La base de Rota recibe el primer destructor estadounidense del escudo antimisiles

Rota recibe este martes el primer de los cuatro destructores estadounidenses que formarán parte del escudo antimisiles de la OTAN. La llegada del navío USS Donald Cook es el culmen de las negociaciones que el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero inició en 2011 y que el Ejecutivo de Rajoy no dudo en continuar, a pesar del público rechazo de los partidos de la oposición.

Fue en 2010 cuando, en plena cumbre de Lisboa convocada por la OTAN, se aprobó un nuevo plan estratégico de la Alianza Atlántica. El desarrollo de un sistema de defensa anti-misil balístico (BMD, Ballistic Missile Defense) se convirtió en su máxima expresión con el fin de proteger el territorio europeo de posibles amenazas externas.

El 5 de octubre de 2011 el expresidente del Gobierno comunicó la participación de España en la construcción del escudo antimisiles. Los muelles de la base de Rota en Cádiz se convertirían en el componente naval de la plataforma de defensa. El anuncio de Zapatero dejó de ser una promesa cuando, en octubre de 2012, Mariano Rajoy firmó el acuerdo que entró en vigor el pasado mes de junio.

Mientras grupos de la oposición como IU, UPyD y Equo se opusieron al despliegue del escudo antimisiles en Rota, el Ejecutivo esquivó la polémica haciendo alarde de los beneficios económicos que la nueva plataforma antimisiles supondría para España. El Gobierno anunció un impacto económico en la región de 51 millones de euros anuales, la creación de 1.000 puestos de trabajo, una inversión de 6 millones de euros en la base naval y la contratación de los astilleros públicos Navantia para el mantenimiento de la flota.

Una decisión sin consenso

El líder de IU, Cayo Lara, expresó en 2012 su radical oposición a la instalación del escudo antimisiles de la OTAN en Rota. Lo que, según Lara, convierte a España en un objetivo militar ante hipotéticos ataques, potencia la carrera de armamentos, favorece el negocio armamentístico y es contrario a la paz.

Equo se sumó a las críticas de IU y advirtió que el escudo antimisiles es un mecanismo “indigno” que contribuye al "incremento de la carreta armamentística en todo el mundo, fomentando al enriquecimiento ilícito de las empresas de armamento y generando más guerra y dolor en nuestro alrededor".

Mateo Quirós, representante de Equo en Rota, acusó tanto al PP como al PSOE de “ponerse de espaldas a la ciudadanía y olvidar que la población española es claramente pacifista como se demostró cuando el No a la Guerra”. En esta línea Quirós insistió en que el componente naval "no tendrá ninguna consecuencia positiva para Andalucía. Se vuelve a utilizar nuestra tierra de forma arbitraria sin contar con la opinión de la gente de aquí que, históricamente, siempre ha rechazado su militarización”.

Ante el anuncio de 2011 de Zapatero y el posterior refrendo del contrato por Rajoy, UPyD declinó valorar si la decisión del Ejecutivo era correcta o no. Sin embargo, Rosa Díez denunció la “opacidad” y la “soberbia” con la que el Gobierno llevó a cabo las negociaciones. "No se puede tomar una decisión de estas características sin explicárselo a los ciudadanos, ni a los representantes de los ciudadanos", sentenció la líder de UPyD.

¿En qué consiste el acuerdo entre España y Estados Unidos?

El acuerdo entre España y EEUU para el establecimiento de los cuatro destructores de la Marina norteamericana y sus tripulantes que forman parte de la arquitectura de defensa antimisiles de la Alianza Atlántica entró en vigor el pasado mes de junio. Dicho convenio recoge estrategias necesarias para llevar a cabo operaciones de administración, mantenimiento, comunicación, abastecimiento y almacenamiento de material. Además el mismo contrato recopila servicios de apoyo para una estación naval, incluida una unidad de tierra, mar y aire, un escuadrón de patrulla marítima, un escuadrón de reconocimiento aéreo de la flota y un destacamento de aeronaves basadas en porta-aeronaves para estacionamiento temporal.

Del mismo modo, incluye una terminal de transporte aéreo militar, el despliegue y tránsito de aeronaves de Estados Unidos, atracaderos y fondeaderos y apoyo logístico de la flota, batallón de construcciones, estación naval de comunicaciones, compañía de fuerzas de seguridad, unidad de investigación criminal, destacamento para una terminal de correo aéreo, mando de gestión de contratos de defensa y una instalación de información para vigilancia oceánica de la flota.

De acuerdo al mismo, también se incluye un depósito naval de combustibles, depósito de almacenamiento y estación meteorológica, así como las instalaciones que permitan el estacionamiento permanente de los cuatro buques y sus tripulaciones en la base.

La oposición rusa

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El Gobierno de Vladimir Putin rechazó el desarrollo de un escudo antimisiles en Europa. Dicho proyecto militar, en palabras del líder ruso, "sólo es defensivo de nombre; en realidad es una parte significativa del potencial ofensivo de EEUU y de la OTAN".

Los cuatro destructores estadounidenses con cobijo en la base gaditana forman parte del plan rechazado por Putin.

Rusia advertía este mismo mes que el despliegue de unidades navales en Europa como parte del sistema de defensa antimisiles de Estados Unidos podría provocar su retirada del Tratado de Armas Estratégicas Ofensivas (START), firmado en 2010.