El PSOE se desentiende de la sicav, IU actúa y se da de baja y el PP no contesta

Un fondo de pensiones creado en 1994 a través de una sicav de Luxemburgo y cofinanciado por el Parlamento Europeo hasta 2009 con dinero público. Un fondo que un número aún por definir de eurodiputados de distintos países y de distintos partidos mantiene. Entre ellos, los españoles Elena Valenciano (PSOE) y Willy Meyer (IU). Miguel Arias Cañete (PP) fue administrador de la sicav, al menos en 1996. Una información de la este martes daba cuenta infoLibre y que ya ha comenzado a tener respuestas. Aunque de forma desigual. Meyer se ha dado de baja automáticamente del fondo; el PSOE echa las culpas del sistema a la Eurocámara y el PP dice no conocer la información.

Soraya Rodríguez, la portavoz socialista en el Congreso, fue preguntada por los periodistas en la Cámara baja. "Desconozco este tema, pero Elena Valenciano ha hablado sobre ello y ha dicho que el fondo de pensiones lo ofrecía el propio Parlamento Europeo", comenzó advirtiendo la diputada. La vicesecretaria general del PSOE y cabeza de lista en las últimas europeas reconoció ayer, en conversación con este diario, que se sumó al fondo de inversión (como hizo Meyer), aunque dijo no tener ni idea de que ese plan de pensiones se había canalizado a través de una sicav (sociedad de inversión de capital variable) en Luxemburgo, país que, aunque no tiene la categoría oficial de paraíso fiscal, lo sigue siendo en la práctica. Las sicav en el Gran Ducado sólo tributan al 0,01% de los activos netos del fondo y no pagan impuesto de sociedades. Al cierre de 2012, la sicav de los europarlamentarios totalizó 164,7 millones de euros en activos. Lo que se pagó en gravámenes en diciembre de ese año fueron 59,13 ridículos euros.

Valenciano apuntó que creía que era "algo oficial" del Parlamento, y por eso participó en ese fondo. Aunque tanto ella como Meyer tuvieron dudas y problemas por el modo en que debían pagar por sus aportaciones.

La comparación con el Congreso

"Sobre cómo se gestiona ese fondo lo sabrá el Parlamento Europeo, no los diputados que se acogían a este régimen de pensiones, que también ha existido en esta misma Casa", abundó Rodríguez. En efecto, el Congreso y el Senado aportaban una cantidad a los planes de pensiones privados –que gestionaba el BBVA– de parlamentarios y trabajadores de las dos Cámaras. El 25 de enero de 2012, las Mesas de Congreso y Senado decidieron suspender las inyecciones a los fondos de pensiones, en línea con los primeros recortes aprobados por el Gobierno de Rajoy. La paralización de las aportaciones suponía un ahorro de 2,5 millones de euros anuales. 

"Quien debe saber y conocer el régimen de funcionamiento es el Parlamento Europeo, la propia institución que los ofrece [los planes de pensiones materializados a través de una sicav]", remachó Rodríguez. 

"Se actuará en consecuencia"

También Alfonso Alonso, portavoz del Grupo Popular en el Congreso, rehusó opinar. "No pienso nada [de esta noticia], porque me acabo de enterar, no lo conozco", respondió a la prensa a la salida de la Junta de Portavoces. 

El eurodiputado de IU Willy Meyer se da de baja de la sicav

Ver más

"Estamos analizando toda la información y se actuará en consecuencia", contestó escuetamente José Luis Centella, portavoz adjunto de Izquierda Plural (IU-ICV-CHA). Casi al tiempo, Meyer, número uno de IU en las europeas del 25-M, anunciaba que había comunicado al Parlamento Europeo que a día de hoy se daba de baja del fondo voluntario de pensiones, del que forma "parte desde el año 2004-2009" [sic].

"Al tener conocimiento de esta información, y como quiera que no comparto que existan estos organismos que pretenden eludir las obligaciones fiscales, en aplicación de la reglamentación relativa al régimen voluntario de pensión complementaria en su artículo 6, procedo a reclamar la parte que corresponde a mis aportaciones y darme de baja del sistema a partir del día de hoy, a sabiendas de que, conforme al mencionado artículo, la parte alícuota que la institución abonó se mantendrá dentro de ese fondo, pero ya no en mi nombre", remata Meyer su carta. Portavoces oficiales de la Eurocámara aclararon ayer que por cada dos euros que ponía un diputado, la institución ponía otro más.