Los abusos de la banca

Dos hermanos ancianos llevan su batalla contra el Banco de Valencia a la Audiencia Nacional

José Luis Olivas y Aurelio Izquierdo, de Bancaja

Josefina y Vicente, dos hermanos de una familia adinerada del municipio valenciano de Carcaixent, invirtieron la mayor parte de su fortuna personal en acciones de Banco de Valencia. Y lo hicieron en apoyo del tejido industrial y financiero de su tierra. Ya que tenían dinero, explicaban los dos hermanos, preferían dejarlo en manos de empresas cercanas. En concreto, en los gestores del Banco de Valencia, que durante más de un siglo (fue fundado el 20 de marzo de 1900) había mantenido intactas sus principales señas de identidad: la valencianía y la solvencia. Los cuatro millones de euros que invirtieron valen ahora solo 4.666 euros.

El Banco de Valencia era un referente en esta Comunidad Autónoma, pero también en las regiones más cercanas. Como por ejemplo es el caso de Murcia. No en vano la entidad valenciana compró en 1997 a su hermano pequeño: el Banco de Murciahermano pequeño, cuya marca comercial desapareció en 2002 pasando a llamarse únicamente Banco de Valencia.

4 millones en acciones

En total, los dos hermanos invirtieron más de 4 millones de euros, explica el abogado José Martínez Úbeda, socio del bufete Chamorro y asociados. Y tras la intervención del banco, este dinero "se ha volatilizado", convirtiéndose en únicamente 4.666 euros. "Pensábamos que era un error", especifica Martínez Úbeda a infoLibre. "Es decir, una pérdida total de la inversión como consecuencia de una gestión irracional y delictivagestión irracional y delictiva de los recursos por parte del consejo de administración del Banco de Valencia", especifica la querella presentada recientemente por Josefina Ribera, de 91 años, en la Audiencia Nacional contra José Luis Olivas y Domingo Parra, pero también contra el resto de integrantes del consejo de administración de Banco de Valencia.

Estas actuaciones irregulares, según el documento presentado en el Juzgado Central de Instrucción número 1, cuyo titular, Santiago Pedraz, ya investiga el caso Banco de Valencia, se agudizaron en 2009 y 2010: "Utilizando los recursos de la entidad, contrayendo obligaciones con abuso de sus funciones, realizando actos propios de un administrador desleal, comprometiendo el patrimonio de la sociedad que administraban y causándole pérdidas al banco que no se correspondían con operaciones propias de la actividad del banco o de sus participadas".

Expresidente valenciano

En enero de 2004, el que fuera presidente de la Generalitat Valenciana, José Luis Olivas (PP), pasó a ser presidente no ejecutivo de la entidad financiera valenciana. Un cargo que compaginó con el de presidente de Bancaja hasta su dimisión en 2011. Abogado de profesión, Olivas desembarcó en la banca tras sustituir a Eduardo Zaplana en el Consell, y tras su breve paso por la presidencia dejar su puesto a Francisco Camps. Bancaja era la accionista mayoritaria del banco, pues controlaba un 30% del capital. Olivas está imputado en el caso Bankia, pero también en una de las piezas separadas del caso Banco de Valencia que investiga en la Audiencia Nacional el juez Santiago Pedraz.

El número dos de Olivas, y quien ejercía el cargo ejecutivo en Banco de Valencia, era Domingo Parra. Al igual que Olivas está imputado en el caso por un presunto delito de apropiación indebida. Recientemente, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional avaló que se continuara con la investigación abierta al expresidente del Banco de Valencia José Luis Olivas por el desvío de fondos de la entidad a sociedades del empresario alicantino Ramón Salvador ante la "obvia apariencia delictiva" de los hechos que se le imputan.

Nefasta gestión

En abril de 2008, solo las acciones de Josefina, sin contar con las de su hermano, tenían un valor superior a los 2 millones de euros. "Pasados cinco años, y tras la nefasta gestión de los querellados", miembros del Consejo de Administración, se producen una serie de operaciones, "a todas luces fraudulentas, como posteriormente se ha demostrado, que no solo conducen a la entidad a una pérdida de solvencia, sino a sobrepasar los riesgos de seguridad impuestos por el Banco de España, para operaciones de riesgo y situaciones de morosidad, suplantadas bajo artificios contables, que a lo largo de los siguientes ejercicios sacaron a la luz la verdadera situación de quiebra técnica de la entidad", especifica la querella presentada por el letrado.

Josefina, según explica su abogado, está convencida de que la enfermedad de su hermano se aceleró tras darse cuenta del desplome del valor de las acciones, que pasaron a valer 20 céntimos de euro. "Ni tan siquiera les habían asignado a un gestor asociado. Iban totalmente perdidos. Eran personas muy mayores, y de repente se dieron cuenta de que lo habían perdido todo", explica el administrador, José Martínez Úbeda

Riesgo con las acciones

"Nunca nadie se ha puesto en contacto con ellos. En cuanto nos enteramos de lo que había pasado, acudimos a la sucursal de Banco de Valencia en Carcaixent". Y allí, según el relato de Martínez Úbeda, el director del banco se lavó las manos asegurando que con las acciones se corre el riesgo de perder dinero: "Mi contestación fue que se trataba de acciones de un banco con más de 100 años de historia".

Para el responsable legal del patrimonio de Josefina se trata de una "indefensión total". Y sobre todo después de enterarse de que en la última junta de accionistas, meses antes de la intervención por parte del Banco de España, los directivos y la empresa auditora dijeron que la situación del banco era "fenomenal". "Pero esto no era creíble, y por eso un grupo de accionistas vendió sus acciones, pues no era posible que el Banco de Valencia estuviera tan mal y el resto tan bien".

Salud delicada

Esta situación ha afectado a Josefina, que ante el temor de que le vuelva a pasar lo mismo ha dado la orden de vender el resto de acciones de su propiedad. "Ella piensa que el agravamiento de la salud de su hermano se debe en parte a todo este problema, pues era ella la que tenía una salud más delicada".

La querella, que se centra sobre todo en el caso de Josefina, incluye un extenso relato de todas las presuntas irregularidades cometidas por los directivos del Banco de Valencia, que han provocado un agujero de 5.800 millones de euros5.800 millones de euros, según un informe del Fondo de Reestructuración Ordenado Bancario (FROB) sobre el impacto financiero del rescate en los Presupuestos Generales del Estado.

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Delito societario

Según la querella de Josefina, los anteriores dirigentes de Banco de Valencia habrían podido cometer delitos societarios y de administración deslealadministración desleal. "El 28 de enero de 2011 los integrantes del consejo de administración formularon las cuentas anuales del Banco de Valencia a sabiendas de que no reflejaban la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la sociedad", resalta el documento, que especifica que Josefina confió en la veracidad de las cuentas y mantuvo su inversión: "De forma repentina se encontró con la ruina de la entidad, con la caída en los mercados y con la pérdida total del valor de sus acciones".

La querella también se dirige contra la empresa auditora Deloitte, que había emitido un informe de validación "sin salvedades". Con toda probabilidad, según fuentes jurídicas, si se admite a trámite pasará a acumularse a la demanda presentada por el abogado Diego Muñoz-Cobo en representación de los pequeños accionistas de Banco de Valencia. 

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