la puerta de salida y deberíamos hacer esfuerzos para que la gente encontrara la puerta de entrada".

"Una de las opciones que contemplamos es que nuestros dos diputados de Avancem dejen su escaño antes de la votación, por coherencia con lo que hemos venido defendiendo", aseguró ayer a infoLibre uno de los referentes de este grupo. "Hemos pensado que lo mejor tal vez pueda ser no votar contra una decisión adoptada democráticamente por el partido. Es lo más consecuente. El acta no es un privilegio de un diputado. Aunque habrá que esperar a la resolución del 4 de diciembre". Esta fuente, sin embargo, ponía todas las precauciones posibles porque hasta ahora este sector ha cuidado la "unidad de acción" con Agrupament en los temas referidos a la consulta, y apostar a las claras por dimitir "desplazaría la presión" sobre los catalanistas de Geli y Ros. 

Agrupament, de hecho, aseguraba anoche que adelantar una posición era "prematuro". "No sabemos aún definitivamente qué haremos. Tenemos que hablarlo con nuestra gente. Calma, por favor", imploraba una destacada dirigente de esta corriente, que no obstante no descartaba del todo la discrepancia de voto o la escisión. "La ruptura no me preocupa tanto como la diáspora, la gente que se va. No es un problema de cinco diputados que no coincidan. Debemos pensar en nuestras bases electorales. Nunca había pasado esto en el grupo. La diferencia estriba en que el PSC entendemos que debe liderar en Cataluña el proceso de consulta legal y acordada, y con esta resolución vamos a remolque de los demás". 

Ros, en declaraciones en el Ayuntamiento de Lleida, aseveró ayer que en su grupo nadie quiere marcharse del PSC ni acabar en el Grupo Mixto. "Riesgo de fractura no hay" porque todos los temas que pasen por el grupo se debatirán de acuerdo con el debate del grupo y con las resoluciones del partido, dijo, informa Europa Press. Se le preguntó al regidor si tiene intención de votar siempre igual que Pere Navarro o si se sentía libre para votar otra opción en determinadas circunstancias, Ros respondió que en el modelo actual de partidos en el que los parlamentarios pertenecen a una lista, "se han de tomar las decisiones siempre dentro de este partido", por lo que la ruptura de la disciplina de voto no es una situación normal, y la del pasado enero aconteció en un escenario de "excepcionalidad". 

Fuentes próximas a la diputada autonómica Martínez-Sampere reclamaron igualmente cautela: "Han pasado sólo 24 horas. Demasiado pronto". 

Críticas de Navarro y Balmón

Otro alto dirigente de Avancem pedía expresamente no cerrar la puerta a ninguna posibilidad. Todo dependerá, advertía, de si finalmente la propuesta soberanista llega el 4 de diciembre, de cómo esté redactada, de lo que decida el grupo... Sí señalaba su disgusto por declaraciones poco "afortunadas" de la dirección. Este alto cargo dirigía su mirada a las palabras de Navarro –quien dijo que en su partido no sobra nadie, pero sí "sobran actitudes de personas que trabajan más para sí mismos que para el colectivo"– y, sobre todo, a las de su número dos, Antonio Balmón, mucho más duro: en TV3 insistió en sus tesis de que "sobran" en el PSC los que hacen "demasiado ruido" en contra de lo que aprueban los órganos de dirección

La dirección se sabe con la sartén por el mango. La razón es que, a diferencia de lo que ocurrió el 23 de enero, la posición del partido está respaldada por su máximo órgano de poder, el Consell Nacional –y por una mayoría, se felicitaba, justo diez puntos por encima del apoyo recibido por Navarro cuando fue elegido primer secretario en 2011 y designado candidato electoral en 2012–, y no sólo por el grupo. "No se puede incumplir el mandato del Consell, porque vincula a todo el mundo. Y ha quedado sobradamente clara cuál es la posición mayoritaria. Una manera de sortear ese mandato es abandonar los puestos de responsabilidad, pero mientras se tengan... No puede entenderse que haya diputados díscolos", indicaron fuentes oficiales. Nicaragua, la sede del PSC, no se plantea por tanto que haya fugas, pero tampoco quiere adelantar qué pasará si las hay. Y, frente a los críticos, enfatiza que su posición sobre la consulta "no ha cambiado", que la sigue defendiendo sólo si es "legal y acordada", y nunca impuesta por Cataluña. "El partido tenía que aclarar su posición y con el aval mayoritario", agregaron. 

Ferraz, satisfecha aunque prudente

Ferraz, mientras, actuó de modo prudente y contuvo públicamente su satisfacción y alivio. Óscar López, el secretario federal de Organización, reiteró una y otra vez en rueda de prensa que el PSOE "respeta" la decisión de su partido hermano, que "subraya" lo que "une" a ambos: un principio (la "unidad de España"), un proyecto (la reforma federal de la Constitución) y un método (el "diálogo"). López añadió que entiende que ese gesto tendrá "consecuencias", en alusión a que no se prevén más votos diferenciados de PSOE y PSC en el Congreso, como el del pasado 29 de octubre. Desde Avancem se valoró que el equipo de Alfredo Pérez Rubalcaba no echara "más leña al fuego". Dirigentes de este sector, no obstante, atribuyen a un aviso de Ferraz que finalmente se llegara a dos resoluciones en el Consell: "Cuando parecía que estábamos cerca del acuerdo, llegó Navarro y se rompió la baraja. Dedujimos que algo había pasado, por tanto", relató uno de los interlocutores catalanistas. 

El juez Ruz enfila la recta final en el caso de Caja Castilla-La Mancha

Resolución del Consell Nacional del PSC sobre el plan soberanista, del 17/11/2013 (PDF, en catalán)

El núcleo duro de Rubalcaba lo negó tajantemente, tachando de "mentira" toda hipótesis de intervención de la dirección federal. "No hemos entrado en nada de eso", zanjó una alta dirigente. 

Quienes celebraron abiertamente el frenazo al proceso soberanista por parte del PSC fueron las federaciones del PSOE. "Un paso adelante", "seriedad", "estabilidad", calificaron los líderes territoriales. Algunos, como los secretarios generales de Murcia y Valencia, sí insistieron en que se debe actuar contra los críticos si se desmarcan del acuerdo del Consell Nacional. 

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