Docentes denuncian que Madrid recorta ahora los programas para jóvenes en riesgo de exclusión

La puesta en marcha el próximo curso de la ley Wert pone en peligro la atención en la Comunidad de Madrid a los jóvenes que están en extremo riesgo de exclusión social. Al menos, tal y como se conocía hasta la fecha. Así lo denuncian un grupo de trabajadores de los diez centros de la región en los que hay implantadas Unidades de Formación e Inserción Laboral (UFIL), iniciadas en los noventa con un sistema muy flexible para ofrecer educación básica general y una formación de perfil profesional al alumnado más desfavorecido dentro del colectivo de jóvenes que no conseguía culminar con éxito la etapa obligatoria.

Estas unidades eran una parte específica de los actuales Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) que con la LOMCE se convierten en la FP básica, a la que podrán acceder los jóvenes a partir de los 15 años y que aunque no dará el graduado de secundaria, sí dará acceso directo a la FP de grado medio y la posibilidad de hacer la reválida de ESO. Las UFIL, que atienden a una media de 1.000 alumnos por año en la Comunidad de Madrid, todos ellos jóvenes desescolarizados que abandonaron su formación o que proceden de la Agencia de Reeducación del Menor Infractor y que tienen entornos familiares precarios o que directamente están tutelados por la Comunidad, también se transformarán y, entre otros cambios, no permitirán el acceso a la FP de Grado Medio como ocurría hasta la fecha.

A juicio de los docentes esto las convertirá en una "vía muerta". La alternativa será la nueva FP Básica que se impartirá en los centros de adultos y en la que el Ejecutivo confía para atajar las altas tasas de abandono escolar. Sin embargo, los docentes se quejan de que este nuevo módulo no tiene oferta para la mayoría de las de familias profesionales impartidas en las UFIL y que, por tanto, supondrá el derrumbe de un sistema que ha logrado buenos resultados a nivel de inserción laboral y social de los alumnos. De hecho, según datos aportados por los docentes, en el curso pasado el 22% de los alumnos que realizaron formación en centros de trabajo consiguieron después un contrato laboral. En ese porcentaje fue del 22,7% en el curso 2011/2012 y del 31,8% en el 2010/2011. 

En una reunión mantenida el pasado 29 de abril entre representantes de la Subdirección General de Centros de Educación Secundaria y directores de las UFIL, el Ejecutivo regional desgranó sus planes para estos programas. Además del cambio en la formación a la que dará acceso también se eliminará, entre otras cosas, el diseño flexible en cuanto a matriculación del que gozaban estas unidades. Hasta ahora, según explican los docentes, ofrecían la posibilidad de matricularse en cualquier momento del curso escolar lo que, a su juicio, posibilitaba rentabilizar económica y socialmente los recursos. Otro de los cambios previstos criticados por los profesores es el cambio en la duración de la formación, que se recortará de dos años a uno y que aglutinará las prácticas en el último trimestre del curso –hasta ahora se podían hacer en cualquier momento del año–, lo que "rebajará a mínimos las posibilidades de contratación", según denuncian. 

Eliminación de incentivos 

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Los docentes aseguran que los cargos del departamento de Lucía Figar también les aseguraron que se eliminarán otros incentivos aparejados a los alumnos de estos programas por su especial grado de vulnerabilidad social como era la financiación del abono de transporte –que se otorgaba previo informe de los servicios sociales– o los llamados incentivos al aprendizaje, de 4,20 euros por día lectivo en función de la asistencia, la puntualidad, el cumplimiento de las normas y su responsabilidad. 

Fuentes de la Consejería de Educación consultadas por infoLibre no niegan que vayan a producirse estos cambios y se limitan a señalar que se está trabajando en el diseño de los nuevos programas de cara al próximo curso. Sobre los incentivos aseguran que la Unión Europea ha retirado su cofinanciación en 2014 y que tendrán que estudiar qué ocurre con ellos. No obstante, afirman que lo que sí mantendrán el próximo curso "sin cambios" es el número de centros que ofrecen las UFIL, sus plantillas y las ofertas formativas del actual curso escolar. 

En un comunicado, los docentes señalan que a lo largo de estos años la Administración Educativa ha creado un modelo flexible que respeta los ritmos y características del alumnado y que es fundamental para dar respuesta adecuada a estos jóvenes. Y añaden que su trayectoria ha sido avalada por estudios internacionales elaborados por el Fondo Social Europeo, la Red europea de Escuelas de Segunda Oportunidad y la OCDE. "Una sociedad sana y solidaria no puede permitirse eliminar del sistema educativo a estos jóvenes sin darle una segunda oportunidad como sujetos activos y ciudadanos de pleno derecho", sentencian.