Fuerzas Armadas

Luis Gonzalo Segura: “Si todo lo que digo fuese falso, ya me habrían metido en la cárcel”

El teniente del Ejército de Tierra Luis Gonzalo Segura.

Después de 12 años en las Fuerzas Armadas Españolas –los últimos nueve como oficial– el pasado 15 de mayo fue suspendido en funciones para quedar pendiente de juicio militar. ¿El motivo? Escribir Un paso al frente(Tropo Editores), una novela que denuncia corrupción y despilfarro económico en la cúpula militar. El autor, el teniente del Ejército de Tierra Luis Gonzalo Segura (Madrid, 1977), se enfrenta hasta a seis años de cárcel y, consciente de que su carrera profesional está acabada, ha aprovechado para airear sus vivencias y denunciar las prácticas de la "casta militar". Mientras la quinta edición del libro ya está preparada, el militar conversa con infoLibre para dejar claro que no se arrepiente de nada y que seguirá pidiendo la renovación y la fiscalización de las Fuerzas Armadas.

PREGUNTA: ¿En qué situación se encuentra ahora mismo en el Ejército?

RESPUESTA: Estoy suspendido en funciones . Se me ha abierto un procedimiento por dos presuntas faltas graves y un expediente gubernativo para expulsarme por haber escrito el libro. Además el fiscal está estudiando imputarme entre 6 meses y 6 años de cárcel.

P: ¿En qué consisten esas falta grave?

R: Ellos me imputan porque dicen que mis palabras afectan a la disciplina militar, pero eso es una vergüenza porque si no es falso lo que yo cuento, no entiendo en qué afecta. Lo que sí es indecoroso es que se produzcan esos actos de corrupción, de abusos, de privilegios…No que yo los cuente.

P: ¿Es cierto que el expediente gubernativo que le abren –y que puede suponer su expulsión definitiva del Ejército– es por la carta remitida al ministro de Defensa que aparece como epílogo del libro?

R: Sí, eso es aberrante. La carta la escribe el personaje y ni si quiera es a este ministro, sino a un ministro imaginario. Que en un momento dado el personaje y yo podamos compartir ideas, es una cosa, y que a mí me puedan responsabilizar por lo que hace un personaje en una obra de ficción es auténticamente una locura. Yo hablo muy claro y cuando he tenido algún reproche que hacerle al ministro se lo he hecho públicamente. En el libro hay también asesinatos, ¿me van a responsabilizar también de un asesinato ficticio y me van a meter en la cárcel?

P: Hay quien puede pensar que es muy fácil escudarse en un libro de ficción para revelar algo pero tengo entendido que usted ya había denunciado prácticas corruptas en el seno del Ejército.

R: Yo he presentado hasta cuatro denuncias por temas de corrupción, por comisiones de servicio [tratado del personal militar] ilegal… Las Fuerzas Armadas utilizan al personal como si fueran peones o siervos. Un señor dice: “¡Oye!, que quiero dos soldados”. Pues se los mandan y les hacen de conductor. Cuando yo he tenido un problema he ido a la justicia militar y he denunciado lo que sea y a quien sea.

P: ¿Y qué paso con esas cuatro denuncias?

R: Todos han acabado archivadas. Es triste, es lamentable…Pero es así. Y es que no hay justicia militar. En el tema del dinero yo le digo al juez que tengo un disco duro y el juez cierra el caso sin pedírmelo. Después le hacemos un auto para que no archive la causa y le volvemos a decir que teníamos el disco duro. Y vuelve a archivar el caso sin pedirlo.

P: ¿Tenía entonces pruebas que demostraban sus denuncias?

R: Sí, en ese disco duro. Y ni siquiera lo pidió. ¿Qué es lo que pasa? Que sabían lo que había dentro. Si todo lo que digo fuese falso, ya me habrían metido en la cárcel. Tendría una denuncia por injurias y calumnias o alguien diría que estoy dando información falsa, que es un delito militar muy serio. ¿Por qué el fiscal no me imputa un delito de revelación de información falsa? Porque sabe perfectamente que lo que estoy contando es cierto y lo puedo demostrar. Estoy seguro de que el ministerio también tiene pruebas. Y si no tiene, es porque no quiere tenerlas.

P: ¿Es ahí cuando decide hacer un libro como este?

R: Sí, es el momento definitivo. Ya había ido pasando por momentos de desilusión pero ese es en el que tomo la decisión de hacer algo más. En las Fuerzas Armadas no hay ningún tipo de fiscalización y el dinero se gasta en lo que el mando quiere y hablamos al final de miles y millones de euros de deuda.

P: ¿Qué parte del libro es ficción y cuál es verdad? ¿Dónde ha marcado la línea?

R: Esa es una línea que le dejo al lector para que decida lo que es cierto y lo que no. Eso es lo bonito. Que alguien lea una novela, sepa que hay una parte de realidad y una parte de ficción. Hasta en una novela del espacio futurista hay una parte de realidad innegable. Pero de ahí a llevar esto al extremo y condenar o expulsar a alguien creo que nos coloca al nivel de países africanos y asiáticos. Si ese es el nivel que las Fuerzas Armadas Españolas y el Ministerio de Defensa quieren adoptar es su responsabilidad pero. Esto va a ser una mancha y va a ser infame para ellos porque el libro nunca va a desaparecer.

P: ¿Por qué no un libro en el que cuente su experiencia personal dando datos y nombre de personas que podrían estar siendo corruptas?

R: Desde luego si alguien me lo plantea, lo haría. Yo no me escondo de nadie y lo que tenga que contar, lo puedo contar. Pero en el caso de este libro es diferente porque inicialmente yo empecé a escribir como algo personal. Al final me di cuenta de que puede ser un error que yo cuente mi historia porque puede desvirtuar la misión del libro, que es ofrecer una visión global de lo que ocurre en las Fuerzas Armadas.

P: Esa visión global que deja entrever en el libro es la de unas Fuerzas Armadas corruptas.

R: No olvidemos que son unas fuerzas armadas del siglo XX. En la sociedad actual tenemos un problema de corrupción enorme y estamos en una sociedad del siglo XXI con unas herramientas del siglo XXI. Imagínate las que había en el siglo XX: no hay ningún tipo de fiscalización. Por eso siempre pido que se haga una auditoría externa en las Fuerzas Armadas. Cuando yo llegué había un descontrol absoluto en el gasto. El dinero se gasta en lo que se quiere, ¿cómo no va a haber corrupción en una sociedad que no se controla?

P: ¿Está demasiado cerrado el Ejército español? Si lo que denuncia usted es cierto, la gente pediría más responsabilidades.

R: Eso es lo que yo quiero, que la sociedad sea consciente. El primer problema es que las Fuerzas Armadas se profesionalizan, y eso es bueno. Pero en el momento en el que no dotas de libertad de expresión a sus componentes, acabas de crear un elemento estanco en la sociedad. El libro lo que nos cuenta son las batallitas y las historias que nos hubiera contado nuestro hijo si hubiera ido a la mili. Además hay un sector de la sociedad que ha vivido de espaldas y se echa las manos a la cabeza cada vez que se destina dinero a las Fuerzas Armadas y no a educación o sanidad. Pero, una vez que entra el dinero, parece que se olvidan de él. Todos estamos pidiendo a gritos que haya transparencia y fiscalización en el gasto y las Fuerzas Armadas no pueden vivir al margen de esta petición popular. Los 29.000 millones de euros de deuda los vamos a pagar todos y la gente tiene que saber que un coronel se está gastando el dinero en una piscina militar o en un viaje a Europa.

P: Usted ha utilizado frecuentemente un concepto que está de moda, el de "casta", para referirse a esos altos cargos del Ejército perpetuados.

R: Nunca es bueno generalizar, pero en este caso es necesario. Hay una cúpula militar, una casta, que se dedica a que las Fuerzas Armadas les sirvan a ellos. Han antepuesto sus intereses al general. ¿Por qué? Porque no hay ningún elemento de control y hay total impunidad. Y estos señores se han dado cuenta de que pueden hacer lo que quieran, cuando quieran. Una de ellas es la famosa paella.

P: ¿A usted le extrañó este caso?

R: En absoluto. No es algo inusual. Creo que llega un momento en el que las personas que sean honradas en esta casta militar tienen que dar un paso al frente y denunciar a sus propios compañeros. La gente se ha echado las manos a la cabeza por lo que se celebraba allí, pero realmente la pregunta es por qué se celebró una paella en un cuartel militar y si tuvo coste para el ciudadano. ¿Cuántos guardias civiles participaron en el montaje o asistieron como camareros? Y, la gran pregunta, ¿Cuántas paellas como esa se producen en los interiores de los cuarteles en los días que tiene un año?

P: ¿Qué papel juega en todo esto el ministro de Defensa, Pedro Morenés?

R: El ministerio en lo que está muy preocupado es en perseguirme a mí, en sacarme del sistema. Ya te anuncio que en un momento dado surgirán informaciones para intentar desprestigiarme. A mí me van a aplastar profesional y personalmente, pero el problema no soy yo, es que esto todo esto sucede. Echo en falta un discurso valiente del ministerio. Que digan “vamos a informarnos y vamos a hacer un estudio sobre si tenemos realmente un problema y, si lo tenemos, vamos a poner todas las medidas posibles para solucionarlo”.

P: ¿Cree que los militares que apuestan por una renovación de las Fuerzas Armadas como la que usted propone son mayoría?

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R: Estoy seguro. Entre los militares, en general, el apoyo es masivo quitando la cúpula que se juega su sueldo, sus residencias militares, sus viajes por Europa…

P: Sabido que su futuro es incierto, ¿se arrepiente de haber escrito Un paso al frente?Un paso al frente

R: Para nada. Lo volvería hacer seguro. Lo quise hacer pensando que iba a ser un fracaso total y que iba a conseguir que 300 personas leyeran el ejemplar…A día de hoy, que se está consiguiendo que la sociedad sepa lo que pasa, no me arrepiento de nada.

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