Los otros gamonales

Los vecinos de San Blas no quieren que Botella ceda al Opus una finca pública

Los vecinos de San Blas no quieren que Botella ceda al Opus Dei una finca municipal

Carmen Valenzuela

La alargada sombra de las políticas de privatización del consistorio conservador oscurece ahora el futuro de la Quinta Torre de Arias, ubicada en la madrileña calle de Alcalá. La propuesta que la Universidad de Navarra realizó al Ayuntamiento de Madrid para obtener la cesión de parte de las edificaciones que conforman la finca ha puesto en pie de guerra al distrito madrileño de San Blas. Bajo el lema La quinta y el palacio de Torre Arias es del barrio, la recientemente creada Plataforma Quinta de Torre Arias promete pelear hasta impedir la cesión de parte de este edificio a la entidad educativa privada vinculada al Opus Dei. Exigen, además, la inmediata habilitación y apertura del complejo para que los madrileños puedan disfrutar de sus edificios y de un nuevo parque público.

Las exigencias de la plataforma apenas se diferencian de los deseos expresados por la condesa Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, la última propietaria de la Quinta de Torre Arias, que en 1986 entregó la finca al Ayuntamiento de Madrid como moneda de cambio para realizar una serie de actuaciones urbanísticas en otros terrenos. Un negocio que se cerraría definitivamente tras su fallecimiento en octubre de 2012, fecha hasta la que la condesa mantendría el usufructo de la propiedad. Su voluntad fue que, a su muerte, la finca Quinta de Torre Arias pudiera abrirse para disfrute de todos los madrileños. “Lo que sí que nos haría ilusión es que eso se abriera a todos los ciudadanos, por supuesto, como fue el deseo de Doña Tatiana”, declaró a infoLibre Álvaro Matuz, responsable de comunicación de la fundación a la que da nombre la condesa y que ahora asiste como “espectador” a las polémicas desatadas en torno al legado patrimonial de su fundadora.

“Estamos peleando para que esto siga siendo aquello que debería ser”, declaró a infoLibre Andrés Cabrera, portavoz de la Plataforma Quita Torre de Arias, quien aseguró que no tendrán más remedio que “continuar con la pelea cotidiana” hasta asegurarse de que ni la Universidad de Navarra ni nadie “se lleve los cuartos” con la gestión o explotación de la propiedad municipal. De momento, convocarán manifestaciones frente a la finca el último domingo de cada mes y ya han logrado recabar más de 4.000 firmas en favor de su iniciativa.

Protestas de los jardineros municipales.

Una protesta colectiva a la que se han sumado los jardineros municipales, quienes, según aseguran desde Comisiones Obreras y desde el grupo municipal de IU, se han visto apartados del proyecto de rehabilitación de los jardines en favor de una contrata privada. Un trabajo para el que el ayuntamiento destinará una partida presupuestaria inicial de 100.000 euros y que los jardineros municipales estarían dispuestos a realizar. “Entendemos que tenemos que estar junto a los ciudadanos exigiendo que el dinero de todos se gaste con eficacia y que los medios que ya estamos pagando se utilicen correctamente”, declaró a este diario Juan Carlos Nicolás, miembro de la comisión ejecutiva de CCOO del Ayuntamiento de Madrid.

La plataforma vecinal cuenta asimismo con el respaldo del grupo municipal de IU, que a través de la concejala Raquel López ha logrado trasladar sus exigencias al debate plenario. “Lo que está haciendo el Ayuntamiento de Madrid es mirar siempre hacia las contratas y privatizar todos los parques” denuncia López, quien insiste en destacar la existencia de un informe, realizado por los jardineros municipales, en el que se propone una fórmula viable para la recuperación y el mantenimiento de esos espacios de la Finca de Torre Arias. Un documento que la edil hizo llegar a la comisión plenaria y que, según sostiene, demuestra la voluntad de los trabajadores municipales de llevar a cabo las tareas de rehabilitación de los jardines. “Tenemos la maquinaria, tenemos los jardineros y queremos gastarnos en una contrata cien mil euros”, sentencia López.

A pesar de que el Plan General contempla el uso educativo de los edificios que configuran la finca de la calle de Alcalá, serán pocos los privilegiados que, de ejecutarse la cesión a la Universidad de Navarra, podrán disfrutar de los palacios que la condesa Pérez de Guzmán dejó al municipio de Madrid. En este sentido, tanto la plataforma como la concejala Raquel López creen que “ahora el negocio tiene que pasar por beneficiar a los intereses de los madrileños” y aprovechan para reavivar una vieja reivindicación del barrio, que reclama para sí la apertura de un instituto público.

Ayuntamiento de Madrid: “El jardín sería de uso público siempre”

Por su parte, fuentes del departamento de prensa de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid declararon a infoLibre que “el jardín sería de uso público siempre”. Un hecho que, según sostienen, “es importante”, porque “si se produjera la cesión” a la Universidad de Navarra o cualquier otra institución educativa, “solo sería de uno de los edificios”, algo que, recuerdan, “está permitido según el Plan General”.

Asimismo, el Ayuntamiento de Madrid redactó una nota de prensa en la que reconocía que la Universidad de Navarra había efectuado una consulta al Consistorio de la capital para “utilizar una de las edificaciones donde implantarían una sede para la realización de actividades educativas”. Una solicitud que “aún no ha sido resuelta en ningún sentido”.

A la espera de que el Ayuntamiento de Madrid resuelva qué sucederá con las edificaciones de la Finca Quinta de Torre Arias, la plataforma ciudadana asegura que repetirá las concentraciones el último domingo de cada mes ante las puertas de la finca, hasta que la alcaldesa, Ana Botella, “desista en su idea de ceder parte de las instalaciones a entidades privadas”.

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