La sanidad privada también tiene listas de espera

Las aseguradoras que ofrecen pólizas médicas y los grupos de sanidad privada suelen ofrecer como principal reclamo la ausencia de tiempos de espera. Especialmente ante un escenario de recortes en el sector público, donde el número de personas que aguarda para operarse ha aumentado un 29,9% entre 2010 y 2013. Sin embargo, los hospitales privados también tienen listas de espera.

Así lo evidencia el último informe publicado por la Fundación IDIS, ligada al sector, en el que se recoge que el tiempo medio de espera que pasan los pacientes esperando a ser intervenidos en los hospitales privados fue de 32,85 días en 2013. Esta cifra aumentó en 3,27 días respecto a 2009, aunque es cierto que en ese período las intervenciones quirúrgicas analizadas en este informe para determinar la demora casi se triplicaron. Pasaron de 34.761 en 2009 a 75.189 en 2013. Los autores del informe creen que se trata de una "excelente muestra de la disponibilidad de los recursos quirúrgicos de los centros privados".

Estas cifras, recogidas en el Informe RESA 2014, Indicadores de resultados en salud de la Sanidad Privada, son sensiblemente inferiores a las de la sanidad pública, donde la no renovación de personal interino y eventual, las jubilaciones forzosas, la eliminación de las peonadas –intervenciones quirúrgicas en horario de tarde que los médicos cobran como horas extra– y la reducción de los conciertos con clínicas privadas como consecuencia de las restricciones presupuestarias han contribuido a aumentar la demora quirúrgica en los últimos años.

De hecho, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad, el tiempo medio de espera para operarse en el sistema público fue de 98 días el año pasado. Era de 65 en 2010. No obstante, hay que tener en cuenta que el informe del lobby de la sanidad privada utiliza un sistema de medición que reduce significativamente esta cifra, pues sólo incluye a los pacientes en la lista de espera cuando ya han sido vistos por el anestesista y se les han realizado pruebas preoperatorias, no cuando el facultativo les indica que tienen que ser intervenidos como ocurre por lo general en los cálculos que se hacen en la pública.

Todas las autonomías menos Madrid utilizan el sistema de medición que incluye a los pacientes en la lista cuando el médico indica que es necesaria una operación. Esta estrategia de Madrid forma parte de una propuesta electoral de la expresidenta Esperanza Aguirre, que prometió que dimitiría si algún madrileño esperaba más de 30 días para ser intervenido. Esta singular forma de medición provocó que el Ministerio de Sanidad expulsara a esta comunidad del cómputo nacional en 2005 aunque la volvió a admitir años después. Según esta lista, el tiempo medio de espera en Madrid es de 11,4 días, aunque cuando el paciente prefiere que lo opere su médico, en su hospital público de referencia, la espera se catapulta hasta los 103 días de media, según los últimos datos publicados por la comunidad, referentes al pasado marzo. 

Pruebas diagnósticas 

El informe de la Fundación IDIS también aborda los tiempos de acceso a algunas de las pruebas más habituales. En este puntos los tiempos de espera se han reducido entre 2011 y 2013 para las mamografías (11,74 días) y los TAC (8,19 días). Por el contrario ha aumentado el tiempo de espera para hacerse una resonancia magnética, donde ha pasado de 9,73 días en 2011 a 12,56 días en 2013.  No obstante, estos tiempos medios siguen siendo menores a los que se registran en la sanidad pública. Según los últimos datos publicados, la espera para hacerse una mamografía era de 51,4 días en Galicia, de 49 en Cataluña, de 40, 51 en Murcia o de 20 días en Andalucía. Para los TAC, la espera es de 42,6 días en Galicia, de 33 en Cataluña o de 17 en Andalucía. 

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El seguro médico 

A pesar de que la atención no sea totalmente inmediata, no es una casualidad que el médico haya sido el único ramo del sector de los seguros que ha crecido durante todos los años de la crisis. A esta tendencia ha contribuido la situación de asfixia en la que se encuentra el sector público, con presupuestos cada vez más mermados y, en consecuencia, atascos en las listas de espera, cierre de plantas y quirófanos y recortes de personal.

Los seguros sanitarios han experimentado un crecimiento en primas del 8% desde 2010, según datos de ICEA (Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras), la principal fuente del sector. Además en España hay ya 10.452.865 personas que cuentan con alguna de estas pólizas, 130.299 más que en el inicio de la crisis, en 2008.