“Cuando González y Mas se enseñaron las cartas no les gustaron; igual la solución es echar más partidas”

"Muros más altos han caído, presidente". Quien lo dice es el máximo mandatario de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas. Y el expresidente del Gobierno, Felipe González, le replica: "El muro aquel se cayó para unirse". Es tan sólo un fragmento de la conversación que ambos dirigentes han mantenido acerca de la consulta soberanista en Cataluña –fijada por el Ejecutivo autonómico para el próximo noviembre–, un cara a cara moderado por Jordi Évole que se emitirá este domingo en el programa Salvados de La Sexta.

Según cuenta el periodista a infoLibre, durante el encuentro hubo "tensión", lo que no fue óbice para que se mantuviese un clima tranquilo. Évole destaca que la conversación estuvo marcada por la "educación" y la "voluntad de diálogo" de Mas y González, y adelanta que ese fue el gran punto en común al que llegaron ambos presidentes: "La voluntad de hablar, la idea de que la tensión entre Cataluña y España, o entre sus respectivos gobiernos, no tiene más solución que dialogar".

Sin embargo, el presentador también explica que las ideas del presidente de la Generalitat y del expresidente del Gobierno son distantes, aunque se muestra convencido en que el diálogo es la única solución para el problema. "Cuando se enseñaron las cartas, no les gustaron las del otro", reconoce Évole, quien no obstante afirma que "igual, la solución es echar más partidas". En este sentido, el periodista indica que la posición en torno a la cual giró el discurso de Mas fue "consulta sí", mientras que González argumentó la necesidad de realizar antes de nada una reforma constitucional, "y luego ya veremos".

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"Este tipo de encuentros pueden servir para ver que el diálogo es posible, que los políticos se sientan y hablan", asevera el presentador de Salvados, que denuncia la "enorme distancia entre ciudadanía y política" que existe actualmente y las "pocas veces" que puede verse "a dos presidentes conversando". En este sentido, Évole sostiene que la conversación entre González y Mas "huye de esa confrontación casi teatral de las tertulias políticas, donde los personajes están muy estereotipados", y destaca que el debate mantiene un "ambiente cívico".

"A mi me pareció buen ejemplo de lo que debe ser la política", afirma el periodista que, cuestionado por si le costó convencer a los dos mandatarios para que mantuviesen un cara a cara, asegura que "fue menos difícil de lo que se puede imaginar". "En cuestión de diez días estaba cerrado", relata Évole, que cuenta que el debate entre ambos fluyó de tal manera que "hay momentos en que parece que una cámara se ha colado en la conversación de dos personas".