Elecciones europeas

El PSOE admite que su “único resultado digno” sería “ganar” el 25-M

Elena Valenciano, durante su mitin en Montmeló (Barcelona), el pasado 27 de abril.

"No nos vamos a conformar con una derrota digna: el único resultado digno es ganar a la derecha". El PSOE dice salir "a por todas" en las elecciones europeas del 25 de mayo. Y también dice que no le vale cualquier resultado, perder por poca distancia respecto al PP. Al menos, ese es el objetivo que se marca en su Guía de campaña, su carta de navegación de cara a los próximos comicios. 

"Los progresistas, el PSOE, los socialdemócratas, podemos ganar estas elecciones a la derecha. Podemos ganar en Europa y, sobre todo, podemos ganar en España", arenga la dirección federal. Y se pueden ganar el 25-M porque los socialistas tienen "más ganas" de vencer que el PP, y porque quieren "ganar para la gente, para los ciudadanos, para las personas que lo están pasando mal", para los jóvenes, las mujeres y los trabajadores. En resumen, "para los que más están sufriendo con la derecha en el poder". "Por eso, vamos a por todas en estas elecciones. Lo demostramos con nuestra candidatura y lo vamos a demostrar con nuestra campaña". Y ahí proclama que sólo cabe "ganar a la derecha" como "único resultado digno", según el documento facilitado por el partido, de 36 páginas, y al que ha tenido acceso infoLibre

Los socialistas intentan animar a sus bases y recuperar la confianza de aquellos electores que se fueron, aquellos que "quisieron de buena fe dar una oportunidad a un nuevo Gobierno", y que hoy se sienten "engañados, humillados y traicionados" por el Ejecutivo del PP. A ellos les pide que, "con la misma buena fe, crean que lo único que puede cambiar el rumbo de Europa, servir a España y mejorar sus vidas es una mayoría y un Gobierno socialista en Bruselas", dirigido por el alemán Martin Schulz. Sin embargo, las últimas encuestas avanzan un empate técnico entre los dos principales partidos, con Miguel Arias Cañete algo por delante. Destacados dirigentes del PSOE, de hecho, albergan unas perspectivas sombrías: creen que el escenario de la derrota el 25-M no es descartable, aunque no se espera una debacle. Además, observan que el partido –como el país– está aún "frío", no sumergido de lleno en la campaña

Llamamiento al voto útil

Cinco serán las ideas básicas que el PSOE explotará en la campaña –que se extenderá del 9 al 23 de mayo–, cinco ideas que reviste como "cinco razones de voto" que considera que debe dar a los electores para que vuelvan a confiar en el partido. Y esta, su convicción de que es posible derrotar al PP, es una de ellas. Otro argumento es la importancia de la convocatoria, porque "lo que se decide en Bruselas" afecta a los ciudadanos "tanto o más de lo que se decide en Madrid". "Ahora podemos votar al Gobierno de Europa,", porque por primera vez los ciudadanos podrán elegir al presidente de la Comisión, o Schulz o el conservador Jean-Claude Juncker. "Y sólo hay dos opciones de gobierno en Europa: los conservadores o los socialdemócratas", afirma. De paso, el PSOE subraya, y lo hace más veces a lo largo del texto, que hay que llamar al voto útil, machacando que no hay más que dos alternativas.

El 25-M, añade, se deciden tres cosas, planteadas como una disyuntiva fatal: la forma de salir de la crisis (o "el camino de Barack Obama", que ha llevado a EEUU a la recuperación", o el de Angela Merkel y Mariano Rajoy, "que han hundido a Europa"), el modelo de sociedad para las próximas generaciones (o una sociedad de salarios bajos, precariedad e impuestos injustos o competir "desde la excelencia y la calidad, la innovación, el equilibrio social y la igualdad de oportunidades") y el destino de la propia UE (o se opta por la "unidad" o se destruye "por la insolidaridad y las fracturas"). El veredicto es que la derecha no ha sido "capaz" de unir y cohesionar socialmente Europa, y encima "está cada día más tentada de subirse al carro de la extrema derecha" que le empuja. "El europeísmo se ha convertido en una causa progresista". Dicotomía total. Blanco y negro. Sin embargo, la socialdemocracia también ha participado del Gobierno de la UE, en su propia Comisión, donde se sienta, por ejemplo, el exlíder del PSOE Joaquín Almunia. 

Tercera idea básica de la campaña: "Hay que frenar a la derecha". O, en puridad, "las dos derechas": la derecha europea que gobierna la UE y la derecha española que "malgobierna" el país. A ambas, dice el PSOE, hay que pararlas con un "gran voto no a [Angela] Merkel y a [Mariano] Rajoy. Y un gran voto a Europa, al cambio, a la solidaridad y a los derechos de todos los hombres y mujeres que viven en ella, vengan de donde vengan". Cuarto argumento, porque es posible "cambiar el rumbo de Europa", "quitándole" el timón a la derecha que "ha hundido" al Viejo Continente en la crisis, creando "una nueva mayoría progresista y europeísta" y defendiéndose de la "amenaza de la extrema derecha". Y quinta y última razón, porque hay que votar, incide el PSOE, pensando en el futuro, en las siguientes generaciones, para que vivan "mejor y no peor que sus padres", "más libres y no menos, más cultos y preparados, y no menos, con más igualdad de oportunidades, y no menos". 

Respuesta basada en "criterios ideológicos"

En otro punto del texto el PSOE amplía más ese objetivo marcado de "ganar" al PP sí o sí. La meta es "ser el primer partido en votos y en escaños", llevar a Bruselas "más diputados para una mayoría progreista que los que el PP lleve para una mayoría conservadora", "más apoyo para el cambio que para el retroceso". El partido asegura que, así como las europeas de 2009 marcaron el comienzo de un ciclo de derrotas, las de 2014 pueden desandar ese camino y comenzar la recuperación. El PSOE, argumenta el documento, está en mejor forma, porque se rearmó ideológicamente en la Conferencia Política del pasado noviembre y porque dispone para la campaña de una candidata como Elena Valenciano, la vicesecretaria general, a la que identifica con cuatro banderas: la de los jóvenes, la de las mujeres, la de los trabajadores y la de la "defensa de la Tierra y del medio ambiente". 

La introducción de la Guía de campaña la conforma un análisis previo de la situación. Un recorrido de la crisis global a la crisis en Europa y las alternativas elegidas: la de Obama y la de la UE, que se "equivocó" en el diagnóstico y en la respuesta y se orientó por "criterios ideológicos", imponiendo la receta de la austeridad y de la lucha contra el déficit "como única prioridad", con recortes "masivos" del gasto y restricción del crédito, sin acompañar el camino con medidas de control de los mercados financieros y rompiendo "unilateralmente" el pacto fundacional de la Unión: el progreso económico, la libertad política y la justicia social. Tras seis años de crisis, el balance, arguyen los socialistas, es "desolador": más recesión, más paro, más pobreza y una UE más amenazada que nunca. 

Gestión del Gobierno "sobre una montaña de mentiras"

El texto no podía dejar aparte un capítulo sobre el Gobierno de Rajoy. Los socialistas le reprochan que haya ido "más lejos" que sus homólogos europeos, ya que ha aprovechado su mayoría absoluta para "ajustar cuentas pendientes" y echar atrás los "avances" conquistados en décadas atrás. ¿Cómo? Con la reforma laboral, la "destrucción" de la negociación colectiva, subiendo "más de 50 impuestos" a las clases medias, "desmantelando" los servicios públicos, "desmontando pieza a pieza" el sistema de dependencia, regresando a un modelo educativo "de hace 40 años", acabando "con la libertad y dignidad de las mujeres". Es decir, que el Ejecutivo del PP ha supuesto una pena "adicional", el "castigo de un retroceso masivo" en derechos. 

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"Y lo han hecho sobre una montaña de mentiras: Rajoy ha hecho todo lo que prometió no hacer y no ha hecho nada de lo que prometió hacer. Un retroceso masivo montado sobre un engaño masivo. Un gran fraude a los ciudadanos. Marca de la casa, como sabe bien el señor Cañete, que ha sido ministro en los dos gobiernos del PP, el de Aznar y el de Rajoy", sentencia el texto. 

Esta es la Guía de campaña, el documento preliminar. Pero al camino hacia el 25-M le faltan las semanas decisivas, donde todo puede cambiar y donde algunas previsiones y estrategias pueden reorientarse.  

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