El azote del ébola

Orden de San Juan de Dios: un gigante de la sanidad presente en varios países

Llegada de los religiosos Miguel Pajares y Juliana Bohi a la base de Torrejón de Ardoz (Madrid).

La repatriación del sacerdote Miguel Pajares y de la monja Juliana Bohi desde Liberia ha puesto en el foco mediático estos días a la Orden de San Juan de Dios, la organización religiosa para la que trabajaba el misionero en el país africano. La Orden se remonta al siglo XVI y actualmente cuenta con hospitales, fundaciones, centros y proyectos en los cinco continentes.

"Según se especifica en los Estatutos Generales 2009, 'Somos una Orden religiosa de Hermanos, aprobada por la Iglesia como Orden religiosa de Hermanos para el servicio a los enfermos y necesitados'", explica la organización en su página web. Y su labor está muy extendida: según reseña la propia Orden, tan sólo en España la organización cuenta con "casi 300 obras asistenciales", una infraestructura que emplea a 1.177 religiosos y a 340.000 colaboradores, "entre trabajadores, voluntarios y bienhechores".

Entre estas obras hay de todo: colegios, hospitales, residencias, facultades universitarias o comedores sociales son algunos de los enclaves de la Orden. Los centros se distribuyen por todo el territorio español, si bien tienen especial importancia en zonas como Andalucía, donde la organización cuenta con 17 establecimientos de distinta índole que, en muchos de los casos, mantienen convenios con instituciones públicas y privadas. Es el caso, por ejemplo, de la Ciudad San Juan de Dios –ubicada en la localidad de Alcalá de Guadaira (Sevilla)–, que se dedica a la atención de personas discapacitadas; la institución ha firmado varios acuerdos con la Junta de Andalucía.

Por el lado privado, igualmente, muchos de los centros de la Orden tienen convenios con las principales compañías aseguradoras del país. El Hospital San Rafael (Madrid), por ejemplo, trabaja con empresas como Sanitas, Adeslas, Asisa o Mapfre, si bien su página web señala que el centro no tiene "ánimo de lucro" y que también atiende "a todos aquellos otros pacientes cuya asistencia es financiada por la Obra Social de la Orden Hospitalaria".

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Y es que esta obra social es precisamente una de las ramas más fuertes de la Orden, que afirma que su objetivo es "atender necesidades no cubiertas de la población, tanto en nuestro entorno más próximo como en otras zonas del mundo donde las necesidades sanitarias básicas precisan de apoyo y colaboración". Trabajando en uno de esos proyectos de cooperación internacional, en Liberia, era donde se encontraba Miguel Pajares cuando contrajo el ébola, si bien también existen proyectos en América Latina y Asia.

Estos proyectos son financiados por diferentes instituciones, entre las cuales se encuentran varias de carácter público, tanto españolas como internacionales: por ejemplo, la construcción del bloque quirúrgico del Hospital San José, donde se infectó el cooperante español, fue sufragada por la Generalitat Valenciana, mientras que parte de su equipamiento lo pagó la Comunidad de Madrid, y fueron la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Tres Cantos quienes proporcionaron el material para el área de maternidad del centro. Manos Unidas, la ONG de la Iglesia, fue por su parte quien adquirió un microbús para transportar a los pacientes a una clínica adscrita al Hospital San José.

No obstante, la propia Orden también reinvierte parte de sus fondos en la realización de proyectos a nviel internacional. Es el caso de los trabajos de mantenimiento en el Albergue San Juan de Dios ubicado en Quito (Ecuador), sufragados con el presupuesto de la organización, que también financió una campaña "a favor del nuevo Centro de Formación" en Nairobi, la capital de Kenia.

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