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Derechos humanos

Colectivos homosexuales acusan al Gobierno de ceder al “chantaje” de Rusia en materia de adopción

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, el viceministro de Educación ruso, Veniamin Kaganov, y la ministra de Sanidad, Ana Mato, durante la firma del convenio en materia de adopción.

El convenio firmado este miércoles entre Rusia y España en materia de adopciones permitirá a más de 500 parejas heterosexuales continuar los trámites de adopción que se vieron paralizados el 29 de agosto de 2013. Pero la letra pequeña de este acuerdo impide a gais y familias monoparentales acoger niños rusos. Para estos colectivos, el pacto bilateral supone la sumisión del Ejecutivo español al "chantaje" del Gobierno de Vladimir Putin.

"En materia de adopción internacional –explican fuentes del Ejecutivo de Rajoy a infoLibre–, además de la legislación española entra en juego la normativa de cada país de origen". Así, cada Estado pone unas condiciones y no acatarlas supone que no hay convenio. El 3 de julio de 2013, Rusia promulgó una ley por la que se prohibía explícitamente a los gais y lesbianas adoptar. Un mes después, el Tribunal Supremo ruso paralizó todas las adopciones relacionadas con países donde el matrimonio homosexual fuera legal, entre ellos, España. Desde entonces se frenó en seco el trámite de más de 500 adopciones. Un centenar de familias españolas, con independencia de su estructura, a las que se había asignado un menor vieron el proceso suspendido.

"O se firma el convenio o se 'cierra' un país", recalcan desde el Gobierno. Este cierre "rompe las relaciones y, en cuestión de adopción, sólo se cierra cuando las condiciones del menor no son las adecuadas". En este sentido, "cada Estado pone sus propias trabas; por ejemplo, China impide adoptar a mayores de 50 años", recuerdan. Fuentes del Ejecutivo aseguran que aunque muchos países no prohíben la adopción por parte de homosexuales o familias monoparentales, "la mayoría priorizan a parejas tradicionales". Ante la polémica despertada por el carácter discriminatorio del acuerdo hispano-ruso, el gabinete de Rajoy recalca que en la ley nacional de adopciones "no se establece ninguna traba por ser gai o monoparental". 

Aguantar la discriminación para favorecer a los más pequeños

"Como colectivo de familias miramos por el bien de los niños, porque formen parte de una familia en lugar de estar en un orfanato; en este sentido, aceptamos que el Gobierno haga lo que tenga que hacer", considera Katy Pallàs, presidenta de la Asociación de Familias Gais y Lesbianas. Sin embargo, el colectivo señala que el Ejecutivo "ha cedido al chantaje" y a la "homofobia de un Estado" para permitir que cientos de familias puedan adoptar. Sin embargo, para esta asociación la enjundia del polémico convenio no reside únicamente en la discriminación de familias homosexuales o monoparentales, sino en "el chantaje de que las familias que reciben un menor por reasignación –porque la familia inicial sufra algún accidente o percance– serán evaluadas de nuevo por parte de las autoridades rusas". Se trata, a su parecer, de un "agravante" y una "intrusión en una tarea que corresponde al Estado español". 

Según el texto del acuerdo, "con independencia de la fecha de constitución de la adopción", las autoridades rusas podrán solicitar informes de la situación de los menores rusos. Según las condiciones impuestas por Putin, la Administración rusa se guarda el derecho a investigar si se produce un cambio en la estructura familiar y, si es así, solicitar a España que reubique al menor en otro entorno: ni monoparental, ni homoparental. "Los convenios se firman entre Estados, pero las garantías y la responsabilidad de velar por esos menores es una obligación del país de destino", añade Sisi Cáceres, responsable del área de familia de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). 

Rusia es el país de origen de la mayoría de niños adoptados en España. Cerca de 12.000 menores acogidos por familias españolas son rusos. En 2012, antes de que Moscú paralizara todos los trámites de acogida, más de 500 menores de esta nacionalidad fueron adoptados por hogares españoles. A la vista de estas cifras "el Gobierno aceptó claudicar frente al Ejecutivo ruso", ya que en caso contrario "el convenio no se habría renovado", subraya Pallàs. 

Rusia prohíbe la entrega en adopción de niños a parejas homosexuales españolas

La FELGTB comprende la decisión del Ejecutivo para "dar salida a los niños y permitir que cientos de familias puedan adoptar". "No vamos a ir en contra de este convenio –asegura la portavoz del área de familia de la organización–, pero atenta contra la igualdad y no reconoce los derechos de los homosexuales". Sin duda, denuncia la federación, "el Gobierno ha cedido al chantaje para que 500 menores dejen de ser retenidos, pero está en juego la vulneración de los derechos, y tampoco podemos perder de vista la ideología de quien nos gobierna". 

Para la FELGTB, la firma del pacto bilateral supone la ruptura del compromiso del Gobierno de defender los derechos de los homosexuales. "El Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad la celebración del año 2014 por el reconocimiento de los Derechos Humanos de LGTB", enfatiza Cáceres. El convenio con Rusia "va en contra de esto". Para contrarrestar este batacazo, la federación exige al Ejecutivo que "favorezca la adopción por parte de gais y lesbianas de niños que procedan de países que así lo permitan". 

En este mismo sentido, la Asociación de Familias Gais y Lesbianas pide al Gobierno central que "tome algún tipo de medida para demostrar su desacuerdo con esta clara discriminación". La ruptura de los lazos culturales, o el cese del hermanamiento de Moscú con ciudades españolas sería, apunta Pallàs, una manera de mostrar públicamente el rechazo a este tipo de políticas. 

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