La situación en el PP

El ala dura del PP vuelve a marcar el paso a Rajoy

José María Aznar y Esperanza Aguirre, en una imagen de archivo.

El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, empezó a configurar un partido a su medida, rodeado de fieles y apartando al sector crítico, a partir del XVI Congreso Nacional, celebrado en el mes de junio de 2008 en Valencia. No obstante, su liderazgo venía tocado de lejos y no fue hasta 2011, año en el que ganó las elecciones generales, cuando pudo decirse que tenía control absoluto sobre los suyos. Lo que no ha evitado es que la sombra de referentes para sector más conservador de su electorado como José María Aznar o Esperanza Aguirre aparezca de vez en cuando poniendo al partido patas arriba.

Es lo que ha ocurrido en las últimas 24 horas a cuenta de algo tan básico para una formación política como la configuración de la agenda de actos de la campaña electoral y el papel reservado en ella a José María Aznar, presidente de honor del Partido Popular y expresidente del Gobierno. Todo se remonta a finales de la semana pasada, cuando la agencia Servimedia avanzó que el también presidente de la fundación FAES no iba a participar en la campaña electoral de cara a las europeas del 25 de mayo. En su entorno, esgrimían cuestiones de agenda –las mismas que han vuelto a esgrimir este martes cuando le ha llegado la oferta expresa de sumarse a un par de actos–. Aznar, con una actividad internacional muy intensa no tiene un solo hueco en su agenda en los 15 días previos a la cita con las urnas. Pero la principal cuestión de fondo no estaba en sus compromisos laborales fuera del partido, sino en el hecho de que no había sido invitado hasta la fecha. Así lo puso de manifiesto este lunes a su llegada al Foro ABC protagonizado por su mujer, Ana Botella, en el casino de Madrid.

Sin esquivar a la prensa, el expresidente mostró su pesar por el hecho de que su partido no le hubiese invitado a acompañar a su amigo Miguel Arias Cañete, cabeza de lista del PP a las elecciones europeas. Por momentos, pareció que la dirección nacional del PP iba a mostrarse firme: "Nadie ha vetado a nadie. Si quiere participar tiene las puertas abiertas. Basta con decirlo", era la consigna oficial. Una consigna que fue perdiendo peso a lo largo que avanzaba la tarde impulsada, entre otros asuntos, por la reacción de la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre

Cuentan en el PP que las relaciones entre Aznar y la expresidenta de la Comunidad de Madrid no pasan por su mejor momento después de que ésta criticase duramente a Botella por su gestión de la tragedia del Madrid Arena, pero Aguirre, habituada a no esquivar ninguna polémica, no quiso desaprovechar la oportunidad de dirigir de nuevo los focos hacia ella. Y no encontró mejor forma que la de señalar que ella, en calidad de presidenta del PP de Madrid, no tenía ningún problema para organizarle un acto a Aznar al tiempo que insistía en la importancia de contar con referentes como el expresidente.

Esta escalada de declaraciones acabó, al filo de las doce de la noche con Esteban González Pons, vicesecretario de Estudios y Programas del PP y número dos de la candidatura asegurando que Aznar estaría en campaña y que el partido ya estaba intentando cerrar fechas con FAES. El argumento defendido desde Génova cuando se les demanda una explicación sobre el hecho de por qué nadie invitó a Aznar es que la campaña no está, a día de hoy, perfilada del todo. Los conservadores parecen haber apurado al máximo no sólo en lo que a la designación del candidato se refiere, sino también en lo relativo a la planificación. 

Tras Pons, el candidato Cañete anunció en la mañana del martes que tenían reservados dos grandes actos para su presidente de honor: Murcia y La Rioja. Y casi de forma paralela, desde el entorno del presidente aseguraron que no iba a ser posible porque su agenda de las próximas semanas es inamovible. Y que así se lo habían trasladado a Carlos Floriano, vicesecretario de Organización y Electoral del PP, desde la dirección de FAES. El interlocutor del número tres del partido fue Javier Zarzalejos, secretario general de FAES.

Dirigentes conservadores consultados por este diario manifiestan su malestar con la actuación de su presidente de honor. Y critican "un punto de soberbia" en su comportamiento. "Todos sabemos cómo funcionan las cosas en política. Si se quiere echar una mano, se echa. Y punto. Se supone que todos somos compañeros de partido y que todos queremos lo mejor para el partido", lamenta un diputado. Otras fuentes coincidían en que airear cuestiones internas de los partidos es "irresponsable".

También hay quien cree que pese a que a partir de ahora la situación intente reconducirse, hay dos ideas que ya ha calado en el electorado: Una: que el PP improvisó y no supo avisar a Aznar con antelación. Y dos: que el malestar del presidente obligó a la dirección nacional a cambiar el paso.

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Este episodio viene a completar una serie de desencuentros entre la dirección nacional del PP, los dirigentes de la denominada "ala dura" y el sector más conservador de su electorado. Primero fue la reacción de los conservadores a la sentencia de Estrasburgo sobre la doctrina Parot; después, el portazo de Jaime Mayor Oreja, que, por cierto, tampoco tendrá una especial presencia en la campaña y, después, el nacimiento de Vox, formación arropada por ex del PP como Alejo Vidal-Quadras, Santiago Abascal o José Antonio Ortega Lara.

Precisamente Vox ha sabido aprovechar esta última crisis y ha remitido una carta a Aznar ofreciéndole participar en su campaña. En la misiva, Vidal-Quadras sotiene que “sería una lástima que en las semanas que faltan hasta la apertura de los colegios no se pudiese oír tu autorizada voz”.

“La noticia de que la dirección del Partido Popular no te ha cursado ninguna invitación para participar en la campaña de las elecciones europeas del próximo 25 de mayo confirma que la ejecutoria del Gobierno no se corresponde con las ideas, los principios, los valores y las propuestas por las que once millones de españoles le otorgaron la mayoría absoluta hace dos años y medio”, añade.

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