Terrorismo islamista

Operaciones contra el yihadismo: muchas detenciones y pocas condenas

Operación Gala contra el yihadismo

"Fui a comer un asado con unos amigos a Ávila y creen que es un campo de entrenamiento. No están bien de la cabeza, la verdad", aseguró a Radio Continental de Argentina César Raúl Rodríguez, el presunto yihadista de este país sudamericano que fue arrestado el pasado lunes en Madrid en el marco de la Operación Gala.

Sin embargo, para el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, la casa de Ávila donde este ciudadano argentino asegura haber sido invitado a una comida se trataba realmente de un "campamento de entrenamiento", algo que probaría la "peligrosidad" de los arrestados.

En esa finca, según el Gobierno, desarrollaban actividades encaminadas a mantener la radicalización y la cohesión del grupo y a perfeccionar su entrenamiento operativo, centrándose en el entrenamiento físico de alta intensidad, informa Europa Press. Estas reuniones tenían un alto grado de seguridad y solo eran conocidas por los miembros más comprometidos y entregados a la lucha yihadista.

S

egún la Policía Nacional española, con esta actuación se ha logrado desarticular la brigada Al ÁndalusAl Ándalus, una presunta red terrorista que reclutaba a yihadistas para enviarlos a Siria e Irak.

"Es un invento"

Pero ante estas acusaciones de la Policía, Rodríguez, que fue puesto en libertad por el magistrado de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, contesta: "Jamás en mi vida voy a formar parte, formé parte ni formaré parte de la disidencia controlada de Al Qaeda. Para mí que es un invento para los ignorantes que se sigan creyendo que eso existe como tal", añadió Rodríguez a la emisora argentina.

"Yo lo quiero dejar claro. Lo condeno totalmente, al igual que condeno cualquier violencia. ¡Cómo no voy a condenar la violencia!, ¡soy humano!", exclamó Rodríguez, de 24 años, que lleva 11 viviendo en España. "Vine en 2003 con mis viejos. Ellos se volvieron a Argentina pero yo me quedé con mi mujer y mis hijos", resaltó el presunto yihadista, que según la Policía es uno de los reclutados para combatir con los miembros del Estado Islámico en Irak y Levante (ISIL) en Irak.

"Estuve tres días incomunicado, y ahora tengo que informarme para ver cómo continúa esto. Tengo que hablar con mi abogado para informarme de en qué estado quedo, lo que tengo que hacer y qué tengo que responder", completa el ciudadano argentino, que asegura no tener ninguna queja de malos tratos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

"Ni de los policías ni de los forenses; todo fue muy correcto, declaré voluntario, a las pruebas de ADN, a las pruebas de escritura, o sea a todo para facilitar la investigación. Cuando entraron a mi casa yo abría las puertas de los armarios y les dije dónde estaba el ordenador. Todo con mucha naturalidad, porque soy inocente de todo lo que se me puedan acusar", dijo a Radio Continental.

Reclutar terroristas

Sin embargo, el secretario de Estado de Seguridad confirmó la importancia del grupo desarticulado, pese a reconocer que la célula terrorista no tenía "un plan de ataque" y no constituía "una amenaza inminente" en España dado que se dedicaba a "reclutar terroristas" para ir a combatir a "territorios de conflicto". Pero, según esta versión, se trataba de "una red verdaderamente cruel".

De hecho el juez Pablo Ruz, que mantiene el secreto del sumario, decretó el pasado miércoles el ingreso en prisión de seis de los nueve arrestados, obligando a otros dos a pagar una fianza de 10.000 euros para salir de la cárcel.

El único que quedó en libertad fue el ciudadano argentino, que asegura que su única conexión con los detenidos fue que coincidió con uno de ellos en Melilla: "Tuve intención de trasladarme a vivir a Melilla. Porque aquí en Madrid lo que más cuesta es el alquiler y, aparte, por el hecho de que hay unos beneficios fiscales para autónomos y menores de 30 años. Pagaba muy poco para trabajar de autónomo y por eso estaba buscando allí", especificó Rodríguez.

Conexiones

La investigación de la Policía sostiene que la brigada terrorista tenía conexiones con grupos de otros siete países. El grupo, uno de los principales suministradores de terroristas de la organización Estado Islámico en Irak y Levante (ISIL) había conseguido constituir una estructura propia a la que sus integrantes denominaban Brigada Al Andalus, manteniendo conexiones con grupos en Francia, Bélgica, Marruecos, Túnez, Egipto, Turquía y Siria, según informó el Ministerio del Interior.

La red estaba liderada, siempre según la Policía, por Lahcen Ikassrien, de nacionalidad marroquí y nacido en Alhucemas en 1967. Partidario de la tesis salafista-yihadista y referente en el entorno de la comunidad de fieles, era un líder carismático que ejercía un férreo control y disciplina.

Guantánamo

Ikassrien, que fue trasladado por Estados Unidos a la prisión de Guantánamo (Cuba), denunció esta cuestión al propio Ruz, que investiga el caso en virtud de la jurisdicción universal. Ikassrien era el encargado de adoctrinar, asesorar y orientar sobre los procedimientos a seguir en las zonas de yihad, dada su experiencia en tal cometido tras su paso por Afganistán, sostienen desde el Gobierno.

La operación policial desarrollada en Madrid, que las autoridades consideran de gran importancia, es la cuarta en menos de dos años. Las tres anteriores se desarrollaron en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, y en Barcelona. La más reciente se dio a conocer el 30 de mayo, y tuvo como epicentro el barrio melillense de La Cañada de Hidúm. El magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Andreu decretó el ingreso en prisión de los seis detenidos, y declaró también el secreto del sumario.

Operación Javer

La operación Javer demanteló una supuesta célula yihadista que habría logrado enviar a Mali, en el Sahel africano, a unos 26 voluntarios para integrarse en Al Qaeda. Uno de ellos fue detenido el 30 de mayo, Benaissa Laghmouchi Baghadadi. Está considerado por los investigadores como el primer yihadista retornado de este país africano tras formarse en un campo de entrenamiento. Su misión en Melilla era la de reclutar a nuevos combatientes.

Un día después de las detenciones, un grupo de vecinos de La Cañada, que conocen a varios de los detenidos y defienden su inocencia, explicaron a El Faro de Melilla que precisamente Laghmouchi Baghadadi "no tiene capacidad para hacer lo que dicen que ha hecho", pues se dedicaba a vender bocadillos en el barrio para mantener a su familia. Además, estos vecinos indicaron a este diario que el detenido había viajado a Marruecos para recibir un tratamiento por una enfermedad que padece y negaron que el viaje lo realizara a Mali.

Ceuta

El 21 de junio de 2013, agentes de los Servicios de Información del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil detuvieron simultáneamente a ocho supuestos integrantes de una red vinculada con filiales de la organización terrorista Al Qaeda en Ceuta que, según Interior, habrían enviado a decenas de personas a combatir en Siria.

Unos días antes, el 15 de junio de 2013, la Policía Nacional detuvo en Barcelona a cinco personas de nacionalidad tunecina por su presunta vinculación con el terrorismo islamista. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, no tardó en ensalzar una operación que, dijo, tenía como objetivo neutralizar la "amenaza de lobos solitarios".

La Policía detiene a nueve personas en Madrid acusadas de enviar yihadistas a Irak y Siria

Sin embargo, el juez Eloy Velasco envió a cuatro de ellos a un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE), instalaciones donde el Estado interna a los inmigrantes en proceso de expulsión por no tener permiso para permanecer en España. Uno de ellos, Sabri Riahi, sí ingresó en prisión porque tenía pendiente el cumplimiento de penas por delitos comunes, según informó Europa Press.

En el momento de su detención, la policía les atribuyó un delito de enaltecimiento del terrorismo y les acusaba de divulgar material multimedia con contenido yihadista a través de las redes sociales.

En la década que ha transcurrido desde el atentado terrorista del 11-M, más de 500 personas han sido arrestadas en España por su presunta relación con el terrorismo islámico, pero sólo 50 han sido condenadas, según datos recopilados por el Real Instituto Elcano. La mayoría de éstos fueron considerados culpables de un delito de "pertenencia a organización terrorista". Los demás, antes de ser liberados (y normalmente expulsados de España), han pasado meses o años en prisión.

Más sobre este tema
stats