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El azote del ébola

Tres ministerios se niegan a explicar cuánto costó traer a los religiosos desde Liberia

Llegada de los religiosos Miguel Pajares y Juliana Bohi a la base de Torrejón de Ardoz (Madrid).

Hace sólo una semana el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, volvió a presumir de transparencia. Lo hizo en la rueda de prensa con la que cerró el curso político, cuando dijo que España es un "ejemplo" en esta materia. "No creo que haya ningún país en Europa que haya hecho un esfuerzo tal", aseveró. Sin embargo, estas palabras del jefe de Ejecutivo contrastan con la actuación de algunos de sus ministerios, en esta ocasión, en lo relativo a la información sobre el coste total al que ascendió la repatriación del sacerdote español Miguel Pajares y la monja Juliana Bohi desde Liberia.

infoLibre reclamó este viernes a los ministerios de Sanidad, Exteriores y Defensa –los tres que participaron en dicha operación– información detallada por partidas sobre qué parte del coste total de la repatriación había asumido cada uno de ellos. No hubo repuesta en ninguno de los casos. Ni Sanidad ni Exteriores contestaron a sendos correos electrónicos enviados por este periódico. En Defensa se limitaron a remarcar que la "comunicación sobre esta operación es responsabilidad del Ministerio de Sanidad". No obstante, un portavoz del departamento que dirige Ana Mato había señalado un día antes, el miércoles, que este gabinete sólo se había encargado de las cuestiones de tipo asistencial y que no tenía información relativa a los costes de la operación. 

A cuánto asciende la factura del traslado desde Liberia es un asunto de trascendencia pública, toda vez que este viernes Mariano Rajoy confirmó que finalmente será el Gobierno el que se encargue de sufragar todos los gastos. "Esto lo va a pagar el Gobierno español, lo cual, por otra parte, es de puro sentido común", señaló el jefe del Ejecutivo. De esta forma desdijo a la directora general de Salud Pública, Mercedes Vinuesa, que el jueves dijo que la Orden de San Juan de Dios, a la que pertenece Pajares, tendría que asumir parte de los costes, si bien no cuantificó qué parte ni a cuánto ascendía el total de la factura.

La conclusión es que, por el momento, a cuánto asciende el coste total de la operación es una incógnita. Tampoco arrojó luz sobre este hecho Jose María Viadero, el director de la ONG para el Desarrollo Juan Ciudad, vinculada a la orden de San Juan de Dios, en su comparecencia ante los medios antes de las palabras de Rajoy. No obstante, en ese encuentro ante los periodistas, Viadero señaló que no habían recibido requerimiento económico alguno desde los tres ministerios implicados. En relación a lo que pudo haber costado el procedimiento de repatriación, Viadero aseguró haber escuchado cifras que oscilaban "entre los 40.000 y 500.000 euros".

Aunque finalmente no vaya a hacerlo, fuentes jurídicas consultadas por este medio señalan que el Gobierno tiene base jurídica para reclamar a la Orden de San Juan de Dios que pague los gastos, si bien también puede no hacerlo alegando razones humanitarias. Esto es así porque desde el punto de vista jurídico existe un concepto que es el de "autopuesta en peligro", que obliga a cargar con las consecuencias de sus acciones a las personas que conscientemente se ponen en una situación de peligro. Y también porque el traslado en un avión medicalizado no es un servicio que esté incluido en la cartera básica del Ministerio de Sanidad. 

No obstante, y a pesar de estos dos aspectos, el Gobierno no está obligado a pasarle la factura a la orden religiosa. "Puede alegar perfectamente que el traslado en avión ha sido una cuestión humanitaria, a la vista del trabajo que realizaban los religiosos, y concluir que el coste lo asume por tanto el Estado", explicaron las fuentes jurídicas.

Seguro 

Desde la ONG Juan Ciudad no aclararon si los dos misioneros españoles ingresados en el hospital Carlos III contaban con un seguro que les cubría su estancia en Liberia. Alejandro Echegaray, vocal de la Coordinadora de ONGD-España –de la que forman parte organizaciones como Manos Unidas, Médicos del Mundo, Oxfam, Ayuda en Acción y también Juan Ciudad– señaló que a pesar de las dificultades económicas que tienen las ONG como consecuencia de los recortes, los cooperantes expatriados para ejercer labores de tipo humanitario siempre viajan al terreno con un seguro y con todas las garantías. "No hacerlo sería, además de una temeridad, una ilegalidad", señaló. 

Los religiosos Miguel Pajares y Juliana Bohi llegan al Hospital Carlos III

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Desde 2006 el Estatuto del Cooperante obliga a las personas que viajan a países extranjeros para ejercer labores humanitarias a contar con una previsión social específica mediante el aseguramiento de determinados riesgos y contingencias como la atención médica, la invalidez permanente, la repatriación en caso de accidente, la enfermedad o el fallecimiento. Otra cuestión es la situación de los misioneros, como es el caso de Pajares y Bohi, para los que el seguro no es obligatorio en virtud de esta norma aunque la mayoría suele tenerlo. 

No obstante, Echegaray explicó que los seguros suelen cubrir el traslado a un centro en el que se puede ofrecer una atención sanitaria completa pero dentro del mismo país en el que se encuentra el trabajador desplazado. Así que, de tenerlo, lo más probable es que no cubriera la totalidad de los costes de la repatriación. "El caso de Pajares y Bohi es atípico, una excepción que también está relacionada con la situación de alerta sanitaria y con el hecho que ha sido un asunto muy mediático", señaló. 

Asimismo, Echegaray mostró su malestar con el hecho de que parte del foco mediático sobre este asunto se haya puesto sobre los costes de la repatriación. "El tema de fondo es la situación de tremenda necesidad que tienen estos países en cuestiones relativas a la salud y analizar por qué surge esta epidemia", concluyó.  

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