Políticos y paraísos fiscales

Todos los caminos (de la corrupción) conducen a Luxemburgo

La sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo.

Ibon Uría

El caso Nóos, la trama Gürtel, la sicav de las pensiones de los miembros del Parlamento Europeo. Los tres escándalos tienen un punto en común: Luxemburgo. Un país opaco, atractivo para grandes corporaciones y fortunas, con una fiscalidad extremadamente reducida y una banca muy profesional, señalan los expertos consultados por infoLibre. Un paraíso fiscal en la práctica –no oficialmente– en el mismo corazón de la Unión Europea.

"Está claro que Luxemburgo es un paraíso fiscal", afirma Carlos Sánchez Mato, investigador y presidente de ATTAC Madrid. Sánchez Mato admite que "desde el punto de vista legal" el pequeño Estado no cumple esa condición, ya que en 2009 firmó con España un convenio para evitar la doble imposición –algo que la OCDE estima suficiente para sacar a un país del listado de paraísos fiscales–, pero señala que, "a efectos de vigilancia, el Banco de España lo sigue tratando como tal".

En esa misma línea, subraya que Luxemburgo es, "con diferencia", el país que más epígrafes suspende en el examen que la OCDE realiza a las autoridades tributarias para determinar si un Estado es o no paraíso fiscal. Y rebate la exclusión de este pequeño país del listado por la sola firma de convenios con otros Estados. Sánchez Mato dice que los acuerdos de intercambio de información, por ejemplo, no sirven para perseguir la elusión fiscal, porque no es un delito.

Un agujero negro en la UE

Ramsés Pérez, presidente de la organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), coincide con este análisis y asegura que la luxemburguesa es una "jurisdicción poco colaborativa" puesto que mantiene el secreto bancario –se trata, junto con Austria, del único país de la UE que lo conservará hasta 2015–. En la práctica, esto supone que la información sobre titulares de las cuentas y depósitos bancarios no es accesible.

"Las mejoras de los últimos años han sido únicamente maquillaje", estima por su parte Juan Hernández Vigueras, doctor en Derecho y autor del libro sobre paraísos fiscales La Europa opaca de las finanzas. "Efectivamente –concluye en la misma línea que el resto de analistas Carlos Cruzado, presidente de Gestha, el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda– Luxemburgo puede ser considerado paraíso fiscal".

"Además –prosigue Sánchez Mato, que rebate que el pequeño Estado no sea considerado oficialmente como tal– firmar un acuerdo de intercambio de información no garantiza que ese intercambio sea efectivo". "Quitar paraísos fiscales de una lista por la firma de un acuerdo de intercambio de información –subraya– obvia uno de los pilares que hay bajo el concepto de paraíso o nicho fiscal: la baja o nula presión fiscal, que permite el uso de estrategias y prácticas fiscales elusorias". 

Alfombra roja para las fortunas

¿Pero, en qué se traduce esa consideración de paraíso fiscal? En primer lugar, Sánchez Mato señala que "el volumen de activos financieros que se maneja en relación el PIB del país es disparatado", señal inequívoca de escasa regulación, baja fiscalidad y clima de opacidad. "La tributación es baja y además existen resquicios legales que grandes bancos y entidades emplean para reducirla a su mínima expresión", añade.

Así, Ramsés Pérez explica que determinados activos, como los fondos de inversión, disfrutan en Luxemburgo de condiciones ventajosas en forma de menor carga fiscal: "Es un atractivo para contratar allí estos productos". Pero hay más: "Existen innumerables deducciones en impuestos como el de Sociedades –dice Sánchez Mato–, y eso hace que las comparativas no sean sencillas, aunque el tipo final es aún menor que, por ejemplo, en España".

En el caso de las sicavs, el tipo de sociedad a través de la que un número indeterminado de eurodiputados canalizó sus aportaciones a un plan de pensiones, tal y como desveló infoLibre, Carlos Cruzado recuerda que apenas tributan el 0,01% por su patrimonio neto, cien veces menos que en España, donde pagan el 1%. En el caso de las sicav-ucit, semejantes a los fondos de inversión españoles, el tipo apenas se eleva hasta el 0,05%.

Las sicavs luxemburguesas, las primeras citadas, además, ofrecen otro tipo de ventajas. Por ejemplo, el patrimonio mínimo que se exige es de 1,25 millones de euros frente a los 2,4 millones necesarios en España, pueden estar al 99,09% en manos de un sólo inversor –en España hacen falta un mínimo de cien socios– y no existe un registro público para ese tipo de sociedades al contrario que en España, donde todas ellas deben registrarse ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Negocios en la sombra

Para los expertos, sin embargo, la mayor ventaja no son los bajos tipos que se pagan en el Gran Ducado. "La clave es la opacidad. La diferencia de tipos, por sí sola, no justifica tanto interés en ese país", dice Pérez. "Exacto –apunta Hernández Vigueras–, para un tipo como Bárcenas o Urdangarin, que ha ganado un dinero sin que le haya costado mucho, el objetivo no es pagar pocos impuestos: es esconder el dinero. Y Luxemburgo cumple a gran nivel".

De hecho, agrega Sánchez Mato, "el planteamiento fiscal de Luxemburgo no es mucho más agresivo que, por ejemplo, el de España: la ventaja es que es un Estado opaco. Opaco a la hora de comunicar a la Agencia Tributaria las operaciones. Y si una información no llega a la Hacienda española, es más fácil no declarar determinadas operaciones". "Esto es especialmente contradictorio tratándose de un país comunitario", semacha Hernández Vigueras".

Especialmente críticos se muestran los expertos consultados con la ya mencionada vigencia del secreto bancario, en virtud del cual Luxemburgo "no cede la información sobre titulares de las cuentas a otros países", explica Pérez, que va más allá: "A partir de la eliminación del secreto bancario, se debería pedir un protocolo de intercambio automático de información. Sin él, un inspector necesitará entre 3 y 6 meses para acceder a datos de cuentas en ese país".

Un largo historial

Un número indeterminado de eurodiputados mantiene un fondo de pensiones en Luxemburgo con una sicav

Un número indeterminado de eurodiputados mantiene un fondo de pensiones en Luxemburgo con una sicav

Así las cosas, los analistas consultados no se muestran sorprendidos por el amplio listado de embrollos que, de una forma u otra, acaban vinculados a Luxemburgo, además de la sicav de los diputados comunitarios. Así, en marzo de 2013, este mismo diario publicó que Capio, la empresa encargada de la gestión de varios hospitales públicos en la Comunidad de Madrid, tenía detrás una estructura societaria que pasaba por Luxemburgo y las Islas Caimán.

En el marco de la trama Gürtel, el nombre del Gran Ducado está entre la veintena de países en los que el juez Pablo Ruz sigue la pista a Luis Bárcenas. En concreto, Ruz investiga una serie de transferencias a una entidad financiera radicada en Luxemburgo. Y en el caso Nóos, Iñaki Urdangarin y su socio, Diego Torres, controlaban una serie de cuentas en Suiza y Luxemburgo mediante las que habría evadido el pago de impuestos en España.

Tambien aparece Luxemburgo en el caso ERE. La jueza Mercedes Alaya embargó en mayo cinco cuentas, una de ellas en ese país, a la que fuera consejera de Economía de la Junta de Andalucía Magdalena Álvarez, que este mismo miércoles abandonó la vicepresidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI). También recientemente, en febrero de 2014, la UE abrió una investigación para aclarar si Luxemburgo facilitó a empresas esquivar el pago de impuestos.

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