Elecciones europeas

Willy Meyer se afianza como el cabeza de lista de IU a las europeas

El eurodiputado de IU, Willy Meyer, en declaraciones a los medios el pasado 18 de febrero en Bruselas.

La lista de Izquierda Unida para las elecciones europeas del 25 de mayo ya está bastante madura. Y la principal incógnita que quedaba por despejar, el cabeza de cartel, parece en principio bastante clara: será Willy Meyer Willy Meyer (Madrid, 1952), secretario de Política Intenacional de la ejecutiva federal y eurodiputado desde 2004. Y un hombre con gran ascendente en el coordinador, Cayo Lara

La situación pegó ayer jueves un giro que se puede alzar como determinante. Se sucedieron dos reuniones en el Congreso: la primera, de la llamada mayoría nucleada en torno a Lara, y la segunda, de los coordinadores territoriales con la cúpula federal. Y en ambas se "consolidó", según fuentes próximas al líder, lo que todo el mundo esperaba: la candidatura de Meyer. El europarlamentario no se había postulado en todo este tiempo. Sabía que su postulación era segura porque tenía el aval más fiable de todos: el de la federación andaluza, la más grande (supone el 40% del conjunto de IU), de la que él procede, y en la que tiene importantes valedores, como el barón regional, Antonio Maíllo y su antecesor en el cargo y vicepresidente de la Junta, Diego Valderas. Meyer contaba con el respaldo del 71,42% de la militancia que participó en el proceso de consulta a las bases

Andalucía, como el resto de territorios de IU, tenía el encargo de opinar sobre el número uno de la candidatura. Pero fue de las pocas que oficializó su apuesta. También lo hicieron Castilla y León (por Javier Couso, hermano del cámara de Telecinco asesinado en Irak José Couso), Baleares (por Eberhard Grosske) y La Rioja (por Enrique Santiago). Las tres de dimensiones infinitamente inferiores a la andaluza. Además, entre los apoyos tácitos a Meyer se encuentra Madrid, la segunda federación de mayor peso, aunque en este caso con la salvedad de que está partida en dos mitades, entre la mayoría dirigente (el 51%) y los dos sectores minoritarios (que suman el 49%). 

Esos fuertes apoyos, por sí mismos, ya decantaban el fiel de la balanza hacia el eurodiputado. Pero en las dos reuniones de ayer, según la dirección de Lara, "se afianzaron sus posibilidades", se vio que había "un consenso en torno a él". "Consenso, que no unanimidad", advertían las mismas fuentes.

No obstante, no se puede dar nada por absolutamente seguro. Y todo podría cambiar en las próximas horas. Esta mañana se reunió la comisión de consenso –integrada por 15 dirigentes y encargada de trabar una lista única–, por segunda vez desde su constitución. Acabó en poco más de una hora. Miguel Reneses, el secretario de Organización, comunicó a los asistentes que lo mejor era aplazar la reunión 24 horas, hasta las nueve de mañana sábado, porque aún deben continuar las consultas. Ello suscitó las quejas de diversos miembros del órgano, que creen que las negociaciones se están conduciendo "de tapadillo", y que la comisión es una pura "pantomima" donde va a llegar todo guisado.

Esta tarde, de hecho, habrá una nueva reunión de la mayoría, para ver si prospera o no el consenso. Si lo hay, se trenzará una candidatura que se llevará al Consejo Político Federal de mañana sábado, 1 de marzo. Ese es el máximo órgano de dirección, el único con la potestad de aprobar la lista. Si, en cambio, las cosas se tuercen este viernes, y no se descarta, podrían llegar al Consejo dos o tres candidaturas: la de Meyer, la de su principal oponente, Marina Albiol, y la de Izquierda Abierta. Tras la votación, se distribuirían los puestos proporcionalmente al resultado obtenido por cada uno de los bloques contendientes. 

Mayoría reforzada para un tercer mandato

Pero a Meyer no le conviene que haya confrontación. Las elecciones del 25 de mayo serían las terceras en las que él competiría como número uno, y para poder repetir necesita una mayoría reforzada: el 60% del Consejo, según mandata el artículo 88. 3 de los estatutos federales. Un porcentaje que, en caso de que haya división, no le sería tan fácil de obtener

En consecuencia, existe aún un cierto grado de incertidumbre, pero desde la propia dirección de Lara –que, no olvidemos, cuenta con una amplísima mayoría en los órganos y en los territorios– se daba por hecho que Meyer liderará la candidatura. "Nuestro objetivo es lograr un gran consenso", reiteraban desde Olimpo, la sede federal. El problema, según otras fuentes, ha sido que no se ha diseñado un proceso con criterios homogéneos, pues cada federación ha hecho de su capa un sayo: unas se han pronunciado y otras no, unas han hecho primarias y otras han hecho consulta a las bases o votación en sus órganos...

Tal y como estaban las cosas ayer, la composición de los siguientes cinco puestos a partir de Meyer se hallaba bastante avanzada. Así, la número dos sería la secretaria confederal de Políticas de Empleo y Migraciones de Comisiones Obreras (CCOO), Paloma López. Quien primero puso encima de la mesa el nombre de la sindicalista fue la dirección madrileña, en la que ella milita desde hace años. La nominación era bien vista incluso por la minoría de la federación. Pero al final su postulación corrió a cargo de Olimpo, precisamente porque está en la ejecutiva de Ignacio Fernández Toxo. Con ese gesto, IU quiere proyectar la integración, en puestos de salida, de una señalada dirigente de la central hermana. Nada baladí, dada la obsesión de la cúpula por mostrar su sintonía con el movimiento obrero. López ha accedido a la petición de IU, aunque ha puesto como condición el consenso, que su nombre no suscite divisiones internas.

El tres queda reservado para Iniciativa per Catalunya Verds (ICV). Ahí no hay dudas: será Ernest Urtasun, elegido en primarias el pasado diciembre. Los ecosocialistas bajan un escalón respecto a las europeas de 2004 y 2009, obligado porque IU quiere componer una lista cremallera. Si los planes cambian y Meyer finalmente no repitiera de uno, ICV podría aspirar a recuperar el dos. En este caso, dadas las expectativas tan altas puestas en estos comicios –las encuestas les conceden entre siete y nueve escaños–, la formación rojiverde no corre el peligro de quedarse fuera. 

A la espera de Anova y Chunta

El cuarto lugar de la candidatura se reservaría, según los planes de la dirección, para Marina Albiol, diputada por Castellón en Les Corts Valencianes. La parlamentaria había circulado como principal alternativa de Meyer para la cabeza de cartel, aupada por su federación y por quienes entendían que el eurodiputado no era la mejor opción para liderar la candidatura. Sus anclajes orgánicos, sin embargo, eran menos poderosos. Los defensores de Albiol, no obstante, creen que el cuatro es demasiada poca cosa y advierten de que, "si no se arregla la lista", presentarán guerra contra Meyer. Y ahí es donde este podría perder. 

Anova se quedará el número cinco. El domingo pasado, la militancia de la formación de Xosé Manuel Beiras decidió, por la mínima (por 11 votos de diferencia), concurrir con IU el 25 de mayo. Un resultado ajustado que ha provocado, por cierto, la dimisión de la mayoría de los miembros de la ejecutiva. Anova, pues, debe dar un nombre a Lara, pero en Olimpo no ocultan que su candidato preferido sería Martiño Noriega, alcalde de Teo (A Coruña) y exnúmero dos del partido nacionalista. 

La alcaldesa de Castrillón (Asturias), Ángela Vallina, ocuparía el sexto puesto. Así, todas las federaciones grandes colocarían un hombre o mujer en los lugares de salida: Andalucía (Meyer), Madrid (López), Valencia (Albiol) y Asturias (Vallina), más Cataluña por la vía de ICV (Urtasun). 

A partir de ahí vienen las dudas y las dificultades. Porque hay más chicos que chicas para las siguientes plazas. La federación debate cómo colocar en los siguientes puestos impares a nombres como Javier Couso, José Chamizo –exdefensor del pueblo andaluz–, el profesor y activista Girardo Pisarello, promovido por Esquerra Unida i Alternativa (EUiA), la marca catalana de IU, y Tasio Oliver, el candidato de Izquierda Abierta elegido en primarias. Entre las mujeres, sobresale el nombre de Lidia Fernández, postulada por el 51% de Madrid. Aún habría que hacer hueco a la persona que nomine Aragón. IU confía en que llegue el acuerdo con la Chunta, socia ya en el Congreso y en las generales de 2011. Pero eso no se sabrá hasta la semana próxima. 

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Izquierda Abierta pide el siete

La composición del puzle encalla en esa parte de la plancha electoral. IzAb ha pedido a la cúpula de Lara ocupar un puesto de salida: el 7, y si sólo se obtuvieran seis escaños, que parte de la legislatura se desplazara a Bruselas Oliver. El aparato federal, dirigido por el secretario de Organización, Miguel Reneses, es partidario de que así sea, para que así luzca en la lista la pluralidad, ya que el partido de Gaspar Llamazares y Montse Muñoz es una minoría con un peso exacto del 20% en todos los órganos de dirección de IU. Los gasparistas amenazan con presentar alternativa propia en el Consejo si se ven desplazados del séptimo puesto. Hacen valen su especificidad como corriente federal y que la elección de Oliver se haya producido en primarias abiertas a la ciudadanía.  

Aún queda, pues, tela por cortar... Y horas por delante de negociación. IU está acostumbrada a cerrar todos los flecos en el tiempo de prórroga. Esta vez no podía ser menos.

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