El Gobierno sostiene que las averías de aviones oficiales no afectan a la marca España

El Gobierno asegura que las averías que en los últimos meses han sufrido los aviones de la Fuerza Aérea española durante el traslado de autoridades no afectan a la percepción de España en el exterior ni a la marca España. Así lo sostiene en una respuesta por escrito a una pregunta parlamentaria del diputado de IU Gaspar Llamazares, que se interesó por los frecuentes percances sufridos por las aeronaves.

En concreto son cinco los incidentes ocurridos desde finales de 2013. Así, el 25 de noviembre de 2013 el príncipe Felipe suspendió un viaje a Brasil por una avería en su avión. El 26 de enero de este año, también Felipe de Borbón llegó con horas de retraso a Honduras por un cortocircuito y, al día siguiente, el presidente Rajoy tuvo que pedir un avión prestado a Bélgica porque no había aeronaves españolas suficientes en buen estado.

No han sido los únicos fallos. El 7 de marzo, Rajoy sufrió una nueva avería que le obligó a regresar al aeropuerto de Dublín, desde el que había partido, y a esperar a otro avión. Quince días después fue la reina quien tuvo que enfrentarse a un incidente en el sistema de ayuda al frenado y, finalmente, Juan Carlos I partió con una hora de retraso el 16 de abril por otra incidencia técnica en la válvula de entrada de combustible.

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Pero, para el Gobierno, estos episodios no son preocupantes de cara a la reputación de España en el exterior, pues  "la marca España no puede verse afectada por episodios singulares", debido a que "la imagen país no se ve afectada por hechos concretos y aislados" sino por "valores y rasgos profundos y permanentes" que cambian "de modo paulatino".

El Ejecutivo también sostiene que las averías "han afectado únicamente al 1,7% de las misiones realizadas" por el 45 Grupo del Ejército del Aire, es decir, a 1 de cada 60 vuelos, y agrega que ha ordenado "revisar los procedimientos de mantenimiento", así como "elaborar un plan de renovación de la flota de transporte".

Finalmente, en su respuesta escrita y remitida al diputado Llamazares, el Gobierno sostiene que "la marca España es muy apreciada" pese a estos incidentes, y que "así lo demuestran indicadores internacionales serios y rigurosos". Según el informe 2013 de Brand Finance, la marca España se situó el pasado año entre las diez del mundo que más perdieron, pues su valor cayó un 20%