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Debate del estado de la nación

Rubalcaba replica a Rajoy: “¿En qué país vive usted?”

"¿En qué país vive usted, en qué país, señor Rajoy?". 

Una pregunta, esa pregunta, sirvió a Alfredo Pérez Rubalcaba para encender el motor de su primera intervención en el debate del estado de la nación. Una pregunta con la que el secretario general del PSOE quiso, primero, replicar al presidente del Gobierno y, después, desmontarle su triunfalismo, reprocharle el dibujo de una España feliz que no se corresponde con la realidad. Una España en la que ha aumentado la sima de la "desigualdad". Sus compañeros de bancada reaccionaron con un aplauso inmediato. 

Rubalcaba, que no llevaba su intervención escrita y se apoyó en un esquema de dos folios, explotó todo lo que pudo todos los olvidos intencionados que, durante la mañana, había jalonado la alocución de Rajoy. "Sus titulares hablan de una cierta percepción de España. Yo le hablo de la vida de los españoles". La que dan otros titulares de medios de comunicación, que leyó, copiando el mismo recurso efectista del presidente: la prensa también habla, rememoró, de "destrucción de 184.000 puestos de trabajo", de una reforma laboral que "baja los sueldos el 10%", de niños "en riesgo de pobreza" y una ley del aborto que "dañará la salud de las mujeres".

Esa percepción edulcorada de España, a juicio del PSOE, se asienta en "tres mentiras". Una, hacer ver que lo peor "ha pasado ya". Dos, que no había "otro remedio" que recortar. Y tres, "que no le gusta mucho" ese tipo de medidas. Son "mentiras", dijo, porque "para millones de españoles", las cosas están peor de cara al futuro, porque el Gobierno "siempre ha optado" por ir "contra los más débiles" y porque "ha hecho lo que la derecha siempre quiso hacer y ni tan siquiera se atrevió a plantear públicamente". Para ello, y como ha venido denunciando el líder de los socialistas en más ocasiones, el presidente ha tirado de su mayoría absoluta y utilizado la "crisis como coartada". Como coartada para desplegar ideología pura y dura: "¿Qué tiene que ver la crisis con que la nota de Religión cuente para entrar en Medicina? ¿O qué tiene que ver la crisis con que se regalen solares a las empresas de educación privada?".

Tras un potente prólogo, Rubalcaba desglosó las consecuencias de las políticas del Ejecutivo, de su reforma laboral, del recorte de becas y de ayudas al desempleo, del tajo al gasto social, de la subida de impuestos y precios, del copago farmacéutico. "Y lo llama ir por el buen camino. Siempre que tuvo que elegir, lo hizo en contra de los más débiles [...]. ¿Y sabe por qué? Porque ustedes son de derechas, es usted el líder de la derecha. Ha sido usted coherente, señor Rajoy". "Siempre han pensado que los trabajadores tenían muchos derechos, las mujeres mucha libertad y los españoles mucha igualdad. Por eso han convertido ustedes esta legislatura en la apoteosis de la desigualdad", redondeó. 

La tarifa plana no servirá "para nada"

Rubalcaba pintó los "claroscuros" a las cifras y datos positivos que el presidente había elidido por la mañana. Así, recordó que sí, que la prima de riesgo bajó, pero gracias a la intervención del Banco Central Europeo (BCE) y de Mario Draghi. Que España ha dejado atrás la recesión, pero como ha sucedido en toda Europa, en parte porque la UE ha aparcado las políticas de recorte duro. Que las cifras de destrucción de empleo se han detenido, pero que no se pueden obviar las consecuencias de una reforma laboral que ha buscado, sobre todo, la "precarización" de los trabajadores, bajándoles los salarios y recortándoles derechos, aniquilando la concertación social. Y así repasó a todos los afectados por las políticas del Gabinete conservador: estudiantes, jóvenes, pensionistas, mujeres, enfermos, trabajadores, parados, dependientes...

En ese punto, el líder del PSOE hizo un aparte con la medida estrella anunciada por Rajoy esta mañana: la tarifa plana de cotizaciones a la Seguridad Social de 100 euros. Es "una rectificación en toda regla" de la reforma laboral, pues hay "300.000 contratos indefinidos menos que en 2012". Pero además "no va a valer para nada", porque no servirá para aumentar la contratación indefinida. Tampoco confió en la modificación fiscal que el jefe del Ejecutivo apenas pespunteó por la mañana. La diferencia "fundamental" que plantea el PSOE es el "tratamiento de la riqueza", para que paguen los que "nunca han pagado" y no paguen tanto los que siempre paguen. En suma, una reforma progresiva que ya aprobó el partido en su Conferencia Política. En cualquier caso, recordó que a quienes se bajará ahora los impuestos van a seguir pagando más que cuando el PP llegó a la Moncloa. Incluso, dijo, podía haber puesto en marcha estas medidas antes, porque "dinero ha habido para lo que ha querido", y por eso se rescató a la banca en lugar de a los que más lo necesitan o a las familias con el yugo de la deuda hipotecaria pendiendo sobre sus cabezas. 

Rubalcaba no iba a dejar escapar un punto del que Rajoy escapó en todo momento: la Ley del Aborto. Retomó las palabras del presidente hace una semana, en la sesión de control, cuando este equiparó la propuesta de Alberto Ruiz-Gallardón con la ley de 1985, que el PSOE no tocó hasta 2010. El secretario general le devolvió el argumento. La sociedad cambió, y por eso había que modificar la norma. "Por eso hay que cambiarla y es la misma razón por la que no aceptaba y no la acepta, porque ve que las cosas han cambiado". "¿Tienen que esperar las mujeres españolas otros treinta años para que llegue usted a la Ley de Plazos?", le preguntó. Pregunta que cayó en saco roto, porque Rajoy se escabulló de un asunto que le incomoda. El líder del principal partido de la oposición volvió a requerirle que retire la norma. "Las mujeres no necesitan su tutelaje". 

Investigación de la tragedia de Ceuta

Del aborto Rubalcaba se dirigió a Ceuta. Que se investigue, exigió, que no se pase por alto la tragedia que supuso la muerte de 15 inmigrantes subsaharianos. "Veámoslo aquí, en la Cámara, que es donde tenemos que mirarlo, examinemos qué pasó, sin prejuzgar, y a partir de ahí, primero la verdad y luego la responsabilidad: si alguien la tiene tendremos que pedírsela, señor presidente del Gobierno, pero un suceso de esa naturaleza no puede quedarse al margen de la vida parlamentaria". Para ahuyentar dudas, para reivindicarse como exministro del Interior, y pese al revuelo de la bancada conservadora, incidió en su "estima" por la Guardia Civil y en el "respeto" a su trabajo. 

Un fino hilván unió Ceuta y la Ley de Seguridad Ciudadana que el Gobierno tiene en cartera. Con la redacción del departamento de Jorge Fernández Díaz, "no se hubiesen podido grabar las escenas en la playa del Tarajal". Tampoco habría podido el PP recoger firmas contra el Estatut de Cataluña porque "le habría salido a mil euros la mesa". Lo único que persigue el Ejecutivo es "atentar contra el derecho de reunión y de manifestación", que "la gente no proteste contra los recortes", diagnosticó. 

Rubalcaba suele repetir que España padece una triple crisis: económica y social, política y territorial. A estas dos dedicó el último tramo de su intervención. El líder del PSOE, como en ocasiones anteriores, advirtió a Rajoy de que no puede limitarse a responder "no, no, y no" al desafío soberanista, sentarse y no hacer nada. Le emplazó a abrir la mesa del diálogo y a abordar una reforma "medida" y "pactada" de la Constitución, que haga de España un Estado federal. Por todo ello, pidió de nuevo la constitución de una subcomisión parlamentaria, para al menos "compartir un diagnóstico" del problema. Opción que el PP rechaza. Si la Carta Magna fue producto del pacto entre los que venían "de la clandestinidad" y los que procedían "de las entrañas del Antiguo Régimen", "¿no vamos a poder hacerlo nosotros tras 35 años de convivencia democrática?", enfatizó.

La "cacicada mayor" del Estatuto manchego

La crisis política circula en torno a la corrupción. Una enfermedad que, para el PSOE, ha empeorado en el último año, porque "cada semana desde la Audiencia Nacional llegan noticias" que dicen que el presidente "engañó" al Congreso cuando habló sobre la incidencia del caso Bárcenas en el PP. "Son más de 100" los imputados en la Gürtel. "Todo el mundo piensa que usted se ha financiado ilegalmente durante 20 años", espetó a Rajoy. Rubalcaba propuso crear una subcomisión que analice todas las medidas anticorrupción de los grupos, del Ejecutivo y de expertos. 

Ese argumento le llevó a la "cacicada mayor", la reforma del Estatuto manchego que está a punto de salir camino del Senado y que reduce a la mitad el número de diputados en las Cortes regionales, una modificación auspiciada por María Dolores de Cospedal que sólo cuenta con el apoyo del PP. "Retírela, por favor, por decencia democrática", imploró. 

Rubalcaba no pidió a Rajoy su cabeza, ni una convocatoria de elecciones anticipadas. Ni el fin inmediato de la legislatura. Sólo prometió lo que él, un secretario general del PSOE para el que este puede ser su último debate del estado de la nación –las primarias son en noviembre, y no está claro que se presente–, podría prometer: que los socialistas, cuando vuelvan a la Moncloa, devolverán a los españoles los derechos que el PP les ha arrebatado

"¿De qué presume tanto?"

La réplica del líder del PSOE abundó en el combate al optimismo del Gobierno, en el desarrollo, en definitiva, de la pregunta inicial: "¿En qué país vive usted?". Le lanzó que no tiene motivos para estar "tan contento" y "pagado de sí mismo", cuando tiene "tanto sufrimiento debajo". "¿De qué presume tanto?", inquirió. Y se respondió consecutivamente: "Sólo puede presumir de la contabilidad B en el PP". Como B es el programa con el que su partido se presentó a las elecciones de 2011, ocultando sus verdaderas intenciones, una imagen que Rubalcaba ha utilizado en más ocasiones. 

En el fondo, todo se resume en una apuesta descarada por la "desigualdad", vino a decir. El secretario general blandió un artículo escrito por el propio Rajoy en 1983 en el Faro de Vigo, cuando era diputado de Alianza Popular en el Parlamento de Galicia, donde defendía que "los hijos de 'buena estirpe', superan a los demás". "Su problema ha sido siempre el mismo y su adversaria, también: la igualdad. Contra eso han trabajado ustedes desde el principio de esta democracia, y contra eso han hecho ustedes dos años de ejercicio de poder: contra la igualdad. Creando la mayor desigualdad que ha existido nunca en la historia de nuestro país". Y eso, la desigualdad, "es lo que cambiará el PSOE", comprometió.

El ritual se cumplió esta vez: aplauso de su bancada, puesta en pie. Pero, en pasillos, esa satisfacción también era palpable entre los diputados socialistas. Elde hoy había sido tal vez uno de los mejores y más potentes de un Rubalcaba tremendamente duro contra Rajoy, un Rubalcaba que quiso marcar las diferencias entre derecha e izquierda, marcar el campo de la batalla ideológica. 

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