El futuro del PSOE

Susana Díaz se retira de la carrera por el liderazgo del PSOE

Susana Díaz, en un acto institucional como presidenta de la Junta el pasado 3 de junio.

En las últimas semanas, su nombre, Susana Díaz, estaba en boca de todos dentro y fuera del PSOE. Pero ella no había hablado, no había dicho palabra. Y hoy martes finalmente lo hizo para despejar la incógnita anunciar que no se presentará a la Secretaría General del PSOE. Se queda en Andalucía, por lo que deja el camino más libre para los otros posibles corredores: Eduardo Madina y Pedro Sánchez. Fuera de la competición estaba ya, desde el pasado 1 de junio, Carme Chacón

La noticia la adelantaba esta mañana la cadena Ser. Después ella misma fue entrevistada en los micrófonos de Hoy por hoy y lo confirmó. La presidenta explicó que, "tras consultar a mucha gente y a muchos compañeros", y también "a muchos ciudadanos", ha llegado a esta conclusión: "Como contribuyo a Andalucía, a España y al prestigio de la política es cumpliendo mi palabra". Y dio las tres razones que le habían impulsado a tomar esa decisión. Uno, que Andalucía "es muy importante para España", y está obligada a dar "estabilidad" a la comunidad más poblada del país "en un momento muy difícil". Dos, que el PSOE andaluz volvió a ser en las europeas del 25-M la "columna vertebral" del partido, aportando casi un millón de votos (el 26% del total de votos socialistas), y por tanto, no puede "defraudar" a quienes han vuelto a dar su confianza al PSOE. Y tres, porque la "gente sencilla" necesita que sus representantes públicos "cumplan con esa palabra". El PSOE andaluz había pasado de perder en las últimas convocatorias (municipales de 2011, generales y autonómicas de 2012) a ganar, y hacerlo por casi diez puntos. "Y no defraudar es eso, es cumplir con mi palabra, con mi compromiso con Andalucía", mantener desde allí que "otro camino es posible" y que "hay que querer hacerlo". 

¿Se reserva para las primarias?, le preguntó el conductor del programa, Aimar Bretos. "Creo que se tienen que celebrar. Hay un compromiso claro y nítido de celebrar unas primarias abiertas para elegir al candidato a la Presidencia del Gobierno, pero insisto, creo que mi lugar este, y como puedo aportar a Andalucía, y a España, y a la política, es cumpliendo con mi palabra con los ciudadanos, y reforzando el vínculo de la presidenta con la mayoría de los andaluces". En los últimos días, muchos dudaban de que llegaran las primarias, teniendo en cuenta la opción de Alfredo Pérez Rubalcaba de ir a un congreso extraordinario. Como se dudaba del compromiso de la líder del PSOE-A con las primarias. Ella también despejó hoy esa duda. También recalcó que pretende agotar la legislatura, que concluye en marzo de 2016. 

Díaz, que lleva nueve meses al frente de la Junta, proclamó que quiere presentarse a las autonómicas, previstas para marzo de 2016, y quiere "ganar". Y volvió a la misma razón: darle "prestigio" a la política, rindiendo cuentas y "cumpliendo con la palabra dada". Recordó cómo muchos en su partido se sorprendían de su implicación en la campaña de las europeas, y ella les respondía que los socialistas se la jugaban y tenía la obligación de "devolver la ilusión" a sus compañeros y a los andaluces. 

Puede que entonces el tren del liderazgo del PSOE pase. "Si tiene que pasar, pasará, y si no, no pasará, y no pasa absolutamente nada". Ella dijo tener "el mayor regalo", el "cariño" de la gente, que le animaba a quedarse. "Me paraban los ciudadanos por la calle y me decían: 'Presidenta, no te vayas', 'Presidenta, quédate, arregla primero esto y luego ya arreglaremos el resto'". 

Cita a Sánchez y Pérez Tapias, no a Madina

La presidenta de la Junta dijo que en su decisión no ha pesado el formato del congreso –la militancia será consultada previamente, el 13 de julio–, porque de hecho el PSOE-A "lo apoyó ya antes" y tiene la lógica de que si el partido confiere a los ciudadanos la potestad de elegir al candidato a la Moncloa en primarias abiertas, debe dar la voz a los militantes, lo que no es incompatible, resaltó, con "trabajar por la unidad, la cohesión" y por un partido "sólido". 

La duda es qué pasará con los votos de los más de 45.000 afiliados andaluces. A quién apoyarán ellos y sus cuadros, ahora que la presidenta no compite. Ella no quiso señalar explícitamente a nadie (lo "decidirán" los militantes"), pero sí hizo un gesto, nada menor en esta carrera sucesoria. Citó a dos compañeros que han "manifestado su voluntad" de optar al liderazgo del PSOE: José Antonio Pérez Tapias y el diputado madrileño Pedro Sánchez. En realidad, este aún no ha confirmado nada, pero ayer sí lanzó ante los medios su propuesta de consultas regulares a las bases, pidió acabar "inexcusablemente" con privilegios como la inviolabilidad del rey y respaldó que se dé libertad de voto a los diputados en un tema como la Ley de Abdicación.

Díaz dijo no haber hablado con José Antonio Pérez Tapias, y confirmó haber hablado con Sánchez "hace unos días". Y con ningún aspirante más. ¿Tampoco con Eduardo Madina?, le preguntó Bretos. "Tampoco con Eduardo Madina", respondió ella. Pero quien había suscitado el nombre del diputado vasco fue el periodista, no la presidenta. La señal puede ser reveladora. En los últimos días, el PSOE-A no ocultaba su malestar con el comportamiento del parlamentario vizcaíno, cuyo entorno más ha combatido a la baronesa por su "ambición" y por intentar tomar el mando del partido utilizando el poder del aparato. 

Díaz dijo estar "muy agradecida" a los barones que salieron en tromba a animarla a que diera el paso. Pero insistió de nuevo en que como puede "ayudar" al PSOE y a sus compañeros de otras federaciones es "haciendo las cosas bien aquí", en Andalucía. "Cuando los ciudadanos ponen en cuestión la forma de gobierno [la monarquía], yo pongo en cuestión la forma de gobernar", demostrando que hay un camino distinto para salir de la crisis. 

"Los socialistas no nos hemos enterado de qué pasó el 25-M"

La presidenta no había comunicado su decisión previamente a Rubalcaba. A él sí le había trasladado cuáles eran sus "prioridades" y sus "inquietudes", y por tanto no le iba a "sorprender en absoluto" su postura final. Ella recordó que el secretario general tuvo "libertad" para tomar la decisión que creyera oportuna tras la debacle del 25-M, y cuando le "comunicó" que optaba por un congreso, le respaldó. Pero esa era la opción favorita del PSOE-A. Sólo discrepó de él cuando proclamó, en la Conferencia Política del pasado noviembre "¡El PSOE ha vuelto!", porque "el PSOE no se puede ir nunca". "No tenemos derecho a irnos, ni a volver ni a cogernos vacaciones, sino la obligación desde hace 35 años de estar siempre al lado de la gente luchando contra la desigualdad". 

A Rubalcaba le pide que conduzca el proceso hasta un congreso que espera sea "bueno para España". No se privó de amonestar a sus compañeros por su actitud tras las elecciones europeas. "Tengo la sensación de que los socialistas de España no nos hemos enterado de lo que pasó el 25-M, cuando tuvimos el peor resultado del PSOE en democracia. Llevamos varias semanas mirándonos el ombligo", sin hablar "de lo que le preocupa a la gente". Y ese es, a su juicio, el "camino erróneo". "Aquí lo aprendimos", advirtió la presidenta: se pusieron "por delante" los intereses de los andaluces y, tras la división de los últimos años, se construyó un partido "unido, ilusionado y cohesionado". "Ese ha sido el secreto del nuevo tiempo en Andalucía". 

"Yo soy de la casta de fontaneros"

La última parte de la entrevista estuvo más enfocada a temas de actualidad. Como el ascenso de Podemos, a quien una encuesta de El Periódico difundida ayer le concedía entre 56 y 58 escaños. La presidenta dijo no compartir la concepción del sistema que tiene la formación de Pablo Iglesias, su denuncia de la casta política. "Cuando habla de la casta pienso en mi historia personal. Yo soy de la casta de fontaneros. Nieta, hija y sobrina de fontaneros. Esa es mi casta. Y hoy tengo el honor de ser presidenta de la Junta. Ha sido posible gracias al sistema, a las becas, a la educación pública. Eso se llama movilidad social". Y reprobó al nuevo partido por situar el eje divisorio entre los de arriba y los de abajo. "Yo soy de abajo, pero soy de izquierdas, y me dan mucho miedo aquellos que dicen que no hay ideologías porque lo que viene después ya sabemos lo que es".

Díaz reclamó un partido "sin complejos", con orgullo, que se dé cuenta de que es la "esperanza de miles de ciudadanos ahora que algunos quieren robarle la política", que reivindique "el sello de las grandes decisiones", el que construyó el Estado del bienestar, el partido que "vertebra y da estabilidad a España". El que tiene "vocación mayoritaria" y quiere ser "alternativa de gobierno". 

No votar la Ley de Abdicación sería "un error"

Por esa misma concepción del partido, no cree que quepa votar otra que el apoyo a la Ley de Abdicación mañana en el Congreso. "Somos el PSOE, somos el partido que da estabilidad a este país, y no podemos frivolizar con los temas que vertebran este país". "Nosotros defendemos la Constitución y el Estado de derecho –añadió–, y de la Constitución no nos puede sacar nadie. Salirnos de esa votación sería un error". No tiene "nada que ver" lo que sienta en su esfera personal. Sí defendió la reforma de la Carta Magna. 

Díaz confirmó que el rey habló con ella para comunicarle su decisión, y con él mantiene una "relación cordial", igual que con el príncipe de Asturias y futuro monarca, Felipe VI, que ahora tiene el reto de abrir un "nuevo tiempo". 

El PSOE se acerca al caos

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Imposible el congreso de aclamación

Con la decisión de Díaz, comunicada incluso antes de lo previsto –en su entorno se apuntaba al jueves o viernes–, ya se aclara el panorama de cara al cónclave de julio. Todo apunta a que además de Pérez Tapias, el portavoz de Izquierda Socialista, que ya había comunicado su intención de competir, se presentarán Madina y Sánchez. A la carrera por el liderazgo del PSOE no pujarán, por tanto, ni su principal referente institucional, Susana Díaz, ni la dirigente más valorada por los ciudadanos en todas las encuestas, Carme Chacón. El viernes, 13 de junio, comenzará la recogida de avales. Los aspirantes necesitarán recabar las firmas de unos 10.000 militantes, el 5% del censo. 

Ahora quedan por ver los reposicionamientos. Qué harán aquellos barones y federaciones que tenían pensado apoyar a Díaz. Si esos votos caerán del lado de Madina o de Sánchez. Andalucía, en cualquier caso, tendrá un papel preponderante, aunque su presidenta haya cedido el paso. También porque el escenario no era el más deseado por ella y por los suyos, un cónclave de unidad. Madina había recibido presiones en los últimos días de muchos dirigentes de su partido, pidiéndole que renunciara a favor de Díaz. Y él no quiso. Una decisión que finalmente parece haber inclinado la balanza. Aspirar a la Secretaría General del PSOE sin todas las seguridades habría puesto en riesgo el mayor tesoro del que dispone el partido: Andalucía. Palabras mayores. 

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