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La gran paradoja del 21A: un Parlamento más soberanista, una ciudadanía menos independentista

Reforma electoral sin consenso

La reforma electoral de Rajoy otorgaría la mayoría absoluta en otros 65 municipios a CiU, PNV, Bildu y ERC

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, durante la rueda de prensa este viernes posterior a la reunión del Consejo de Ministros, primera tras el paréntesis estival.

El gran beneficiado de la reforma electoral que pretende aprobar Mariano Rajoy es el PP. Pero hay otros ganadores: los cuatro principales partidos del nacionalismo vasco y catalán. Con los resultados de las elecciones de 2011 habrían obtenido la mayoría absoluta en 65 ayuntamientos donde ahora no la tienen; en concreto, CiU la habría logrado en 33, el PNV en 15, Bildu en 10 y ERC en 7.

El elemento esencial de la reforma anunciada por el PP es otorgar la mayoría absoluta de concejales a aquellas candidaturas que superen el 40% de los votos. Este sistema favorece en toda España principalmente al PP –que en 2011 fue la fuerza más votada en 3.825 ayuntamientos, el 47,3% del total, en la mayoría de los casos con más del 40% de apoyo–, pero en el País Vasco y Cataluña los grandes beneficiados serían los partidos nacionalistas puesto que son la fuerza principal en sus respectivos territorios.

En la actualidad, los cuatro partidos nacionalistas gobiernan con mayoría absoluta 624 ayuntamientos. En Cataluña, donde en 2011 se eligieron 947 alcaldes, CiU logró más de la mitad de los concejales en 384 casos (40,5% del total) y ERC en otros 107 (11,3%). En Euskadi, donde se eligieron 251 regidores, Bildu consiguió 74 mayorías absolutas (29,4% del total) y el PNV logró 59 (23,5%).

Por tanto, si se hubiese aplicado en 2011 la reforma que ahora plantea el PP, el dominio de las fuerzas nacionalistas habría sido aún más aplastante. En Cataluña controlarían con mayoría absoluta 531 ayuntamientos (417 CiU y 114 ERC), el 56% del total, y en Euskadi tendrían más de la mitad de los ediles en 158 alcaldías (84 de Bildu y 74 del PNV), el 63,3% del total.

Resulta paradójico, a la vista del discurso del PP durante los últimos años contra el nacionalismo vasco y catalán, que proponga una reforma electoral que favorezca a estos partidos. En el caso de Euskadi especialmente por Bildu, formación a la que diversos dirigentes del PP siguen vinculando con ETA. Y en Cataluña por el proceso soberanista que está en marcha, sobre todo si se tiene en cuenta que los ayuntamientos han sido una punta de lanza del movimiento independentista en defensa de sus reivindicaciones. La Associació de Municipis per la Independència (AMI), que cuenta con la adhesión de 697 ayuntamientos, coordinó la campaña por la que más de 200 entidades locales se declararon "territorio catalán libre" a partir de septiembre de 2012. Y entre diversos políticos soberanistas se da por supuesto que, si finalmente no se celebra la consulta el próximo 9 de noviembre, Cataluña debería intentar realizar una declaración unilateral de independencia que necesariamente se apoyaría en el Parlament –tras unas elecciones plebiscitarias– y en los ayuntamientos.

Más allá de las extrapolaciones de los resultados de 2011, dado que parece incuestionable que el nacionalismo seguirá siendo hegemónico en muchas localidades de Cataluña y Euskadi tras las municipales de 2015, es innegable que CiU, PNV, Bildu y ERC saldrían favorecidos por la reforma electoral que plantea el PP. De hecho, en el partido de Rajoy no sólo admiten esta circunstancia, sino que la utilizan para defender que no pretenden aprobar la reforma por un interés partidista. Este viernes, la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, afirmó tras el Consejo de Ministros: "Este debate que se quiere abrir por parte del partido que sustenta al Gobierno se hace, no desde un cálculo electoral en un sentido o en otro, sino desde un punto de vista de fortalecimiento de la democracia". Y el ministro del Interior, a su lado, incidió en el mismo razonamiento: que los partidos nacionalistas salgan beneficiados, "lo que hace es dar más autoridad a esta propuesta del Gobierno".

Por supuesto, que el cambio legal favorezca a los nacionalistas, no significa que no beneficie mucho más al PP. De hecho, según explicó en su día infoLibre analizando los resultados de 2011, el objetivo prioritario del partido de Rajoy es mantener las 49 grandes ciudades donde ahora gobierna con mayoría absoluta o donde la habría obtenido con la propuesta de Rajoy. Entre ellas algunas tan emblemáticas como Madrid, Valencia o Sevilla. Es llamativo, en este sentido, que el PP haya anunciado sus planes de reforma tras las elecciones europeas, en las que sufrió un fuerte revés en las urnas, y cuando las encuestas internas le pronostican un importante descenso en las municipales de 2015.

Por su parte, a pesar de que les favorezca, tres de los cuatro partidos nacionalistas han rechazado de forma contundente los planes de Rajoy. El PNV calificó la reforma como "antidemocrática" y anunció que la llevaría al Parlamento europeo. ERC habló de "pucherazo oportunista" que supone "una insensatez en términos democráticos". Y Amaiur señaló que el planteamiento del PP era una "estrategia trampa para aferrarse al poder". Una postura más comprensiva con los planes de Rajoy mostró CiU, sin duda la formación nacionalista que saldría más beneficiada con la reforma. Aunque el partido de Mas ha sido crítico con las formas, por plantear el debate en los medios y no en el Parlamento, se ha mostrado dispuesto a negociar la reforma.

CATALUÑA

Con los resultados de 2011, CiU y ERC habrían obtenido la mayoría absoluta en 13 ayuntamientos de la provincia de Barcelona donde ahora no la tiene. Entre ellos destaca Igualada, una localidad de 40.000 habitantes donde CiU logró el 41,18% de los votos y 10 de 21 concejales, y Calella, un municipio de cerca de 20.000 habitantes en la que CiU consiguió el 40,1% de los sufragios y 8 de los 17 ediles.

El partido de Mas habría logrado la mayoría absoluta en otros cinco ayuntamientos de Barcelona: Castellterçol, Sant Iscle de Villalta, Seva, Taradell Tavèrnoles. Por su parte, ERC consiguió más del 40% de los votos sin lograr mayoría absoluta en otras seis localidades: Calldetenes, Cardona, Rellinars, Santpedor, Ullastrell y Vallbona d'Anoia.

La segunda provincia donde saldría más favorecido el nacionalismo catalán es Lleida. Con los resultados de 2011, CiU conseguiría diez mayorías absolutas que ahora no tiene. La principal en La Seu d'Urgell, localidad del Pirineo catalán donde logró el 41% de los votos y 8 de 17 concejales. Las otras nueve localidades son las siguientes: Benavent de Segrià, Castellserà, Figols i Alinyà, Isona i Conca Dellà, El Soleràs, Talarn, Torregrossa, Torrelameu, Les Valls de Valira. En cuanto a ERC, habría logrado la mayoría absoluta en el municipio de La Pobla de Segur.

Una situación prácticamente idéntica se produce en Tarragona, con diez alcaldías que CiU gobernaría con mayoría absoluta al obtener más del 40% de los votos. La más conocida fuera de Cataluña es Ascó, municipio que alberga dos centrales nucleares. Las otras nueve son Benissanet, Bot, Castellvell del Camp, Freginals, Horta de Sant Joan, El Masroig, Riudecols, Vandellòs i l'Hospitalet de l'InfantVilabella.

Por último, en Girona, CiU habría alcanzado la mayoría absoluta en otros seis municipios: Campdevànol, Canet d'Adri, Fontanals de Cerdanya, Les Planes d'Hostoles, Sant Hilari Sacalm y Tossa de Mar.

EUSKADI

La extrapolación de los resultados de 2011 muestra que Bizkaia es la provincia vasca donde más favorecidos habrían resultado los nacionalistas. En concreto, el PNV lograría mayoría absoluta en diez localidades donde ahora no la tiene y Bildu en otras tres. La ciudad principal de este grupo sería Erandio, un municipio de la margen derecha de la ría de Bilbao que tiene unos 25.000 habitantes, donde el PNV consiguió el 40,9% de los votos y 10 de los 21 ediles. Los otros nueve ayuntamientos que estarían controlados por el PNV mediante mayoría absoluta son los siguientes: Alonsotegi, Amorebieta-Etxano, Berriz, Güeñes, Karrantza Harana, Lanestosa, Markina-Xemein, Muxika y Urduliz.

En cuanto a Bildu, los planes electorales de Rajoy le habrían otorgado la mayoría absoluta en tres localidades más de Bizkaia: Elorrio, Igorre y Lemoa.

Pero donde más reforzada saldría la formación abertzale es lógicamente en Gipuzkoa, el territorio donde tiene su principal base electoral. En dicha provincia Bildu ya obtuvo la mayoría absoluta en 43 de los 88 ayuntamientos, y con la propuesta de Rajoy la habría obtenido en otros seis más: Azkoitia, Getaria, Pasaia, Soraluze, Tolosa, Zumaia. Por su parte, el PNV habría conseguido la mayoría absoluta en el municipio de Orio.

Por último, en lo que respecta a Álava, el PNV habría logrado la mayoría absoluta en cuatro ayuntamientos donde obtuvo más del 40% de los votos pero no más de la mitad de los ediles. Se trata de ArtziniegaCampezo/Kanpezu, Iruraiz-Gauna y Kuartango. En cuanto a Bildu, estaría en la misma situación en San Millán/Donemiliaga.

Hay que señalar que, de los 1.198 municipios de Cataluña y Euskadi, sólo hay uno donde el PP tiene una mayoría relativa que se habría convertido en absoluta gracias a los planes de Rajoy. Se trata de la localidad alavesa de Oyón/Oion, que cuenta con algo más de 3.000 habitantes y donde el PP logró el 41,7% de los votos y 5 de los 11 ediles. Por cierto, en dicho ayuntamiento ya gobierna el PP. Y es que en la provincia de Álava no hay ni un solo municipio donde no gobierne la lista más votada.

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NAVARRA

En la Comunidad Foral, con la reforma planteada ahora por el PP, los principales partidos nacionalistas no habrían obtenido ninguna mayoría absoluta más de las que ya tienen. Bildu gobierna con más de la mitad de los concejales en 14 municipios y Nafarroa Bai (NaBai) en otros dos. Ambas fuerzas lograron mayoría relativa en cuatro localidades, pero en ninguna de ellas llegaron al 40% de los votos.

En Navarra, en todo caso, hay que tener en cuenta que en los comicios de 2011 se presentaron un número altísimo de candidaturas independientes, que en muchos pueblos son de ideología nacionalista. De los 243 alcaldes elegidos, 134 obtuvieron mayoría absoluta presentándose en listas independientes (es decir, el 55,1% del total). A ello hay que sumar los 18 municipios donde obtuvieron mayoría relativa. Está por ver bajo qué siglas se presentarán estos concejales en 2015, pero más allá del nombre de la papeleta, la reforma de Rajoy también favorecerá al nacionalismo vasco en muchos pequeños municipios del norte de Navarra donde es la ideología hegemónica.

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