Un colectivo se organiza para fiscalizar los programas electorales

"Si correr detrás del autobús una vez cada cuatro años no te convierte en un atleta, votar una vez cada cuatro años no puede ser democracia". Esta idea inspira a la Asociación de Consumidores de Productos Electorales (ACPE) que pretende constituirse como un lobby ciudadano que vele por los derechos y las garantías de los electores lobbyy denuncie las "estafas electorales" a través del trabajo colectivo.

La iniciativa surgió de una serie de colectivos con intereses comunes: académicos, miembros de plataformas que trabajan en buscar una mayor calidad democrática, de participación y transparencia, así como redes de activistas surgidas del movimiento 15-M o de miembros de partidos minoritarios. "Nos conocíamos de congresos, reuniones, trabajos en común...", explica a infoLibre Juan Antonio Marcos, profesor de la Universidad de Sevilla e impulsor –entre otros– de la asociación. "Salió un debate en un grupo de Facebook y nos propusimos invertir el juego de la política", añade.

El primer paso de ACPE es fiscalizar el trabajo de los partidos que se presentan a las elecciones europeas utilizando sus programas electorales oficiales. A través de la herramienta analizo.info, se publican los textos y cualquiera puede analizarlos y comentarlos. "La asociación desglosa y reparte las tareas, y pone las herramientas para que la gente las utilice. El trabajo es participativo porque la democracia es participativa", comenta Marcos.

Tan sólo 36 horas después de hacer pública la web a través del hashtag en Twitter #ExigeConAcpe –y a través de colaboradores voluntarios–, la asociación ya ha analizado el programa político de Unión Progreso y Democracia y está trabajando en el de Equo.

"Queremos que personas que vienen a ver el programa de UPyD se queden de paso para leer el de Equo", ejemplifica el profesor. Posteriormente proponen valerse de los sellos de calidad democrática para analizar la forma de comportarse de los partidos. Si cumplen con lo que prometen y fomentan la participación de la ciudadanía obtendrán un sello verde; de lo contrario, uno rojo. "Dentro de los programas existen diferentes niveles de compromiso. La gran mayoría adolecen de una gran indefinición y eso es lo que hay que identificar", sentencia.

Según explican, ACPE llega para ser una "herramienta de empoderamiento colectivo" dirigida a mejorar la democracia actual con más participación ciudadana en las instituciones y en los propios partidos. Marcos sostiene que pretenden consolidarse y acabar siendo "un vecino habitual" desde las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 25 de mayo, e ir haciéndose fuertes en los siguientes comicios.

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Primero, llegar a los ciudadanos

Preguntado por la reacción de los grupos políticos a este proyecto, reconoce que "al principio hubo cierto recelo porque temían que ACPE quisiera imponer la política de un determinado partido". Sin embargo, precisa, cuando entendían que podían participar, "este sentimiento desaparecía".

Otra cosa son los partidos mayoritarios: "Como la mayoría de los movimientos sociales, para ellos esto no existe", lamenta Marcos. En cualquier caso, asegura que su relación con los partidos no es lo que les ocupa en esta fase de la iniciativa. "Lo que queremos primero es llegar a los ciudadanos", concluye.